Cataluña, último objetivo de la maquinaria de desinformación rusa

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JOSEP LAGO | AFP

El análisis de los contenidos en redes sociales muestra la injerencia desmesurada de RT y Sputnik

18 nov 2017 . Actualizado a las 09:31 h.

Cada vez son más las acusaciones fundadas contra Rusia de que haya tratado de influir en casi todos los recientes procesos electorales y asuntos públicos relevantes de países occidentales. Cataluña fue al parecer el último objetivo de una estrategia que trata de desestabilizar a los adversarios de Vladimir Putin, la UE y Estados Unidos. Según Mira Milosevich-Juaristi, analista del Real Instituto Elcano, «la desinformación es uno de los principales instrumentos de la estrategia rusa de influencia política».

¿En qué elecciones ha intervenido Rusia?

El caso más evidente son las de EE. UU. de noviembre del 2016, confirmado por las informaciones comunicadas por Google, Twitter y Facebook a las comisiones de investigación parlamentarias. Se estima que fueron activadas 30.000 cuentas rusas o prorrusas en Twitter hasta el final de la campaña, la mayor parte de ellas ya desactivadas, que publicaron 1,4 millones de mensajes, reproducidos 288 millones de veces. En Facebook se identificaron 80.000 mensajes, vistos por 126 millones de personas. Una parte importante de los mensajes tenían como objetivo criticar y desprestigiar a la candidata demócrata, Hillary Clinton. En el Reino Unido, según un estudio de la Universidad de California, una red de 150.000 cuentas rusas y prorrusas de Twitter publicaron numerosos mensajes en los dos días previos al referendo sobre el brexit, la mayoría favorables a la salida de la UE. Pero una parte de ellos apostaban por la permanencia, lo que los especialistas interpretan como una maniobra para aumentar las divisiones políticas en el Reino Unido. En las elecciones que dieron la victoria a Emmanuel Macron también se denunciaron injerencias rusas, aunque no hay datos.

¿Hay datos sobre la injerencia en Cataluña?

Sí. Según una investigación de la Universidad George Washington, llevada a cabo por el investigador español Javier Lesaca, el análisis de más de cinco millones de publicaciones sobre Cataluña en Twitter, Facebook y otras redes sociales de entre el 29 de septiembre y el 5 de octubre, ofrece suficientes pruebas para concluir que los medios estatales rusos RT y Sputnik «han desarrollado una estrategia deliberada de intervención en la conversación global digital sobre Cataluña». Sus contenidos fueron compartidos casi 48.000 veces por una potencial audiencia de 125,9 millones, y se convirtieron en el segundo agente mediático internacional más influyente -el cuarto en total, incluyendo los españoles- en la conversación global sobre el referendo catalán. Una presencia totalmente desmesurada, tratándose de medios rusos. Un 50 % de los mensajes de RT incidían en la violencia policial durante el 1-O y solo un 20 % eran neutrales. Las diez historias más compartidas de Sputnik fueron favorables a la narrativa independentista. Lesaca señala que hay suficientes evidencias para sospechar que hubo un intento deliberado de RT y Sputnik de «desestabilizar la imagen del Gobierno de España y de la UE».

¿Se utilizan robots y cuentas falsas para difundir los mensajes?

De acuerdo con el estudio citado, y a partir del análisis de las 65 cuentas más activas en compartir contenido de RT y Sputnik, solo dos «parecen seguir una conducta humana en sus estrategias de publicación e interacción». Seis pertenecen a perfiles oficiales de los dos medios. Las otras 57 «no son identificables con ninguna persona o institución real, no generan contenido original y están simplemente dedicadas a propagar contenido generado por otros de una forma constante, sistemática y masiva». Lesaca concluye que el 87 % de los principales perfiles correspondían a cuentas falsas, controladas o manejadas por bots digitales. La tercera parte de las diez cuentas más activas al difundir los mensajes de RT y Sputnik tienen su origen en Venezuela y son favorables al régimen chavista.

¿Qué dice el Gobierno español?

El Gobierno insiste en que jamás acusó al Kremlin de estar tras los mensajes intoxicadores favorables al independentismo con los que se ha bombardeado en Internet desde el estallido de la crisis en Cataluña, aunque apunta que es un asunto transnacional en el que ya trabaja la Unión Europea. Respecto al 21D, se garantiza al completo la seguridad de sus resultados, pues en caso de duda se recurriría a las actas de las mesas.