El PSOE registra ya la moción de censura, que sitúa a Ciudadanos entre la espada y la pared

Francisco Balado Fontenla
fran balado MADRID / LA VOZ

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Rivera insiste en dejar el caso a una comisión de investigación y Aguado pide tiempo para ver las últimas revelaciones

06 abr 2018 . Actualizado a las 07:49 h.

El PSOE no quiere que la polémica que rodea al máster de Cristina Cifuentes se quede en eso, en una simple polémica sin consecuencias, y ayer registró una moción de censura en la Asamblea de Madrid para desalojar del poder a la presidenta regional. «Vamos a intentar que no acabe esta legislatura», aseguró ayer Pedro Sánchez. Las explicaciones que de la dirigente popular en la Cámara a lo largo de estos dos últimos días no han convencido en Ferraz, y su grupo parlamentario, cumpliendo con su palabra, moverá el árbol para ver si cae una fruta que, a sus ojos, está entre madura y podrida. Y en caso de que esa manzana resista, al menos meter a otra en problemas.

Podemos ya dejó bien claro desde el primer día que ellos votarán a favor, por lo que la pelota ha pasado al tejado de Ciudadanos, el grupo parlamentario que apoyó la investidura de la presidenta madrileña y del que ahora depende que la moción de censura llegue a buen puerto. Y aunque en general tener la facultad de decidir el color de gobierno de cualquier institución suele ser algo para celebrar, especialmente para una formación que cada vez que tiene la oportunidad se sitúa en el mismo centro del tablero político, en este caso la llave del Ejecutivo madrileño es un objeto envenenado. La formación de Albert Rivera se encuentra en la tesitura de mantener en el poder a Cifuentes, a la que ha atacado con dureza a lo largo de las últimas semanas, garantizando que llegado el día no le temblaría el pulso a la hora de provocar su caída, o facilitar un gobierno liderado por el PSOE pero en el que también entraría Podemos. Cualquiera de las dos tendría difícil explicación ante su electorado, por lo que la táctica que ha decidido Ciudadanos es intentar ganar tiempo a través de la creación de una comisión de investigación en la Cámara regional, en la que se ha quedado solo.

Ciudadanos quiere parar el juego. Ni las dos últimas novedades, como la declaración de una profesora involucrada de que no ha formado parte de ningún tribunal, o que la Fiscalía se decidiese a entrar en el asunto, ha modificado su discurso. No quieren ni oír hablar de la moción.

La «decisión» de Ciudadanos

Ayer, su portavoz en la Asamblea, Ignacio Aguado, desempeñó un complicado papel. «Si se confirman las últimas noticias, tomaremos una decisión», aseguró. La prensa apretó. ¿Qué decisión? ¿Abstenerse o votar a favor de la moción? «Vamos a ver, y a partir de ahí, tomaremos una decisión», se enrocó.

Aguado realizó estas declaraciones a la conclusión de la sesión de control de Gobierno a la que se sometió el Ejecutivo de Cristina Cifuentes, que volvió a deparar más de lo mismo de la jornada anterior. La presidenta madrileña considera que sus explicaciones son más que suficientes, y endureció su órdago de que no ha cometido ninguna irregularidad alegrándose de que el asunto haya pasado a manos de la Fiscalía, garantizando que con sus querellas a los periodistas que publicaron el caso, fue ella la primera que trasladó el tema a la Justicia. «Deseo que se clarifique cuanto antes», dijo.

Ayer salió en su defensa Feijoo. «Creo en la palabra de la presidenta; no tengo información para no creer su palabra y empeñar la palabra que dio», dijo el titular de la Xunta.