Torrent advierte a Puigdemont que «Cataluña necesita un Gobierno efectivo» desde ya

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

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EMMANUEL DUNAND | afp

El Gobierno impidió al nuevo presidente del Parlament catalán y al expresidente del Ejecutivo calatán reunirse en la delegación de la Generalitat

25 ene 2018 . Actualizado a las 07:22 h.

¿Estará presente Carles Puigdemont en el debate de investidura que previsiblemente se celebrará el próximo martes? El expresidente de la Generalitat aseguró ayer que «hay muchas posibilidades» de que eso ocurra: «La investidura presencial es lo ideal», aseguró el prófugo de la Justicia española, al que se le imputan delitos de rebelión, sedición y malversación de fondos públicos.

El expresidente insiste en unir a fuego el futuro Ejecutivo catalán al suyo propio. Sus socios de ERC viven pendientes de cada uno de sus pasos. Consciente de ello, no ha tenido reparo en prolongar la incertidumbre sobre cuál será su siguiente maniobra. Los cálculos personales de Puigdemont chocaron ayer con las expectativas del nuevo presidente del Parlament catalán, Roger Torrent, quien quiere recuperar la normalidad en la Cámara.

Los dos mantuvieron un encuentro en la sede de la Alianza Libre Europea después de que se les denegase a la comitiva de fugitivos (Puigdemont y los exconsejeros Antonio Comín, Lluís Puig, Meritxell Serret y Clara Ponsatí) la entrada y celebración de la reunión en el edificio de la delegación catalana, gestionada por el Ministerio de Exteriores desde que se activó el artículo 155. La medida levantó la ira de los independentistas: «Es territorio belga, así que nos reservamos acciones legales como consecuencia de este veto indigno», anunció el portavoz en Bruselas de Junts per Catalunya, Joan Maria Piqué. El propio Torrent calificó la prohibición de «escandalosa» y «anómala desde el punto de vista democrático» antes de anunciar que encargaría a los servicios jurídicos del Parlamento que estudien si hubo una «vulneración de derechos fundamentales». La respuesta del Gobierno español fue clara: la delegación está bajo su tutela y no autoriza la reunión.

Ambos apuntaron al Ejecutivo español como responsable del exilio de Puigdemont, obviando que fue el exdirigente catalán el que emprendió la huida para evitar la prisión preventiva a la que sí está sometido el líder de ERC, Oriol Junqueras. Y es aquí donde los roces con los diputados fugitivos amenazan con tensar las relaciones entre los dos socios independentistas. Torrent no dudó en presionar a Puigdemont para que no entorpezca con sus planes la formación de un nuevo Ejecutivo catalán. «Necesitamos un Gobierno lo más rápidamente posible, efectivo y que pueda trabajar desde el minuto uno para recuperar las instituciones de las manos del 155», sostuvo. Y esa es una misión muy difícil de cumplir por Skype. No solo es complejo sino indeseable para sus socios.

Por el momento, Puigdemont sigue regateando y buscando fórmulas de investidura a distancia. «Esperamos que el debate de investidura se celebre con normalidad democrática y para eso la mejor señal es que todos pudiéramos estar en ese debate», aseguró el expresidente intentando justificar su posible ausencia. Insiste en imponer condiciones a su retorno porque su principal prioridad es la de no caer en manos de la Justicia. Quiere que sea el Gobierno español el que le garantice impunidad.