El auto del juez desvela que el teléfono móvil de Diana Quer fue clave para resolver el caso

Javier Romero Doniz
JAVIER ROMERO VIGO / LA VOZ

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CARMELA QUEIJEIRO

La misma resolución judicial, del día 1, dice que Abuín Gey presenta «alta probabilidad de reiteración delictiva». Desde este viernes, puede comunicarse con su familia y su abogado

05 ene 2018 . Actualizado a las 20:12 h.

El teléfono de Diana Quer ha sido siempre la piedra angular de la investigación para dar con su paradero. Al inicio del caso, y gracias a los repetidores instalados en la zona, aportó un rastro en forma de señales, pero su relevancia fue a más cuando un mariscador encontró accidentalmente el aparato en la ensenada del río Beluso. El iPhone 6S de Diana pasó a ser entonces la primera prueba material del caso. Mucho se debatió en días posteriores sobre si el celular podía aportar luz a la investigación, por entonces en penumbra. Se llevó a Alemania para que una empresa especializada lo tratase. La falta de novedades hizo que las esperanzas depositadas en el dispositivo cayeran en el olvido. Pero el lunes, en el auto judicial que ordenaba el ingreso en prisión del Chicle, el juez, Félix Isaac Alonso, no dejaba lugar a dudas.

«La realización de nuevos registros en la memoria interna del terminal de Diana María Quer, de marca Apple, modelo iPhone 6, pudo determinar cuál fue el itinerario que la joven realizó el día de su desaparición, así como los medios a través de los que lo hizo, según el tráfico de llamadas, datos, mensajes, conexión/desconexión de red, CGI’s activadas, etcétera», expone el juez antes de reiterar que el móvil sí facilitó mucha información, y clave, más allá de que los especialistas de la Guardia Civil tuvieran, o no, esperanzas de obtener otros datos. La localización del móvil permitió también saber que el dispositivo se intentó desbloquear varias veces en la misma noche de la desaparición.

Lo primero que hizo la Guardia Civil, al descifrar la información que escondía el celular, fue hacer un estudio de los vehículos a motor que transitaban por los puntos kilométricos coincidentes con la ubicación del terminal de Diana en la autovía AG-11 sentido Padrón. El tramo que debía vigilarse era el comprendido entre el punto kilométrico 34,7 y el 34,3, en donde, detalla el auto judicial firmado el lunes, «se captó la imagen, a través de la cámara instalada en una estación de servicio, de un único coche que se incorporaba a la autovía a gran velocidad en sentido Padrón, y a escasos 37 segundos de la geolocalización arrojada por el desbloqueo de la memoria interna del móvil» de Diana Quer. La Guardia Civil no tardó en identificar al vehículo y a su propietario. A partir de ese momento, Abuín Gey, alias el Chicle, pasó a ocupar el primer puesto en el ránking de sospechosos.

Todas las precauciones

El juez, Félix Isaac Alonso, dedicó una parte importante del auto emitido un día después de la aparición del cuerpo de Diana a fundamentar el ingreso en prisión del Chicle. Ve en él a una persona con «alta probabilidad de reiteración delictiva», decreta que sea ingresado en el penal de Teixeiro de forma provisional para «evitar que continúe cometiendo ilícitos penales de la misma naturaleza que los presuntamente cometidos respecto de ella (en alusión a la joven de Boiro a la que intentó raptar el pasado día 25) y de Diana María Quer; respecto de lo que se aprecia un altísimo riesgo». El juez deja constancia del interés manifiesto que Abuín tendría hacia las chicas jóvenes, de cabello moreno y largo, para «asaltarlas en lugares aislados y en los que se pretendió su incomunicación mediante la inutilización de su terminal móvil». Ayer, el juez confirmó la prisión para Enrique Abuín.

Deja de estar incomunicado

Desde este viernes, sin embargo, deja de estar incomunicado y desde las tres de la tarde ya puede mantener contacto con su familia y su abogado. No está previsto que reciba visita alguna hasta el próximo lunes a las 16.30 horas, cuando mantendrá su primera reunión en la cárcel con su letrado, José Ramón Sierra, que ha este viernes ha vuelto a insistir en que si los datos de la autopsia, que se lleva a cabo en el Anatómico Forense de Verín (Ourense), revelan agresión sexual, abandonará la representación legal de su cliente.

Sierra acudió por la mañana a la cárcel de Teixeiro y dejó ropa a su cliente, que solo tenía la indumentaria que llevaba puesta el día de su detención y, pese a que no haber podido mantener contacto con él, explicó que los funcionarios de Teixeiro le certificaron que Abuín Gey «está bien» y recluido en el módulo de ingresos del penal.

El Chicle se ofreció voluntario para bajar al pozo y recuperar el cuerpo

José Enrique Abuín Gey sorprendió a más de uno de los presentes en el registro de la nave de Asados (Rianxo) en la que se localizó el cuerpo de Diana Quer siguiendo las indicaciones del autor confeso del crimen. Abuín habló de varias cosas, algunas personales, y cuando los buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil (GEAS) tenían todo listo para descender por el agujero de la perforación, descolocó a los presentes al presentarse voluntario para descender él mismo por el hoyo. La intención, según parece, sería colaborar, aunque el ofrecimiento fue rechazado tajantemente por los integrantes de la Guardia Civil que lo custodiaban.

Las señales de los dos teléfonos los situaban en el Alfa Romeo gris

El coronel de la Guardia Civil Manuel Sánchez Corbí razonó de forma elocuente, esta semana, que ahora que se conoce la forma de actuar del Chicle resulta muy sencillo sacar conclusiones sobre la investigación. Pero, cuando el caso se había convertido en un laberinto con incontables callejones sin salida, nada estaba claro. Más allá de las versiones aportadas por el Chicle, de manera informal y formal ante la Guardia Civil, lo cierto es que los responsables del caso pudieron atar nuevos cabos gracias al análisis del teléfono de Diana Quer. Una de las primeras conclusiones fue comprobar que los dos teléfonos móviles, el del Chicle y el de la joven madrileña, viajaban juntos en un mismo coche. Si a eso se añade que el turismo, el Alfa Romeo gris, estaba identificado, al igual que su propietario, el punto de mira sobre Abuín empezaba a ser cada vez más afinado.

El auto firmado el lunes por el juez instructor deja claro que el celular del Chicle cantó sus posiciones: «Se detectó también en los puntos kilométricos 34,4 a las 02.52.02 horas; en el punto kilométrico 31,030 a las 02.53.03 horas; en el punto kilométrico 25,195 a las 02.56.40 horas, en el punto kilométrico 19,245 a las 02.59.34 horas y en el 17,810 a las 03.00.14 horas. Con todo, se concluye en el informe que el terminal asociado a dicha línea -en alusión al número de teléfono del Chicle- y el terminal de Diana María Quer iban en el mismo vehículo». Sobre esto, añade el juez, el autor confeso de la muerte reconoce que fueron juntos en el turismo, pero que ella ya estaba muerta a causa de un supuesto atropello accidental, por lo que no reconoce la autoría de los delitos que se le imputan.

El Chicle contó a varios amigos que sabía el paradero de Diana Quer

La fama de mentiroso y fanfarrón en su entorno hizo que nadie le creyera

MARTA GÓMEZ

El perfil de José Enrique Abuín Gey, el Chicle, en su entorno contrasta con el que ofrecieron los mandos de la Guardia Civil cuando, el miércoles, destriparon la investigación que desencadenó la detención del barbanzano y su posterior confesión. Eso sí, coinciden en que se trata de un individuo «trapalleiro», tanto que, como en la fábula del pastor mentiroso, ni siquiera se le creyó cuando dijo a alguno de sus amigos que sabía dónde se encontraba el cadáver de Diana Quer.

La relación del Chicle con ciertas actividades ilícitas, como el furtivismo e incluso el trapicheo de drogas, no era un secreto en Rianxo. Entre sus vecinos y allegados no ocultan que no les hubiera sorprendido una nueva detención de Enrique por asuntos de ese tipo, «pero de andar á roubacha a matar a unha persoa... Ninguén pensaba tal cousa». Esta afirmación la reiteran conocidos y familiares. De hecho, él mismo iba contando por ahí sus fechorías, fueran ciertas o no: «É un farfallán, non lle crías nada, poñíase a falar dos seus trapicheos, de que movía un quilo de droga por aquí, outro por alá, que tiña na casa unha chea de cartos...». Uno de ellos recuerda como en alguna ocasión el Chicle fanfarroneó con que sabía dónde estaba Diana Quer: «Pero é que el é tan mentireiro, bota tanto por fóra, que xa non lle crías nada».

Transporte de droga

Relata un vecino un episodio ocurrido el pasado verano. El Chicle estaba en un establecimiento con un conocido y en un momento dado le ofreció llevar a destino un kilo de droga. Su interlocutor se negó asegurando que no le interesaba ese mundillo, y acto seguido Abuín le espetó que él sabía dónde estaba el cadáver de Diana Quer: «Non lle fixeron caso, quen llo ía crer? Se é un trapalleiro!». Además de ser un fanfarrón, muchos dudan de su astucia para cometer el crimen y ocultarlo durante tanto tiempo: «Non o sei, pero eu creo que non é tan listo para pensar el só todo iso. Non é tan listo. E andaba por aquí coma sempre, como é el, actuaba coma se nada».

Sin embargo, en su entorno más próximo, donde no quieren volver a verle ni en pintura, señalan que nunca hizo ningún comentario sobre el paradero de Diana Quer: «Dicía o que diría calquera, que quen sería o malnacido que levara á rapaza. Así como outras cousas si as contaba, iso gardouno moito. Cando o prenderan hai anos pola droga, xa levaba el un mes contando por aí que andaba movendo droga, pero disto non dixo nada, nin o podiamos imaxinar. Non é tan parvo como se pensaba».

En las fiestas

Otros vecinos del presunto asesino de Diana Quer se mostraban sorprendidos por la naturalidad con la que José Enrique Abuín Gey actuaba tras la desaparición de la chica. Cuando no se hablaba de otra cosa en toda la comarca de Barbanza, en las fiestas de Rianxo, menos de un mes después de que a la joven madrileña pareciera que se la tragara la tierra, comentaba con otra pareja del municipio que al que se la había llevado «´había que colgalo´. Hai que ter sangue frío para dicir iso sabendo onde estaba a rapaza. Tan listo non será, pero mira que sangue frío tivo para andar por aí tan pancho».

Servizos Sociais de Rianxo ofrece ayuda psicológica a los familiares de Abuín

El fatal desenlace de la desaparición de Diana Quer que durante casi medio millar de días tuvo en vilo a la comarca de Barbanza ha impactado de lleno en otra familia, la del presunto asesino, José Enrique Abuín, que, sin duda, precisará ayuda para sobrellevar las repercusiones del crimen machista. Por este motivo, el Concello de Rianxo, a través de la concejala de Servizos Sociais, Adelina Ces, que acudió a la casa paterna en Asados, ha puesto a disposición de los parientes del Chicle ayuda psicológica para aminorar el trauma.

A través del mismo departamento municipal se contactará con los centros educativos en los que estudian los menores, con el fin de evitar que la situación pueda perjudicar el normal desarrollo de sus actividades.

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