El PSOE acusa al PP de «utilizar a los muertos para hacer política»

f. b. MADRID / LA VOZ

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Rodrigo Jiménez | EFE

Lamenta la postura sobre la prisión permanente revisable al abrigo del caso Diana Quer

20 mar 2018 . Actualizado a las 12:07 h.

La puerta de entrada del cuartel general del PP, ubicado en la famosa Génova 13, lucía ayer dos carteles invitando a firmar a favor de la cadena perpetua revisable. En los últimos días los populares han convertido este tema en su gran caballo de batalla para cargar contra las otras formaciones políticas, a las que acusa de ponerse de acuerdo para su derogación a pesar de que disfruta del respaldo del 80 % de la población. Este fin de semana fue el propio Rajoy el que avanzó que propondrán que se amplíe de ocho a once los supuestos a los que se podrá aplicar esta pena.

La oposición no piensa quedarse de brazos cruzados, y tanto PSOE como Podemos salieron ayer a criticar que el entusiasmo de los populares durante estas últimas semanas se contextualiza al abrigo del caso Diana Quer.

El portavoz de la ejecutiva federal, Óscar Puente, acusó ayer al Gobierno de «utilizar a los muertos para hacer política». En la misma línea se pronunció la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, que tildó al Ejecutivo de oportunista por haber anunciado su intención de reformar el código penal incluyendo un supuesto que encaja a la perfección con el caso de la joven madrileña asesinada el pasado verano en A Pobra do Caramiñal.

Podemos también reafirmó ayer a través de su secretario de organización, Pablo Echenique, su absoluto rechazo hacia la prisión permanente revisable, poniendo en tela de juicio los motivos que han llevado al Gobierno a realizar esta propuesta. El secretario general, Pablo Iglesias, compartió recientemente en las redes sociales una información en la que se equipara la prisión permanente revisable con la cadena perpetua refiriéndose a esta medida como «electoralista».

La abstención de C’s

Cuando cualquier dirigente del PP sale en defensa de la prisión permanente revisable, su mensaje siempre va acompañado de un pellizco a Ciudadanos, recordando su abstención en una votación en el Congreso en la que se proponía su derogación y que contó con el visto bueno de PSOE y Podemos. En Génova acusan a Albert Rivera de cambiar de opinión en función del viento. La postura de Ciudadanos es que tienen dudas sobre su constitucionalidad. Según recoge Efe, ellos no habrían abierto el debate hasta que el Constitucional resuelva el recurso presentado en el 2015 por la oposición.