El Gobierno confía el recurso contra el voto delegado de Comín a los partidos

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID / LA VOZ

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Marta Pérez

El PP catalán pide a la Mesa su reconsideración y estudia acudir al Constitucional

25 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno se mantiene alerta y presta total atención a la actualidad catalana, pero de momento no emprenderá ninguna acción en los tribunales para responder al último movimiento efectuado por las fuerzas independentistas. En la Moncloa consideran que la admisión de la Mesa del Parlamento autonómico de la solicitud del diputado de ERC Antoni Comín de delegar su voto es un tema que no es de su incumbencia, y que la competencia de presentar algún recurso que evite que el exconsejero de Sanidad del Gobierno de Puigdemont pueda votar desde Bélgica a través de un compañero corresponde a los grupos parlamentarios.

Rajoy dejó ayer claro que hablaba como presidente de su partido y no como jefe del Ejecutivo cuando le preguntaron si tenía pensado tomar algún tipo de decisión. «Lo primero que vamos a hacer es pedirle a la Mesa que no pueda delegarse el voto. A partir de ahí, estudiaremos todas las opciones», avanzó en una rueda de prensa desde la Moncloa ofrecida junto al primer ministro turco, Binali Yildirim.

Tan solo un par de horas después de estas palabras del presidente del Gobierno, el grupo parlamentario popular en Cataluña registró en la Mesa de la Cámara regional una petición para que se reconsidere la delegación del voto de Comín aprobada a primera hora del día. En el PP consideran que la delegación es contraria a la normativa parlamentaria, por no ajustarse al reglamento. Según recogen en el escrito, Comín, a diferencia del resto de los líderes independentistas que han pedido delegar su voto, no se encuentra bajo «una declaración judicial de incapacidad legal prolongada». Es decir, que el exconsejero fugado a Bélgica en octubre del 2017 podría presentarse en Barcelona para acudir a los plenos, no como sus compañeros en prisión preventiva, a los que se les ha denegado la salida para ocupar sus escaños.

Recurso ante el Constitucional

En el PP apuntan, asimismo, que dicha delegación del voto también podría atentar contra lo dispuesto por el Tribunal Constitucional: «Los miembros de la Cámara sobre los que pese una orden de busca y captura e ingreso en prisión no podrán delegar el voto». Para este punto razonan que la euroorden contra Comín continúa activa, a la espera de lo que determine sobre su extradición el juez belga al que se entregó recientemente. En caso de que la Mesa desestime este recurso de reconsideración, el grupo popular catalán podría ser el encargado de elevar otro recurso de amparo, esta vez ante el Constitucional.

Fuentes cercanas al jefe del Ejecutivo sostienen que el Gobierno ha actuado, actúa y seguirá actuando para desarticular el desafío secesionista, pero que en esta ocasión el protagonismo deben asumirlo los grupos parlamentarios. Las mismas fuentes recuerdan que todo lo que se ha recurrido desde la Moncloa hasta el momento «se ha ganado por unanimidad», y subrayan la importancia de que así siga sucediendo. El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, intentó presionar ayer a Rajoy para que tome la iniciativa en este apartado, pero el presidente del Gobierno despejó con fuerza la pelota desde su despacho para trasladarla a la Cámara autonómica, en donde precisamente la formación naranja es la fuerza con un mayor número de diputados. Toda una invitación para «que deje de hablar y empiece a hacer», dicen.

Por ahora los partidos independentistas no han vuelto a poner sobre la mesa otro nombre que pueda someterse a la investidura, y, en caso de que vuelva a ser alguien que arrastre problemas con la Justicia, el Ejecutivo volverá a actuar. Rajoy exige que el candidato a presidir la Generalitat «esté capacitado para gobernar» y le pide «que ponga en marcha un Gobierno que cumpla la ley y busque el diálogo con el Gobierno de España».

Un voto decisivo

La delegación del voto de Comín supone un nuevo equilibrio de fuerzas en el Parlamento catalán, ya que JxCat y ERC alcanzarían los 66 votos, uno más que Ciudadanos, PSC, PP y los Comunes, que sumarían un total de 65. Gracias a esta mayoría simple, llegado el momento, las dos fuerzas independentistas podrían lograr investir en segunda vuelta a alguno de sus candidatos sin necesidad del apoyo de los cuatro diputados de la CUP. Bastaría con la abstención de estos últimos durante el pleno, postura que acordaron en la última asamblea.

Mientras, continúan las tensiones entre las principales fuerzas secesionistas. JxCat sigue insistiendo en que Puigdemont es su candidato. Mientras, en las filas de ERC quieren acelerar un acuerdo que permita una investidura sin llegar a un «arriesgado último minutos» y que desactive de una vez el 155.