La trama dirigida por Ignacio González infló un 400 % cursos para carniceros en Panamá

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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Víctor Lerena | efe

Existen indicios relacionados con la empresa Mercasa, controlada por el hermano del expresidente de la Comunidad de Madrid en el país centroamericano

09 dic 2017 . Actualizado a las 08:52 h.

Los flecos de las supuestas actividades ilícitas de la trama Lezo, que encabeza Ignacio González, el que fuera expresidente de la Comunidad de Madrid y mano derecha de Esperanza Aguirre, se van conociendo en la medida en que avanza la investigación judicial dirigida por el juez de la Audiencia Nacional, José de la Mata. En una de las piezas de esta causa, en la que se indaga el enriquecimiento ilícito de personas vinculadas la trama, se rastrea la actividad de Mercasa, cuya área de Estrategia controlaba el hermano del exalto cargo del PP, y donde el juez detectó que se inflaron hasta un 400 % cursos de formación destinados al mercado minorista de Panamá.

Según publica El Confidencial, el magistrado ya ha tomado declaración como testigos a varios encargados de los cursos, destinados a ofrecer consejos de manipulación del producto a pescaderos y carniceros y a formarles en el uso de la congelación y la cadena de frío. Tras estos interrogatorios el magistrado concluyó que la trama utilizaba o intermediarios locales a los que nutría con mordidas como regalos o viajes para firmar los contratos, que inflaba de manera desproporcionada. En un auto, el juez explica que «estos sobreprecios y comisiones pudieron haber ido destinados al lucro propio de algunas de las personas intervinientes». De la Mata asegura que existen indicios relacionados con la empresa Mercasa controlada por el hermano de González en Panamá «en relación con una actividad comercial de formación celebrada con las autoridades de aquel país y que fue conseguida por adjudicación directa». El juez prosigue en su escrito reflejando que estos cursos «habrían conllevado sobrecostes de hasta un 400 %».

Otros países

Hasta el momento, la investigación alcanzaba los contratos obtenidos por la trama en Angola con una empresa perteneciente al Ministerio de Comercio del país africano y la participación del comisionista Guillerme Augusto de Oliveira Taveira, que llegó a embolsarse a través de varias de sus sociedades, hasta 20 millones de euros por servicios muchas veces inexistentes. También se detectaron actividades fraudulentas de la trama en Santo Domingo, en este caso en la construcción de un gran mercado mayorista. Pero el juez detectó prácticas fraudulentas semejantes a las realizadas en estos países en Panamá, donde De la Maza investiga ahora las actividades de la trama dirigida por Ignacio González.