¿Donde está el pequeño Gabriel?

M. C. C. REDACCIÓN / LA VOZ

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Un niño de ocho años desapareció sin dejar rastro el martes en un trayecto de apenas cien metros entre dos casas familiares

12 mar 2018 . Actualizado a las 10:42 h.

¿Puede un menor de ocho años perderse en el campo en un recorrido de tan solo cien metros que conoce? Esta es la pregunta todavía sin respuesta que ha movilizado a cientos de personas que buscan, desde el pasado martes, a Gabriel Cruz Ramírez, que se ha convertido en un niño inexplicablemente desaparecido.

Pasadas las 20 horas del martes, el servicio 112 recibió el aviso de la pérdida de un menor la zona del cortijo La Molina en la pedanía de Hortichuelas, en Níjar, en la provincia de Almería. Ese mismo día, a las 15.30 horas, Gabriel abandonaba la casa de su abuela para ir a la de su primo. La distancia es muy corta, apenas cien metros, que el niño suele hacer corriendo en menos de treinta segundos. Fue la última vez que se le vio.

La ausencia de rastro alguno, el hecho de que el niño conociera perfectamente el lugar, el que se trate de un menor tímido, la poca distancia entre las viviendas y el transcurrir de las horas sin tener noticia alguna llevan tanto a las autoridades como a la familia a pensar que el menor pudo ser secuestrado. El padre, Ángel Cruz, así lo manifestaba ayer al reanudarse las batidas de búsqueda. «Mi hijo no se ha perdido, se lo ha llevado alguien», afirmó contundente el padre del menor, que reconocía que «nadie ha contactado con la familia ni con la Guardia Civil» para informar de ello y solicitar un rescate. Algunos vecinos también hablaban de una furgoneta blanca que no conocían recorriendo el hipotético lugar de la desaparición, un dato que no han avalado los investigadores del caso. La Guardia Civil hizo un pormenorizado registro de todas las viviendas de la pedanía, sin ningún resultado hasta ahora.

Los padres se empezaron a preocupar por Gabriel a las seis de la tarde del pasado martes, cuando constataron que el niño no estaba en la casa de ninguno de sus familiares ni amigos. El menor estaba pasando el puente del Día de Andalucía en la casa de su abuela, donde suele estar fines de semana y vacaciones. Se trata de una zona tranquila, con cortijos de verano y muy familiar, en la que no hay mucha gente en esta época del año.

Apoyo de drones

Gabriel llevaba un pantalón negro de chándal con listas laterales blancas y una chaqueta roja con una camiseta blanca debajo cuando desapareció, el martes, jornada en la que los padres y vecinos lo buscaron por la zona. Ya el miércoles se habilitó un importante dispositivo de rastreo y se estableció un puesto de mando en el propia pedanía. También se activó al Grupo de Intervención Psicológica en Emergencias y Desastres para acompañar a la familia y prestarles ayuda especializada.

Más de 200 personas, entre fuerzas de seguridad, de protección civil y vecinos buscaron ayer sin éxito a Gabriel en un perímetro de diez kilómetros desde el supuesto lugar de su desaparición, incluyendo una amplia zona montañosa. También participaron en la búsqueda medios aéreos, entre ellos drones, unidades caninas e incluso el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia Civil.

El subdelegado del Gobierno en Almería, Andrés García Lorca, afirmó ayer a Efe que «desde el minuto cero, se pusieron en marcha dos operativos», el de la búsqueda y el de la investigación de lo ocurrido. Sin embargo, lamentó que hasta el momento «la realidad no nos conduce a ninguna situación positiva». En el lugar donde desapareció Gabriel no hay locales públicos, como bares o tiendas, solo viviendas. «Es un pueblo en el que nunca ha pasado nada, los críos están siempre de arriba para abajo», señaló un primo del padre.

Asimismo, la familia desmintió en un comunicado las informaciones alusivas a que ofrecerían una recompensa por cualquier pista que facilitara el hallazgo del menor.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, destacó el dispositivo puesto en marcha por la Guardia Civil para intentar localizar al menor y confió en que pronto pueda volver con sus padres.

«No se va por ahí él solo», dice su madre

Carlos Barba | efe

Los padres del niño de ocho años desaparecido en Las Hortichuelas, en Níjar (Almería) aseguraron que el menor conoce la zona porque la visita «desde que nació», si bien habitualmente «no se va al monte o por ahí él solo».

«Estamos preocupados y esperando a que esto pase», manifestó la madre del menor, Patricia Ramírez, quien está convencida de que el niño «no se ha podido despistar» y que cuando sale de casa suele volver «a los diez minutos» para decir que «está bien o coger una manzana, y se vuelve a ir».

Detallaron que el camino que suele recorrer para ir desde la casa de su abuela hasta la de sus primos «lo hace corriendo y en 30 segundos», por lo que no se explican que en un trayecto tan corto se le haya perdido el rastro. «Siempre hemos venido a esta casa en fines de semana y vacaciones, en períodos que le toca conmigo, yo siempre cojo mis vacaciones con él y se queda a veces con mi madre. Gabriel conoce la zona bien», añadió del menor.

La madre, quien insistió en que su hijo «no es un niño que haga locuras y es muy obediente», confirmó además que, aunque los progenitores se encuentran separados desde hace años, la relación existente entre ellos es «excelente» y que están «unidos» en la búsqueda del menor, por lo que ha pedido que cualquier persona que pueda aportar alguna pista se ponga en contacto con la Guardia Civil.

Evitar bulos

Los progenitores del menor pidieron además que «no se lancen bulos» que podrían entorpecer la investigación al tiempo que han recordado que «la mejor manera» de ayudar es «distribuir el cartel con la foto para que se sepa lo que llevaba puesto». «Nos están llamando gente y videntes. Entiendo las ganas de ayudar, pero que no lo hagan», rogó la madre del pequeño.

Con esto, los padres se mostraron esperanzados en que el menor aparezca ya que no tienen constancia de casos similares en este núcleo costero, más despoblado en el invierno.