Dos centenares de jueces y fiscales de toda España llevaron sus protestas ante la sede del Ministerio de Justicia para exigir la dimisión del responsable del departamento
05 may 2018 . Actualizado a las 09:19 h.Rafael Catalá siente la presión cada vez más cerca. Ayer, unos dos centenares de jueces y fiscales, muchos de ellos desplazados desde distintos puntos de España, se concentraron ante la sede del ministerio para exigir la dimisión del ministro de Justicia. «Catalá tiene un problema singular» fue el lema más coreado en el acto de protesta, que forma parte de la campaña de movilizaciones promovida por las siete asociaciones profesionales de jueces y fiscales, que culminará el próximo día 22 con una jornada de huelga. Aunque en origen las protestas tienen motivos profesionales y laborales, las criticadas declaraciones de Catalá en las que cuestionó la capacidad personal del juez discrepante de la sentencia de la Manada han sido «la mecha que ha prendido la llama», y que ha unido a todas las asociaciones profesionales en la exigencia de dimisión del ministro de Justicia.
Después de las concentraciones del jueves delante de los juzgados de toda España, unos 200 jueces y fiscales se plantaron ante la sede del Ministerio de Justicia, en Madrid, y reclamaron una «Justicia eficiente y de calidad», «independiente y libre de presiones políticas», así como la dimisión del ministro. «Catalá, habla menos y escucha más», se podía leer en una pancarta colocada en primera fila, detrás de la cual se encontraban jueces y fiscales, algunos de ellos con las togas puestas.
La concentración concluyó con la lectura de un comunicado por parte de los presidentes de la Asociación de Fiscales, Cristina Dexeus, y de la Asociación Profesional de la Magistratura, Manuel Almenar. Este último hizo alusión a la doble polémica, la generada por la sentencia del tribunal navarro sobre el caso de la Manada y la respuesta que dio el ministro de Justicia. «Quizá las decisiones que adoptamos, en ocasiones, no sean del agrado de algunos responsables políticos o no se adecúen al sentir social o a las corrientes de opinión imperantes en un momento dado, pero esa independencia es lo que nos garantiza la democracia y la convivencia pacífica», manifestó Almenar. Precisamente, una de las reclamaciones que se incluye en la plataforma de reivindicaciones que está en el origen de las protestas es una dirigida al Consejo General del Poder Judicial para que dé amparo efectivo a los miembros de la carrera judicial ante cualquier ataque que afecte a su independencia.
Por esta razón, aunque el grueso de los ataques se dirigieron al ministro de Justicia, también hubo críticas para la portavoz parlamentaria del PSOE, Margarita Robles. La exmagistrada, que formó parte del Consejo General del Poder Judicial entre el 2008 y el 2013, responsabilizó al actual presidente del órgano de gobierno de los jueces, Carlos Lesmes, de no haber adoptado las medidas necesarias para evitar «disfunciones» como el voto particular de Ricardo González. Y cuando Catalá hizo sus polémicas declaraciones, la portavoz parlamentaria socialista vino a decir que cuando el ministro decía esas cosas es que tenía razones para hacerlo. El propio líder del PSOE, Pedro Sánchez, se vio obligado a desdecir al día siguiente a su portavoz parlamentaria. «Margarita, cállate», le pidieron ayer jueces y fiscales.
El portavoz del Gobierno evita dar un respaldo público al ministro
El ministro de Justicia se ha quedado prácticamente solo, porque el presidente del Gobierno no ha dicho una palabra en su defensa desde sus polémicas declaraciones. El portavoz del Ejecutivo, Íñigo Méndez de Vigo, tuvo oportunidad ayer, tras la reunión del Consejo de Ministros, de dar alguna palabra de aliento para su compañero, pero tampoco se esforzó mucho en la tarea. Al ser preguntado por las palabras de Catalá y las críticas que ha recibido tanto de jueces y fiscales como de la oposición, Méndez de Vigo se limitó a contestar que «el ministro ha hecho declaraciones, ha dado explicaciones y a ellas me remito». En realidad, Catalá nunca ha aclarado qué razones o qué información tenía para justificar sus declaraciones, a pesar de que se lo ha reclamado toda la oposición.