«Parecía una bomba», dice el alcalde de Valença, donde los cristales de hogares y la antigua aduana quedaron destrozados
24 may 2018 . Actualizado a las 11:49 h.La explosión que atemorizó a los vecinos de Tui a las 16.25 horas de ayer se sintió al otro lado de la frontera y en buena parte de la provincia de Pontevedra. Testimonios desde Ponte Caldelas o Sanxenxo, que relataban la sorpresa por el estruendo, permitían medir la intensidad de una tragedia de un resultado que aún pudo haber sido mucho peor, dada la cercanía de varias casas habitadas al improvisado polvorín.
«Parecía una bomba», dijo el alcalde de Valença do Minho, Jorge Salgueiro Mendes, que se encontraba en uno de los montes de su localidad cuando sintió el estruendo. «Fue brutal», resalta, mientras se muestra sorprendido por que la tragedia no fuera aún mayor.
«Los cristales de la antigua aduana saltaron por los aires», añade el regidor valenciano al describir los efectos de la explosión ocurrida al otro lado del Miño en el antiguo paso fronterizo ubicado a varios kilómetros de la parroquia de Paramos. «Ventanas, puertas y falsos techos también cayeron o se rompieron en diversas zonas de Valença. La gente salió a la calle preguntándose qué había pasado», continúa Salgueiro Mendes. Tal fue el desconcierto que el propio Ayuntamiento portugués lanzó un comunicado de última hora en su propia web para tranquilizar a sus convecinos. «Informamos a la población valenciana de que la explosión oída a las 15.30 [hora portuguesa] en Verdoejo, Ganfei, Valença y alrededores ocurrió en Tui. Se solicita que se mantenga la calma dado que en nuestro concello no existen daños mayores», señalaba al comienzo de la tarde el consistorio municipal.
El alcalde de Tui pidió a Valença el apoyo de sus bomberos, que acudieron a Paramos a prestar su ayuda.
«Entró por la ventana un fuerte golpe de aire caliente a presión», narró un residente en el centro de Tui, indicando que la misma sensación le fue descrita por habitantes de distintos puntos del centro urbano. En las afueras de la villa era perceptible ayer la rotura de lunas y ventanas en naves y bajos comerciales como el de la antigua discoteca Magnolia.