Feijoo da un nuevo paso en Madrid como hombre fuerte del PP

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID | LA VOZ

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Con un discurso regionalista, el titular de la Xunta sale en defensa de su partido y critica la falta de trazabilidad de Ciudadanos

29 ene 2018 . Actualizado a las 15:28 h.

Alberto Núñez Feijoo protagonizó este lunes un desayuno informativo en Madrid en el que dio un nuevo paso al frente como el gran hombre fuerte del PP. Con la autoridad que le concedieron las urnas en las últimas elecciones autonómicas, en las que revalidó la mayoría absoluta convirtiéndose así en el único dirigente popular que gobierna en España sin la necesidad de aliados, el titular de la Xunta agarró con una mano el escudo para proteger las siglas de su formación y con la otra una lanza con la que respondió a los numerosos ataques a los que se ven sometidos tanto Moncloa como Génova desde los nefastos resultados del pasado 21 de diciembre en Cataluña.

«Ni mi país ni mi partido merecen la flagelación eterna y permanente», comentó, ensalzando varios de los progresos socioeconómicos de los últimos años liderados por el Gobierno de Rajoy. Admitió que España cuenta con «aspectos mejorables», citando problemas con la corrupción, el funcionamientos de las organizaciones políticas o la relación entre los partidos, pero que el discurso tan pesimista que pesa sobre el país no es del todo justo. El presidente autonómico rescató la conferencia ofrecida por la autora gallega Emilia Pardo Bazán en París en el año 1899 en la que parece que se acuñó la expresión leyenda negra para recordar que esta sensación de flaqueza como Estado no es algo nuevo, pero que si a finales del XIX el origen de estas dificultades tenían su raíz en las potencias extranjeras enemigas, en esta ocasión procede de dentro, dijo, al tiempo que alabó la intervención de la profesora universitaria danesa que la pasada semana le reprochó al expresidente catalán Carles Puigdemont,«un prófugo de la Justicia», su comportamiento y su discurso victimista.

A su vez, dirigió un sostenido ataque contra Ciudadanos, partido al que acusó de falta de «trazabilidad» y de haberse encarnado en «el nuevo fariseísmo que proclama su absoluta perfección». Feijoo recordó que «no hay políticos infalibles, sino políticos fiables», afeando de forma velada a Albert Rivera un discurso demagogo y de falta de experiencia, algo que consideró que en ningún momento puede considerarse un plus.

«En cualquier mercado, en cualquier país... La trazabilidad es muy importante. Nosotros (Galicia) somos la primera conservera del mundo después de Tailandia. Lo que quieren los conserveros gallegos es que se concrete el origen, si la fábricas están en condiciones, que se concrete el salario de los trabajadores... la trazabilidad es muy importante, y en política también. Nuestro partido, con todos sus inconvenientes, es fiable», presumió el titular de la Xunta. «Ellos (por Ciudadanos) son imprevisibles. Pueden decir no al 155 y después ser el Apóstol del 155; puede decirle a una senadora de Murcia que tiene que irse, pero la de Ciudadanos en la asamblea de Extremadura puede quedarse», dijo en referencia a una diputada naranja investigada en un caso de corrupción urbanística.

Feijoo defendió «la aplicación práctica del depende frente a la radicalidad de los extremos», la búsqueda del punto medio, que se comprometió a realizar «hasta la saciedad», e invitó a la audiencia a que se fiaran más «de los políticos que les responden con el depende frente a los que dan respuestas de sabelotodo», en lo que pareció otra embestida a Rivera.

«Hemos de recuperar esos votos. Pero no contra Ciudadanos. Oigan, que nosotros llevamos aquí desde después de la Constitución (1978). Fraga hizo un gran partido de centroderecha que ha sido muy útil en España». Para culminar este ataque, Feijoo sacó a relucir la falta de estructura de la formación que lidera Albert Rivera: «Fichan a más personas del PP que nosotros de Ciudadanos».

Sucesión al frente del PP

Cada vez son más numerosas e importantes las voces que señalan a Feijoo como el sucesor de Rajoy al frente del PP. «¿Estamos ante su sucesor natural?», le preguntaron en el acto organizado por Europa Press. «Obviamente, no», respondió, volviendo a mostrar su compromiso adquirido en Galicia en las pasadas elecciones, e insistiendo en que el actual presidente «está cumpliendo con sus funciones», por lo que cree que «empezar a hablar de lo que pueda ocurrir a partir del 2020 no es serio». El moderador del acto insistió: «¿Llegado el momento, usted estaría dispuesto a dar el paso?». Esta vez su respuesta fue algo menos contundente que en otras ocasiones. «Antes le hablé del depende y el sabelotodo. A nosotros nos gusta más el depende».

Un Gobierno desde la República Dominicana

Feijoo tocó todos los temas de actualidad. Por supuesto, no faltó la situación en Cataluña. Consideró como «muy buena» la última resolución del Constitucional mediante la que se impide la investidura de Puigdemont, «porque da tranquilidad a los españoles, restablece el Estado de Derecho y nos da confianza», y porque además «ahuyenta cualquier posibilidad de que en el futuro un presidente autonómico dirija su gobierno desde la República dominicana», comentó. De nuevo el moderador volvió a aparecer: «¿Está pensando en alguien? Dice lo de la República Dominicana muy seguro», le cuestionó. La respuesta de Feijoo acabó de seducir al público que abarrotó la sala de este céntrico hotel de la capital española, repleto de políticos, empresarios y otro tipo de personalidades: «En el norte siempre estamos deseando ver el sol. Jamás me iría a Bruselas», dijo, provocando las carcajadas de todo el auditorio.

Entre la audiencia se encontraba la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría; la presidenta del Congreso, Ana Pastor; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes; la ministra de Empleo, Fátima Báñez; el titular de Justicia, Rafael Catalá, y la responsable de Sanidad, Dolors Montserrat. A esta última dirigió un mensaje muy claro contra la financiación «per cápita» de las Comunidaes autónomas, augurando que llegado el caso, la distribución poblacional en el territorio motivará que «a unas les sobrará dinero y a otros no les llegará», unas palabras que justificó que los sectores de la población de más edad realizan un gasto mucho más elevado que los jóvenes. Respecto a la actualización del sistema de financiación autonómica, Feijoo destacó la importancia de que las cúpulas de los dos principales partidos en España lleguen a un acuerdo. Al mismo tiempo, invitó a PNV y Ciudadanos a que desbloqueen las negociaciones sobre los Presupuestos del 2018, porque desde su punto de vista no existen razones para que se enroquen de esa manera.

«Nosotros tenemos un modelo federal»

Feijoo tampoco rehuyó la cuestión territorial. «Nosotros tenemos un modelo federal», defendió el titular de la Xunta. «Yo tengo muchas más competencias que cualquier dirigente de un lander alemán. Si eso rebaja las tensiones, por un problema de nombres no debería de quedar. Pero les aseguro que las competencias de un presidente autonómico son importantes», aseguró, tratando de restarle importancia al nombre del Estado, pero defendiendo la España de las autonomías y especialmente el papel que ocupa Galicia en la misma. «Parece aceptable pedir que se defienda el modelo de autogobierno. Me veo empujado por un patriotismo galaico. La tolerancia, el diálogo y la cohesión. Galicia es uno de esos lugares de Europa entre los que se puede cultivar lo propio sin menospreciar lo ajeno», dijo en su discurso regionalista mientras brillaba el escudo gallego en la solapa de su chaqueta.

El milagro portugués

Por último, varias de las cuestiones estuvieron encaminadas a su opinión sobre el pujante norte de Portugal y el peligro de que acabe perjudicando a Galicia, una cuestión sobre la que La Voz de Galicia viene publicando a lo largo de la última semana una serie de reportajes en los que se analiza a fondo este «milagro económico» del país vecino. Feijoo admitió que al otro lado del Miño se ha instalado una competencia terrible, y apuntó a varias medias duras que tuvo que afrontar el Gobierno luso para combatir la crisis, como la transformación de todas las autovías en carreteras de peaje, la implantación de tasas en la atención médica o el tijeretazo en la nómina de todos los funcionarios. Feijoo considera que la competencia de Portugal es «inevitable» porque los convenios en el país vecino son «entre el 15-20% más baratos» y que además cuentan con incentivos de la UE de hasta el 20% de la inversión, mientras en Galicia no se sobrepasa del 10%. También apuntó que en los gobiernos de izquierda la conflictividad laboral siempre es menor, y que en Portugal no se ha registrado ni un solo parón desde que el nuevo Gobierno llegó al poder. No obstante, alabó el papel constructivo que están teniendo CC. OO. y UGT, los dos grandes sindicatos españoles.

De todas formas, recordó que el número de portugueses que cobran su salario en Galicia asciende hasta los 7.500, mientras que el conjunto de españoles que trabajan en el norte de Portugal son tan solo 2.400 personas.

Finalmente, apuntó que la economía gallega crece «medio punto más que la portuguesa, nuestras cuentas y empresas están saneadas».