El giro de Sánchez reagrupa al PSOE

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID/ LA VOZ

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Julio Muñoz | Efe

Los críticos acercan posturas tras el abandono del discurso de la nación de naciones, el apoyo al artículo 155, la ruptura con Podemos y la disposición a negociar con Rajoy

24 ene 2018 . Actualizado a las 10:18 h.

Las heridas no se han curado, pero algo está cambiando en el PSOE. Después de mucho tiempo de desconfianza mutua, el secretario general socialista, Pedro Sánchez, y la presidenta andaluza, Susana Díaz, comparecieron este martes juntos por primera vez desde el congreso del PSOE andaluz de julio del 2017. Y, aunque en lo personal siguen distanciados, ambos enviaron señales de querer pasar página y centrarse en que el partido recupere el terreno perdido. «Eso será para Frozen», ironizó este martes Díaz al ser preguntada por el «deshielo» en las relaciones de ambos dirigentes. Pero Sánchez añadió luego que «las discrepancias que hubo en el pasado han quedado superadas» y ahora «estamos todos remando en la misma dirección».

La nación de naciones, aparcada

Sea realidad o solo deseo, lo cierto es que el aparente acercamiento ha sido posible gracias al giro casi total en el discurso emprendido en los últimos meses por el secretario general del PSOE en las cuestiones clave que llevaron a su dramática defenestración en el comité federal de octubre del 2016. Un mes después de aquello, Sánchez defendió que el PSOE debía trabajar «codo con codo» con Podemos, dijo que se equivocó al tachar de populista al partido de Iglesias, defendió la necesidad de pactar con los nacionalistas catalanes, aseguró que España es una «nación de naciones», -concepto este último que incorporó a la posición oficial del PSOE cuando recuperó la secretaría general- y, en línea con el discurso del «no es no», rechazó cualquier tipo de negociación o pacto con Mariano Rajoy. Hoy, no queda prácticamente nada de todo aquello.

El discurso de la nación de naciones que generaba malestar en numerosas federaciones, entre ellas la andaluza, ha sido aparcado por considerarse inapropiado en plena crisis independentista en Cataluña. Sánchez, que se ha situado -y este martes lo reiteró- de la mano del Gobierno de Rajoy en la aplicación del artículo 155 de la Constitución, rechazó pronunciarse sobre la «plurinacionalidad» de España al ser preguntado por la prensa.

Podemos ya no es preferente

El líder del PSOE rechaza también ahora cualquier acercamiento con los independentistas. Pero, además, Sánchez ha renunciado a su idea de forjar una alianza de izquierda y ha dejado oficialmente de considerar a Podemos como «socio preferente».

Del «no es no» a los pactos

Y el último bandazo del líder socialista es su disposición a alcanzar grandes acuerdos con el Gobierno de Mariano Rajoy en materias como la financiación autonómica o la política del agua. En ese giro estratégico tiene mucho que ver el deseo de los dos grandes partidos de frenar es espectacular avance de Ciudadanos que reflejan los sondeos, en algunos de los cuales la formación de Albert Rivera aparece ya como primera fuerza, superando a nivel nacional a los dos grandes referentes históricos del bipartidismo después de haberlo hecho ampliamente en Cataluña.

El presidente de Asturias y ex presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, celebró este martes que Sánchez «rectifique» en su antigua oposición a negociar con Rajoy. «Está bien cuando se rectifica, si se rectifica en la buena dirección», señaló Fernández, que fue quien condujo al PSOE a abstenerse en la votación de investidura del líder del PP frente a la radical oposición de Sánchez, que le llevó incluso a abandonar su escaño como diputado socialista. El presidente asturiano explicó que gracias a aquella abstención «Rajoy tiene un Gobierno en minoría y tiene que negociar». «Algo, poco, negoció conmigo; y ahora está negociando con la dirección del PSOE» aseguró, dando por hecho que Sánchez negocia con Rajoy.