Así es ahora la vida del guardia urbano que quedó tetrapléjico tras una pedrada por la que fue condenado Rodrigo Lanza
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«Nuestro día a día es complicado como todas las familias con una persona con daño cerebral a su cargo», cuenta la mujer de Juan José Salas Rodríguez, casado y con cuatro hijos
14 dic 2017 . Actualizado a las 13:41 h.Juan José Salas Rodríguez, el guardia urbano de Barcelona que quedó tetrapléjico por una pedrada en un desalojo okupa en 2006 por la que fue condenado el antisistema Rodrigo Lanza, está casado y tiene cuatro hijos, Ricardo, Laura, Beatriz y Roberto. Este último tenía tan solo seis años cuando su padre se quedó en una silla de ruedas.
La mujer de Juan José ha contado hoy en Herrera en Cope como es su vida actualmente. «Él está, dentro del daño que tiene, estable. Es feliz porque vive con sus hijos y su familia. Nuestro día a día es complicado como todas las familias con una persona con daño cerebral a su cargo lo saben. Intentamos ser lo más felices posibles» contó María Rosa a Carlos Herrera.
También contó que su esposo no es consciente de los hechos en los que se ha visto implicado en los últimos días Rodrigo Lanza, detenido en Zaragoza bajo la acusación de ser el autor material de la agresión mortal a Víctor Laínez por llevar unos tirantes con la bandera española. «No, estas cosas a él no le llegan. Tiene un daño importante. Vive su día a día, pero no nos puede escuchar», aseguró María Rosa en el programa de la Herrera en Cope.
También mostró su repulsa a cualquier forma de violencia. «La violencia nunca trae nada bueno pero nosotros podemos revertir eso. Podemos hacer que el odio no nos atrape y nos lleve por camino que no queremos. Hay que intentar ser personas de paz. Es lo que quiero para mi familia también», confesó la mujer del guardia urbano.
Rodrigo Lanza, radical antisistema y conocido del movimiento okupa, se declaró inocente de la pedrada que dejó tetrapléjico al agente de la Guardia Urbana de Barcelona pero el tribunal los condenó por los hechos. La Audiencia de Barcelona condenó en el 2008 a Rodrigo Lanza a cuatro años y medio de cárcel por atentado.
La sentencia recalcó que no existía «la más mínima duda» que fue él quien lanzó al policía una piedra que provocó que cayese al suelo lo que le causó una grave lesión medular. Meses más tarde, el Tribunal Supremo elevó la condena a cinco años de prisión. Fue puesto en libertad tras cumplir dos años de condena y tras su excarcelación se trasladó a vivir a Zaragoza.
El caso generó una enorme indignación en los movimientos antisistema y derivó en un documental Ciutat morta que se estrenó en el 2013 en los circuitos independientes y cosechó una decena de premios.
En el vídeo se intentaba presentar lo ocurrido como un montaje policial, en un caso plagado de fallos en el que no faltaban los malos tratos policiales. Lanza se presentaba en la cinta como una víctima y siguió defendiendo su inocencia. «Me voy a vengar de todo esto», afirmaba entonces Rodrigo Lanza. «No sé cómo, no sé si violentamente, no me refiero a una venganza del vengador enmascarado, pero sí de hacer algo para volver a sentirme bien y decir que he logrado algo de equilibrio».
Rodrigo Lanza, de 33 años, pasa hoy a disposición judicial como presunto autor de la paliza que costó la vida a Víctor Laínez por llevar unos tirantes con la bandera española. La víctima. de 55 años de edad, falleció esta martes en el hospital. La agresión tuvo lugar el pasado viernes 8 de diciembre. La Policía considera a Lanza autor material de los hechos.