Caso Diana Quer, la infamia que se repitió

Ramón Ares Noal
MONCHO ARES RIBEIRA / LA VOZ

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CARMELA QUEIJEIRO

Escenarios del crimen de la joven madrileña coinciden con los de otra chica violada y asesinada hace 35 años

14 ene 2018 . Actualizado a las 09:22 h.

Cuando un crimen machista como el de Diana Quer golpea a una sociedad, siempre hay quien trata de hallar una explicación que aminore el impacto de lo incomprensible. Y una de las justificaciones más socorridas suele englobarse en la frase «eso antes no pasaba». Sin embargo, un suceso con similitudes al que acabó con la vida de la joven madrileña tuvo prácticamente los mismos escenarios en julio de 1982, es decir, separados en el tiempo por 35 años, pero con tantas coincidencias que se podría asegurar que, desgraciadamente, la infamia, como ocurre con la historia, se repite para escarnio de quienes recurren al olvido como terapia para tratar de superar las tragedias.

El miércoles 7 de julio de 1982 se celebraba la última jornada de las fiestas de verano de Boiro, y al día siguiente, los familiares de una chica natural de Vilagarcía y de 18 años de edad, que pasaba las celebraciones en casa de su abuela en el municipio barbanzano, denunciaron que no había regresado a casa esa madrugada.

El cadáver de la joven fue encontrado el mismo jueves por la noche, en A Xunqueira, en A Pobra, a unos doscientos metros de donde, el 22 de agosto del 2016, se vio por última vez a Diana Quer caminando de regreso a su casa veraniega de O Xobre-Cabío, tras disfrutar de las fiestas del Carmen de Os Pincheiros.

Detenidos, en horas

Los autores del crimen fueron detenidos en cuestión de horas y confesaron el delito ante la Guardia Civil. Se trataba de José Benito González, de 21 años de edad, natural de Rianxo y vecino de A Pobra; y José Luis Romero Yuste, de 20 años, de Aguilar de Campoo y residente en la misma villa.

En la información del juicio celebrado el 25 de mayo de 1983 publicada en La Voz de Galicia se constatan las coincidencias de los dos casos. Ambos asesinatos tuvieron como punto de origen la madrugada de unas fiestas. En el de hace 35 años, los asesinos llevaron primero a casa a una amiga de la víctima, que residía en Taragoña, la misma población en la que tiene su vivienda familiar el Chicle.

Tras dejar a la rianxeira en su casa, José Benito González y José Luis Romero se fueron con la chica a la playa de Cabío, situada a un kilómetro aproximado de una finca en la que, dos décadas más tarde, se construirían los chalés adosados donde acabaría comprando una vivienda la familia Quer López.

En el paraje costero del municipio pobrense, los dos individuos consumaron la violación de la vilagarciana, la cual, tratando de defenderse, acabó inconsciente tras el intento de estrangulamiento a manos de José Benito González. Posteriormente, se dirigieron en coche a la playa de O Areal que tanto dio que hablar en el caso de la desaparición de Diana Quer; se desviaron hacia la zona de A Xunqueira y arrojaron el cuerpo a la desembocadura del río.

Según quedó de manifiesto en el juicio, la joven no había fallecido, como creyeron sus asesinos, porque, al contacto con el agua, empezó a moverse, a pesar de que estaba boca abajo. Al verla, desde la orilla, y empleando un palo, la empujaron repetidas veces por la espalda, sumergiéndola hasta que se ahogó.

Conmoción en la comarca

El suceso conmocionó a la comarca, y más todavía cuando se supo de la crueldad con la que habían actuado los asesinos que, además, trataron de hacer ver que el fallecimiento había sido a consecuencia de una sobredosis de droga, para lo cual no dudaron en inyectarle una sustancia que previamente habían sustraído del botiquín del barco del padre de José Benito.

Cada uno de los autores del crimen fue condenado a un total de 48 años de prisión por violación y asesinato. José Benito quedó libre en el 2001, pero volvió a ser detenido en el 2008 por una agresión sexual contra su esposa por la que le pidieron cuatro años de cárcel.