Otros políticos que inflaron sus currículos (y sí dimitieron)

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El expresidente de Hungría, Pal Schmitt
El expresidente de Hungría, Pal Schmitt LASZLO BELICZAY | EFE

El expresidente de Hungría, dos ministros de Merkel o un miembro del gobierno de Taiwán dimitieron tras reconocer falsificaciones en sus expedientes

05 abr 2018 . Actualizado a las 18:29 h.

No es ningún secreto: dimitir es un verbo que pocos saben conjugar en España. La palabra pende sobre la cabeza de Cristina Cifuentes tras las explicaciones que ofreció este miércoles en la Asamblea de Madrid por la presunta falsificación de su trabajo final de máster. La oposición anuncia una moción de censura en caso de que la presidenta autonómica no presente su renuncia. El pacto que firmó con Ciudadanos para contar con su apoyo en la investidura le obligaría a dejar su puesto en caso de demostrarse que mintió en su expediente académico.

Cifuentes no piensa en abandonar. «Por qué iba a hacerlo?», se preguntaba ayer. En la política española ha habido otros casos, aunque muy pocos respondieron con su dimisión. Uno de los últimos escándalos salpicó a Estela Goikoetxea, la joven en la que Susana Díaz confió la presentación de su candidatura a la Secretaría General del PSOE. Poco después de ejercer como telonera, salió a la luz pública que Goikoetxea había recogido en su currículos que era licenciada en Biotecnología cuando no había acabado sus estudios, por lo que presentó su renuncia como directora del Observatorio de la Salud Pública de Cantabria.

Otro que se echó a un lado fue Javier Viondi, cabeza de lista de Izquierda Unida en Getafe en 2011, después de reconocer que no había estudiado medicina. En ese período de tiempo, se supo que políticos de mayor rango orgánico como Juan Manuel Moreno Bonilla (candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía por el PP), la eurodiputada socialista Elena Valenciano o Joana Ortega (exvicepresidenta de la Generalitat) también habían exagerado sus expedientes, aunque ninguno dimitió.

En Alemania, sin embargo, han presentado su dimisión hasta tres miembros del Gobierno de Merkel en la última década. Los casos más sonados fueron los del ministro de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg, y la de Educación y Ciencia, Annette Schavan, luego de que ambos mintiesen en sus currículos. El último escándalo fue el de la diputada del Partido Socialdemócrata -que gobierna en coalición con el partido de Merkel-  Petra Hinz. Estuvo 10 años como parlamentaria asegurando tener la carrera de abogada sin ni siquiera tener el título de Bachillerato.

El panorama político húngaro tembló hace seis años cuando el entonces presidente Pal Schmitt presentó su dimisión por unas «infundadas acusaciones» de plagio en su tesis doctoral de 1992. «Cuando mis asuntos personales dividen a mi amado país en vez de unirlo, siento que es mi obligación poner fin a mi servicio y dimitir como presidente», dijo en el Parlamento. Otro que falsificó su trabajo académico fue Andrew Yang, ministro de Defensa de Taiwán, en 2013. «Es un error personal y pido disculpas por ello», reconoció tras renunciar.