Recogen firmas para apartar a Rubiales de la presidencia de la AFE

José M. Fernández REDACCIÓN / LA VOZ

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Ballesteros | EFE

Lo acusan de falta de transparencia y de dejación de funciones, y piden una asamblea que desembocaría en su cese y nuevas elecciones

06 nov 2017 . Actualizado a las 17:06 h.

Los futbolistas no están satisfecho con la actual directiva de la AFE. Solo cuatro meses después de que Luis Rubiales iniciara su tercer mandato, un grupo de afiliados al sindicato de futbolistas ha comenzado a plasmar el creciente descontento con una recogida de firmas que exige la convocatoria de una asamblea general extraordinaria, cuyo único punto del orden del día sería tratar el «cese de los miembros de la junta directiva».

El escrito se dirige directamente a Luis Rubiales como presidente de la AFE, a quien consideran el responsable de que el sindicato de futbolistas haya perdido de vista algunos de sus objetivos, para centrarse en asuntos de interés únicamente particular de su presidente. De hecho, consideran que desde hace unos meses la ambición de Luis Rubiales se centra únicamente en alcanzar la presidencia de la Federación Española de Fútbol.

El germen del descontento con la directiva de la AFE apareció con motivo de las últimas elecciones a la federación, cuando Luis Rubiales elaboró la lista de 13 futbolistas candidatos a la asamblea sin contar con los afiliados. Entonces, Rubiales, al que en ese momento se le consideraba el delfín de Ángel Villar, no aclaró un voto que en realidad ya tenía decidido, utilizando así al sindicato para sus propios intereses. Ahora, una vez suspendido Villar al frente de la federación, Rubiales juega sus propias cartas para alcanzar la presidencia de la federación, sin abandonar la AFE.

El descontento de muchos afiliados había tenido su primer episodio con la dimisión en el 2015 de Santiago Nebot -asesor jurídico- o Luis Gil -gerente-, dos de las figuras más representativas de la junta directiva. El malestar creció durante el verano, cuando impulsado por Rubiales, la AFE modificó los estatutos para reducir el calendario electoral de 60-120 a 30-60, para, finalmente, convocar en pleno verano, de forma casi clandestina y con los futbolistas de vacaciones, las elecciones 37 días después. De esta forma, el presidente del sindicato desmontaba cualquier posibilidad de oposición.

Además de la falta de transparencia, del descontento con la últimas elecciones y de tener un presidente del que se asegura que en los dos últimos años apenas ha puesto sus pies en la sede de la AFE, los impulsores de la asamblea también pondrán sobre la mesa aspectos de la gestión en las que discrepan de la actual junta directiva: la forma de llevar la Mutualidad del Deportista, el importante incremento de los sueldos de los cargos de la AFE o la Casa del Futbolista, el macroproyecto impulsado por Luis Rubiales en Valencia, que se tragaría buena parte de los ingresos, precisamente ahora que ingresa el 0,5 % de los derechos televisivos (unos 9 millones de euros), un dinero que la Liga reparte con carácter finalista.

Los opositores a un Rubiales dedicado a hacerse con el sillón de la presidencia de la federación necesitan un 15 % de las firmas de los afiliados para convocar una asamblea que podría acabar en la destitución de la junta directiva. La AFE limita el número de mandatos a tres, por lo que Rubiales no podría volver a optar a su presidencia.