Ninguno de los dos grandes bloques tienen asegurada la victoria en Cataluña

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / LA VOZ

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Alberto Estévez | EFE

A un mes de la cita electoral, la última encuesta publicada apunta a una ajustadísima mayoría de los independentistas

21 nov 2017 . Actualizado a las 10:41 h.

A falta de un mes exacto para la celebración de las elecciones autonómicas en Cataluña convocadas bajo el paraguas del artículo 155 de la Constitución, todas las encuestas publicadas hasta la fecha reflejan una igualdad entre los dos bloques que se han conformado a lo largo del desafío secesionista. La última conocida, elaborada por GESOP a partir de más de 800 entrevistas y publicada ayer en El Periódico, refleja que los independentistas lograrían una ajustadísima mayoría que podría bailar entre los 68 y los 71 escaños de los 135 totales. Hace un mes, otra publicada en el mismo diario les concedía de 70 a 73, una ventaja algo superior. En el ejercicio demoscópico hay que tener en cuenta la peculiaridad de los comunes de Ada Colau, que el 21D concurren de la mano de Podemos, dos formaciones que se han caracterizado por su mensaje contra la independencia, pero que a la hora de la verdad casi siempre han coincidido con los secesionistas, tanto en votaciones en las Cámaras como en manifestaciones, por lo que resulta complicado encuadrarlos.

Una media de los sondeos publicados hasta hoy, un 51,6 % estarían contra la autodeterminación frente a un 46,7 %, a favor. El restante 1,7 % votaría a fuerzas que no alcanzan representación parlamentaria.

Inés Arrimadas aspira a ser investida presidenta por el bloque constitucionalista. Ciudadanos apunta a que se convertirá en la formación que capitalizará más el conflicto, con una intención de voto del 18,6 %. Se ha encontrado con el caldo de cultivo perfecto para dispararse, ya que es un partido que nació en Cataluña por y para combatir el independentismo, pero se enfrenta al gran reto de no desinflarse al final, como suele sucederle.

El PSC le sigue de cerca con un ascenso hasta el 18,1 %, que en parte puede deberse a la irrupción del exministro Josep Borrell, lejos de la primera línea política desde hace años, pero también a la apertura transversal que Miquel Iceta hizo del partido hace miembros moderados de la antigua Unió y de Federalistas de Esquerra, entre otras agrupaciones.

El PP está en una posición difícil, con tan solo un 5,7 % de apoyos. Consideran que Ciudadanos les arrebata votos. Fuentes de la dirección admiten que tienen un problema: «Son socios y rivales», y acusan a los de Albert Rivera de «deslealtad y oportunismo». Para darle la vuelta a las encuestas, harán una campaña «en positivo» sobre la determinación de Rajoy al aplicar el 155. Además del presidente del Gobierno, acudirán a mítines y otros actos electorales varios de los pesos pesados del PP, como la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría y el presidente Alberto Núñez Feijoo.

El PDECat recupera terreno

Los comunes de Ada Colau, en colaboración con Pablo Iglesias, cuentan con muchas opciones de convertirse en los árbitros del futuro Parlamento autonómico. Podemos ha sacrificado su imagen en el resto de España a costa de su proyecto en Cataluña. En la precampaña ha señalado a los independentistas de ERC como socios preferentes, siempre y cuando renunciaran a la DUI. Su rechazo a la declaración unilateral y al 155 son sus grandes banderas. Las encuestas les dan un 8,6 %.

El frente secesionista lo lidera ERC, con un 23,9 %. Con su líder Oriol Junqueras haciéndose el mártir en la cárcel y la candidata Marta Rovira acusando al Gobierno de querer «muertos en las calles», en los últimos sondeos ha perdido fuerza en favor del PDECat (16,5 %), que ha logrado frenar su caída libre criticando a ERC por rechazar la lista conjunta y, en especial, tras el fichaje de Jordi Sánchez, de la ANC, y otros independientes. Los antisistema de la CUP, que en principio habían rechazado presentarse, mantienen su discurso rupturista y un 6,3 % de intención de voto.