En estado crítico el sospechoso de la desaparición de Sonia Iglesias

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

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Lucía Vidal

Julio Araújo está ingresado con problemas respiratorios en la unidad de cirugía torácica

27 feb 2018 . Actualizado a las 07:44 h.

El estado de salud de Julio Araújo, al que la Policía Nacional considera principal sospechoso de la desaparición de la pontevedresa Sonia Iglesias, parece haber empeorado en los últimos días. Aunque oficialmente no se ha facilitado dato alguno, distintas fuentes aludieron a que su estado es crítico y que precisa ser intervenido quirúrgicamente. En principio, la operación se iba a realizar entre ayer y hoy, pero finalmente parece que se ha pospuesto.

Desde que en las últimas horas fue trasladado del Hospital Montecelo al Clínico Universitario de Santiago, Araújo permanece ingresado en la unidad de cirugía torácica. Inicialmente presentaba un neumotórax y el centro médico compostelano es especialista en este tipo de patologías pulmonares.

El propio delegado del Gobierno, Santiago Villanueva, confirmó ayer en Mos que el sospechoso permanece hospitalizado y aseguró que desconoce si el juzgado que instruye la causa por la desaparición de Sonia Iglesias tiene previsto llamar a declarar a Julio Araújo y a su hermano David en calidad de investigados.

En todo caso, judicialmente no se ha producido novedad alguna y las diligencias siguen estando declaradas secretas. Villanueva reconoció que la de Sonia Iglesias es una investigación «tremendamente compleja», aunque espera que se esclarezca «cuanto antes». «La policía va a trabajar intensamente y trataremos de que se solucione», insistió el delegado del Gobierno.

«La policía va a trabajar intensamente», remarca el delegado del Gobierno La actividad de los investigadores está centrada en los laboratorios, donde se van a analizar todas las muestras y efectos recogidos en el registro llevado a cabo la semana pasada en una vivienda propiedad de la familia de Araújo. Villanueva confirmó que en el marco de esos registros los agentes aislaron «una serie de pruebas e indicios». El resultado de esos exámenes será crucial a la hora de establecer el devenir de la investigación abierta.

Tanto Julio como su hermano David están siendo investigados a nivel policial, una calificación que no tiene efectos jurídicos y no supone la imputación de delito alguno, precisan fuentes de la Fiscalía de Pontevedra, que insisten en que formalmente solo se puede hablar de imputación cuando una persona es citada a declarar en calidad de investigado ante un juez de instrucción, momento en el que se debe concretar el delito con el que se le relaciona.

Supuesto homicidio

En el caso de Julio Araújo, la policía le comunicó que lo investigaba por un supuesto homicidio, mientras que sobre su hermano no ha trascendido el delito concreto por el que fue a declarar a la comisaría de Pontevedra, aunque distintas fuentes aventuraron que puede ser por el de cooperador. En todo caso, el juzgado no ha variado la calificación penal del procedimiento, que sigue siendo de detención ilegal.

Con la vista puesta en la Policía Científica

L. P.

Una vez concluida la labor de campo en la casa que la familia Araújo tiene en la parroquia pontevedresa de Mourente, son muchas las preguntas en torno a los siguientes pasos de la policía, la Fiscalía o la instructora de la causa judicial abierta a raíz de la desaparición de Sonia Iglesias en agosto del 2010. Las miradas del ministerio público y de la jueza están en Madrid. Es en la capital de España donde la Comisaría General de Policía Científica dispone de las instalaciones y laboratorios que están analizando las muestras recabadas en la vivienda la semana pasada.

El resultado de estas pruebas determinará los próximos pasos. Una de las hipótesis que manejan los investigadores es la que apunta a la posibilidad de que los restos de la pontevedresa pudieron ocultarse en uno de los nichos del panteón de la familia Araújo en el cementerio de San Mauro. En este caso, en el seno de la Policía Nacional son conscientes de que los indicios en esa dirección tienen que ser abrumadores e inequívocos para que un juzgado autorice la exhumación de cadáveres.

Sobre esta línea de investigación, como con respecto a cualquier otra que pudiera estar abierta, el delegado del Gobierno evitó pronunciarse ayer, apelando a que las investigaciones están bajo secreto de sumario. De igual modo, rechazó ahondar en esta cuestión o aportar ningún dato que pueda poner en peligro las actuaciones policiales.

En todo caso, sí que ha confirmado que las muestras recogidas en Pontevedra se analizarán en los laboratorios «en función de los medios técnicos que se tienen y del tipo de muestra». Todo parece indicar que el objetivo que se buscó en la casa de Mourente y los terrenos aledaños es lograr demostrar que Sonia Iglesias estuvo, en algún momento, enterrada u oculta en alguno de estos escenarios para, posteriormente, ser trasladada al cementerio de San Mauro, dada la corta distancia que dista un punto del otro, menos de cien metros.

Otra de las incógnitas que también parecen estar a la espera de estos análisis es la relativa al futuro procesal de los hermanos Araújo. La instructora aún no ha notificado a ninguno de ellos, ni a sus respectivos representantes legales, si van a ser llamados a declarar a sede judicial. Ni siquiera conocen si, llegado el caso, tendrán que hacerlo en calidad de testigos -David ya ha prestado declaración como testigo en la comisaría antes de que la causa fuera archivada provisionalmente- o de investigados.

Ya por último, y es el escenario más desfavorable para la policía, los indicios recogidos pueden terminar, como otras líneas de esta ardua investigación, en un callejón sin salida. Entonces, en principio, solo cabría un nuevo sobreseimiento provisional.