Los secesionistas recuperan su desafío dando por hecho que habrá república

Carlos Punzón
C. Punzón REDACCIÓN / LA VOZ

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Enric Fontcuberta | EFE

ANC advierte que solo reconocerá a Puigdemont como presidente legítimo de Cataluña

17 dic 2017 . Actualizado a las 09:36 h.

Conforme se acerca el día de las elecciones, los rostros más conocidos del independentismo catalán, los que siguen imputados, encarcelados o se han marchado del país, abandonan la calculada prudencia jurídica con la que en general han venido transmitiendo sus opiniones para decantarse sin ambages ya a favor de volver a las posiciones secesionistas.

Así, a tres días del final de campaña, Oriol Junqueras envió desde la cárcel de Estremera una carta y un mensaje de audio emitido el sábado en un mitin de ERC en Barcelona, en los que se muestra convencido de que la república es un sueño para su partido aún posible de alcanzar en Cataluña. «Somos nosotros los que pararemos la infamia», transmitió por el mismo método que empleó el viernes Jordi Sánchez. El líder de ANC y número dos de las lista de Junts per Catalunya ha sido trasladado de módulo en la cárcel de Soto del Real como medida disciplinaria por remitir un mensaje de audio fuera del penal. Él y Junqueras son objeto ya de un expediente de Instituciones Penitenciarias por dicha transgresión de las normas.

Junqueras transmitió su apoyo al secesionismo pero evitando comprometer más su situación jurídica, como hizo también en una entrevista mediante cuestionario al rechazar aclarar si reactivaría o no la declaración de independencia si dirigiese la Generalitat. «¡Viva el futuro presidente de la república de Cataluña», gritó el diputado de Esquerra Joan Tardá al terminar de leer la carta de su líder, quien recuperó la afirmación de que el Gobierno central habría advertido de que podría haber muertos en las calles con la independencia.

En el mismo acto electoral la presidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, proclamó «¡no frenarán la república!», pese a haber acatado ante el juez la aplicación del artículo 155 y señalar que la declaración de independencia había sido simbólica. «No se trata de ganar o perder unas elecciones, se trata de ganar o perder un país», abundó el sábado Forcadell.

Marta Rovira, que claramente abogó por convertir las urnas en república, se encargó de arremeter contra la lista de Puigdemont en un nuevo cruce de advertencias en el pulso que desde ambos márgenes del soberanismo se mantiene por reclamar la posible presidencia de la autonomía. «A nosotros nadie nos puede presionar. No tenemos ningún caso de corrupción, estamos libres de deudas, bancos e intereses», dijo en alusión a la situación económica de los convergentes.

La Asamblea Nacional Catalana (ANC) ha enviado a sus socios un correo advirtiendo que tras las elecciones solo reconocerán como «presidente legítimo» a Puigdemont». Indica la organización que solo de esa forma se anularán los efectos del 155 y se podrá implementar la república.

La CUP anuncia acciones de boicot y «hackeo» si no ganan los partidos independentistas

La CUP amenazó el sábado con llevar a cabo el bloqueo del funcionamiento del Parlamento catalán si sus votos son clave en la nueva Cámara y el resultado de las urnas se decanta a favor de las fuerzas constitucionalistas. Los anticapitalistas advierten que no aceptarán otro resultado más que el de la victoria independentista, pero no una simple suma de escaños favorable a los secesionistas. La exdiputada cupera Mireia Vehí advirtió ayer a ERC y a Junts per Catalunya que su boicot y sus «votos de bloqueo» y «hackeo» a la Cámara, como los denominó, se producirán igualmente si ambas formaciones renuncian a la unilateralidad en la declaración de la república y a materializar la independencia.

Vehí optó por no adelantar de qué manera bloquearía su formación la vida parlamentaria, pero aseguró que hay diversas fórmulas para hacer frente al resultado de las elecciones, que para la CUP «son ilegítimas».