Oriol Junqueras, cuando el hábito no hace al monje

Sara Carreira Piñeiro
Sara Carreira REDACCIÓN / LA VOZ

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Andreu Dalmau | Efe

De suaves maneras y voz conciliadora, Junqueras se ha abierto paso para liderar el independentismo

18 dic 2017 . Actualizado a las 07:37 h.

Vaticanista. Así definen a Oriol Junqueras, y lo hacen en los varios sentidos que puede tener la palabra: es católico practicante, ha estudiado en el Vaticano y es un gran estratega político de suaves formas pero rocoso fondo. Las habilidades del exvicepresidente de la Generalitat le han permitido que de su vida trascienda solo lo que él quiere; torear y ganar a Soraya Sáenz de Santamaría; y que su formación, a pesar del estropicio del procés, se presente como probable ganadora de las elecciones.

Oriol Junqueras juega a ser un hombre sencillo al que unas monjitas un día, viéndole tan listo, lo llevaron a estudiar con ellas. Esta es la versión hagiográfica. La realidad parece diferente: hijo de un catedrático de Dibujo en un instituto y de una enfermera, Junqueras era un niño acomodado cuando unas monjas animaron a sus padres a que lo enviasen al privadísimo Liceo Italiano de la Ciudad Condal.

Lo siguiente que se sabe de su vida es que se licencia en Historia Moderna y Contemporánea en 1996, cuando por su edad lo lógico hubiese sido en 1992. Dice como explicación que comenzó estudios de Económicas, que dejó pronto; tampoco parece que en el ínterin hubiese hecho la mili, aunque por la época todavía le tocaba. Algunas fuentes aseguran que empezó la universidad pasados los veinte años. Un misterio. El doctorado de Junqueras también es una yincana. Lo obtuvo en el 2002 en Historia del Pensamiento Económico por la UAB, la Autónoma, la misma universidad donde daba clases. Entre la licenciatura y el doctorado pasaron seis años en los que Junqueras se inscribió hasta en cuatro programas de doctorado diferentes, en principio sin terminar, o, como se explica en una biografía semioficial, que le condujeron a su título de doctor.

Para cuando se metió en política era profesor de Historia Medieval y Moderna de Japón y Corea. Tal vez este puesto, tan poco lucido, fue lo que le permitió repartir sus esfuerzos por otros derroteros. Por ejemplo, colaboró en documentales y programas de televisión sobre la historia de Cataluña; fundó una web informativa (www.directe!cat), de la cual fue director; hizo estancias académicas en Cuba; y conoció de primera mano los archivos vaticanos, donde estudió las relaciones de España y la Santa Sede durante la Guerra de Sucesión. Según algunos biógrafos, allí trató al cardenal Ratzinger, con quien hablaba de fútbol, su deporte favorito. Sobre el fútbol, hay una anécdota que refleja muy bien el carácter de Junqueras: confesó en una entrevista que no había visto la final del Mundial de Sudáfrica ni el gol de Iniesta porque estaba en Bruselas trabajando. Allí hizo amistad con José Manuel García-Margallo.

Eurodiputado y alcalde

En el 2011 fue elegido alcalde de Sant Vicent dels Horts, algo que compartió siempre, primero con el Europarlamento y después con la presidencia de Esquerra. Para algunos concejales, solo fue un trampolín para alguien que ha diseñado su carrera política al milímetro, evitando salidas de tono y conflictos. ¿Un ejemplo? En las elecciones municipales del 2015, ERC (que él presidía) animó a los alcaldes a colocar la estelada en los ayuntamientos, pero Junqueras no lo hizo porque «no es la bandera de todos los catalanes». Esas formas explican su corta pero sorprendente buena relación con Soraya Sáenz de Santamaría, quien creía poder controlar al independentista a cambio de financiación para una Cataluña arruinada hasta que se dio cuenta de que había sido una ilusión.

Y es que ese calificativo inicial de vaticanista o, dicen otros, jesuítico, se visualiza en las formas y el dulce tono de voz de Junqueras, que, como explican sus conocidos, «no fulmina a sus rivales políticos, los difumina». Desde que se hizo cargo de Esquerra, controla (o controlaba) el partido con reuniones sistemáticas con Marta Rovira, y al resto los distribuía en diferentes grupos de WhastApp según su zona. El control es (era) tal que en las reuniones de los últimos meses que tenía la asamblea de Esquerra los dirigentes de la formación, señores y señoras algunos con muchos años de militancia y lucha, tenían que entregar sus móviles antes de la reunión.

La entrada en prisión, dice su abogado, le ha costado diez kilos y mucho sufrimiento a su pareja, militante de ERC, y a sus dos hijos. Ella, Neus Bramosa, ?maestra de primaria, ha pedido la baja por enfermedad.

Oriol Junqueras

Nacimiento. Barcelona, 11 de abril de 1969

Profesión. Licenciado en Historia por la UAB. Profesor en la UAB

Vida personal. Con pareja. Tiene dos hijos, de 5 y 2 años

Un libro. «Sobre la libertad», de Stuart Mill; «Incierta gloria», de Joan Sales; o «La historia de Cataluña», de Joan Soldevila

Una película. «Novecento», de Bernardo Bertolucci

Series. «The Walking Dead»

Música. Alguna cosa de Verdi, Paco Ibáñez

En Twitter. @junqueras, desde abril del 2009. Tuits: 13.000. Seguidores: 484.000