La jueza pitonisa que tiene en sus manos el futuro de mil presos

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

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Bajo la lupa del CGPJ por trabajar de vidente, apenas se relaciona con sus compañeros

03 jun 2018 . Actualizado a las 17:42 h.

¿Es compatible tomar decisiones sobre miles de presos como jueza de Vigilancia Penitenciaria y estar relacionada con una consulta de tarot y videncia? La respuesta la dará en breve el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que investiga a la jueza María Jesús García, destinada en Lugo, para confirmar si consulta como vidente y determinar, en ese caso, si es una actividad compatible o no con el ejercicio de la judicatura. García es una profesional que llegó a los juzgados tras una brillante carrera universitaria, a la que persigue la polémica en sus destinos. Como responsable de Vigilancia Penitenciaria, está encargada del control de la ejecución de las penas privativas de libertad y de garantizar los derechos de todos los reclusos, cualquiera que sea su situación, así como de corregir los posibles abusos y desviaciones en el cumplimiento del régimen penitenciario.

La jueza se resiste a dar su versión acerca de este asunto. La Voz lo intentó sin éxito en varias ocasiones. Quizá prefiera mantenerse en segundo plano tras sus distintos desencuentros con la cadena de mando judicial. En el 2008 fue multada con 3.000 euros en Santander por criticar la Ley de Violencia contra la Mujer y efectuar declaraciones muy polémicas acerca de rumanos y colombianas. Posteriormente, fue sancionada en Bilbao por fumar en la sala de vistas entre juicio y juicio. En Santiago, ciudad en la que ejerció antes de hacerlo en Lugo, provocó quejas de los abogados el hecho de que llevase un gato a los juicios.

En Lugo, María Jesús García apenas se relaciona con sus compañeros de profesión. Así, no suele asistir a los actos sociales del mundo de la Justicia. Tampoco participa en los de carácter reivindicativo; al menos no lo hizo en las dos concentraciones de jueces y fiscales que hubo en la capital lucense en los últimos meses.

La jueza investigada por el CGPJ tiene fama de ser mujer de notable inteligencia, extremo este que queda avalado por las excelentes calificaciones conseguidas durante su carrera universitaria. El reparto de folletos en los que se anunciaba una consulta de tarot (ilustrados con el dibujo de una figura de mujer) llevó al presidente de la Audiencia de Lugo, José Antonio Varela Agrelo, a enviar una comunicación a la sala de gobierno del TSXG y a la posterior apertura de una investigación por el Consejo del Poder Judicial.

Los sindicatos no tienen constancia de que María Jesús García tenga problemas con los trabajadores de su entorno en el juzgado. El presidente de la junta de personal, Jesús Sánchez, dice que de este caso solo sabe lo que publican los medios y que desde el campo sindical nada tiene que decir al respecto; corresponde, indicó, al CGPJ decidir qué actividades son compatibles o no con el ejercicio de la judicatura. En similar sentido se expresó Efrén Álvarez, de CSIF. Por su lado, Víctor Fraga, exdirector de la prisión de Monterroso y miembro de la asociación penitenciaria Concepción Arenal, cree que lo que debe primar es si un juez o jueza actúa en sus decisiones conforme a Derecho y razonándolas. En todo caso, es de aplicar -señala- el principio de presunción de inocencia y recuerda que corresponde al CGPJ decidir sobre este asunto.

La ley (6/1985, de 1 de julio) solo considera compatibles con el ejercicio de la judicatura la docencia, la investigación jurídica y la creación artística.