El PSOE advierte a Ciudadanos y a los nacionalistas que no va a negociar nada

T. N. REDACCIÓN / LA VOZ

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MANUEL BRUQUE | Efe

El PNV dice que Sánchez se ha precipitado y que debía «haber cocinado» la moción

28 may 2018 . Actualizado a las 11:22 h.

La fotografía del estado en el que se encuentra la moción de censura del PSOE la hizo este domingo el presidente del PNV, Andoni Ortuzar. «Creo que Sánchez se ha precipitado en la presentación de la moción, la tendría que haber cocinado un poco más», declaró Ortuzar en una entrevista a los periódicos vascos del Grupo Correo. Y aunque se mostró escéptico sobre el futuro de la moción, precisó: «La política es el arte de dialogar y de acordar, así que veremos». Es decir, que su postura es que «el PNV, de momento, ni sí ni no». En román paladino, que la moción de censura se encamina hacia el fracaso, según asumen también en el PSOE, pero nadie se atreve a dar nada por seguro, a la espera de cómo evolucionen las cosas en los próximos días.

Los socialistas tienen asegurados 156 votos sin contraprestación alguna, los suyos más los de Unidos Podemos y Nueva Canarias. Pero le faltan veinte para conseguir la mayoría absoluta. Las vías posibles son dos: o Ciudadanos o los nacionalistas. El partido de Rivera le podría aportar 32 escaños, los suficientes para que Pedro Sánchez se convierta en nuevo presidente del Gobierno. Pero Ciudadanos ya ha dicho, por activa y por pasiva, que no lo apoyará. La formación naranja lo apuesta todo a una carta: la convocatoria de elecciones, que es una forma de quitarse de en medio sin aparecer ni como el partido que salva a Mariano Rajoy ni como el que lo echa para abrir la puerta de la Moncloa a Pedro Sánchez con la compañía de Unidos Podemos.

Begoña Villacís, dirigente de Ciudadanos en la Comunidad de Madrid, insistió ayer en la «moción de censura instrumental para que se convoquen elecciones y los ciudadanos se puedan expresar». Porque un Gobierno de Sánchez apoyado por los independentistas lo «dinamitaría todo». Y como tampoco «nadie se hace presidente por un cuarto de hora», insistió en un presidente que no fuera ni Sánchez ni Rivera, para ir inmediatamente a las urnas.

Que C's «deje de marear»

La socialista Carmen Calvo apuntó el sábado una línea de aproximación, al hablar de convocar elecciones «en unos meses». Pero el secretario de organización, José Luis Ábalos, enfrió ayer el asunto sin dar un portazo definitivo a esta posibilidad al pedir a Ciudadanos que «deje de marear» con las elecciones y que «sacrifique un poquito su ansiedad demoscópica, que no pasa nada por esperar poquitos o algunos meses». Es decir, de moción instrumental nada de nada, y de elecciones, se verá, pero desde luego no en el plazo más inmediato.

El PSOE sabe que lo tiene crudo, pero trata de no cerrar todas las puertas a las primeras de cambio. Especialmente, antes de que el comité federal del partido se reúna esta tarde para fijar el marco político de la moción. El máximo órgano del partido entre congresos está controlado por los sanchistas, así que no tendrá problemas en ver respaldada su iniciativa, incluso por unanimidad. Una vez presentada la moción, «no hay nada que decir» ni hay que «buscar matices», señalaron ayer desde el PSOE andaluz, la federación más reticente y que, aunque no ha expuesto crítica alguna, tampoco ha mostrado el más mínimo entusiasmo con la moción de censura.

Pero sí habrá debate sobre los próximos pasos a dar. Porque si se ciega definitivamente la vía Ciudadanos, las alternativas son los independentistas o el fracaso. En la mayoría de las federaciones, el apoyo de aquellos, aunque sea sin pedírselo, provoca urticaria. De hecho, los populares han olido sangre y ya han saltado a la yugular. Han llegado a llamar a Sánchez el judas de España.

Decisiones individuales

Por ello, Ábalos aseguró ayer que el PSOE no va a negociar nada de la moción de censura, que los socialistas intentan vender como una moción ética para regenerar la democracia, ya que es «la única alternativa que tiene España» a un Gobierno «abatido, política y moralmente acorralado». Al igual que hizo el viernes Sánchez, Ábalos apeló directamente a los 350 diputados, sin distingos de partido, porque «en la responsabilidad de cada cual estará hacer lo que tenga que hacer». De ahí que, dijo, «como la situación es la que es, no queremos negociar nada, porque lo único que queremos es darle a este país lo que le falta: calidad democrática».