¿Qué se sabe del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez?

La Voz / Agencias

ACTUALIDAD

A dos días para que dé a conocer la composición de su Ejecutivo, el presidente ultima un Gobierno «paritario», monocolor, con gente de su núcleo duro y con algún independiente. Ya se ha confirmado el primer nombre: Josep Borrell, ministro de Exteriores

04 jun 2018 . Actualizado a las 21:50 h.

Una vez prometido el cargo, y estrenada su agenda como presidente del Gobierno, para Pedro Sánchez llega el momento de los nombres, de anunciar cómo va a ser la estructura de su Ejecutivo y quién lo va ejercer. De momento, solo se conoce uno: Josep Borrell, que este lunes ha aceptado la oferta para ser ministro de Asuntos Exteriores, según han confirmado fuentes socialistas. El político catalán ya ha telefoneado al titular en funciones, Alfonso Dastis, para comunicarle que ha dicho que sí a la propuesta de Sánchez y ambos han quedado en hablar durante los próximos días, una vez que se desvele la composición del nuevo Gobierno, para analizar los principales asuntos pendientes en este departamento.

Será el miércoles cuando se haga pública la lista completa. Ese día, Pedro Sánchez dará a conocer un Gobierno que ya tomará posesión el jueves. El viernes se celebrará la primera reunión del Consejo de Ministros

¿Cuál será el color político del nuevo Gobierno?

A pesar del ofrecimiento que Pablo Iglesias volvió a deslizar a Pedro Sánchez -una vez que la moción de censura ya se sabía ganada- de componer con el PSOE un gabinete de coalición, el nuevo presidente desoyó a Podemos e insiste en que su Gobierno estará compuesto solo por socialistas, sin ministros de la formación morada, Un Gobierno en minoría, «equilibrado», entre personas que representen a la dirección del PSOE y otras «sin carné», pero del entorno socialista, que le den «credibilidad», como insiste Ábalos. No necesariamente militantes pero sí afines y que gocen de respeto.

En el partido apuestan por un Gobierno que aúne tanto a dirigentes con experiencia de gestión como a savia nueva, a gente de su núcleo duro y a algún independiente. Entre estos podría, eso sí, haber algún ministro más cercano a Podemos, en un guiño al partido que, a pesar de no entrar en el Ejecutivo, será su socio principal hasta que termine la legislatura. 

Donde sí ya se ha anunciado que se dará entrada al partido de Pablo Iglesias y a otras fuerzas políticas es en los órganos constitucionales (Tribunal Constitucional y Consejo General del Poder Judicial) y no constitucionales pendientes de renovación.

El líder socialista sí se comprometió durante la moción de censura a que su Gobierno será «paritario», algo solo realizado en el 2004 por Zapatero cuando de 16 ministros ocho eran mujeres. Son pocos los que dudan, además, que el nuevo Ejecutivo contará, al menos, con una vicepresidenta.

¿Cómo será la nueva estructura del Gobierno?

En principio, Sánchez afrontará un Gobierno reducido, «pequeño», que se pondrá en marcha con un horizonte de gestión de año o año y medio. La debilidad parlamentaria con la que nace -respaldado solo por los 84 escaños del PSOE- y la dificultad de los retos a los que se enfrenta -principalmente afrontar el conflicto catalán con los independentistas que lo han votado- obligan, sin embargo, a Sánchez a plantear un Ejecutivo con gran peso político y máxima capacidad de interlocución. El socialista es consciente de las limitaciones que tendrá para abordar en tan corto espacio de tiempo reformas de calado que necesitan amplios y difíciles consensos.

A falta de que se concrete cómo quedará el Gobierno, el núcleo duro socialista ya avanzó varias pinceladas. Entre las más repetidas está que el nuevo Ejecutivo contará con un Ministerio de Igualdad y, posiblemente, recuperará la cartera de Administraciones Públicas. El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, también ha confirmado que el nuevo presidente del Gobierno creará un Alto Comisionado para la Pobreza Infantil, que dependerá directamente de él en la estructura de su Gobierno.

Miembros del partido creen que el presidente recurrirá para formar su Gobierno a miembros de la ejecutiva que no son diputados, con el fin de aumentar la presencia socialista en el hemiciclo, lo que no significa que incremente su número de votos, ya que los ministros que no son diputados no pueden votar, algo que le ocurre al propio Sánchez.

Las cuotas territoriales

Siempre se dice que en todo gobierno tiene que haber una cuota catalana y una andaluza. La primera, que alcanza ahora máximo protagonismo al continuar Cataluña como el primer y principal frente que asume el nuevo Gobierno, ha quedado cubierta este lunes con la confirmación de Borrell como ministro de Asuntos Exteriores.  El exministro y exvicepresidente del Parlamento Europeo, una de las figuras más respetadas del PSOE, fue uno de los principales valedores de Sánchez en su campaña de primarias contra Susana Díaz. Con este fichaje, el nuevo presidente del Gobierno se asegura la experiencia de gestión anhelada. 

En los últimos años, Borrell ha destacado por rebatir los argumentos -muchos de ellos falsos- de los independentistas contra España y tuvo un importante papel en la masiva manifestación en Barcelona convocada por Sociedad Civil Catalana tras el referendo 1 de octubre que perseguía mostrar al mundo que no son mayoría los catalanes que ansían la independencia.

Entre los posibles andaluces está la secretaria de Igualdad del PSOE, Carmen Calvo, que se ha convertido en una de las más cercanas colaboradoras de Pedro Sánchez. Fue ella quien negoció con el Gobierno de Rajoy la aplicación del artículo 155 en Cataluña. Si hay expectación por conocer los nombres catalanes que suma el gabinete de Pedro Sánchez, no despiertan menos desvelos los andaluces ya que, más allá del equilibrio territorial, habrá que comprobar o descartar si el líder socialista nombra a algún afín a Susana Díaz, su némesis en el partido.

Como explica Gonzalo Bareño, Galicia también se juega algo en función de las cuotas regionales a la hora de formar la nueva Administración. No existe posibilidad de que se supere el récord de cuatro ministros gallegos, (Blanco, Espinosa, Salgado y Caamaño) que se alcanzó con Zapatero. La duda es si Pilar Cancela pasará del Gobierno en la sombra a formar parte del Gobierno real. Y, sobre todo, si la designación de algún diputado autonómico socialista por Pontevedra para un cargo de segundo nivel en la Administración permitiría a Gonzalo Caballero entrar sin traumas en el Parlamento gallego al correr un puesto en la lista.

 La quiniela de posibles ministros

Desde el mismo momento en que Pedro Sánchez tomó el poder se suceden las especulaciones sobre quién ocupará las carteras de ministros. El «gobierno en la sombra» que Pedro Sánchez presentó en mayo del 2016, antes de que se repitiesen las elecciones, para impulsar su campaña sirve, además, para alimentar los rumores, aunque algunos de los nombres que le acompañaron en ese momento ya no está con él. 

Entre los que sí que siguen en su entorno, y suenan como ministros, está la magistrada Margarita Robles a la que muchos ven en Justicia. Si la actual portavoz parlamentaria entra en el Ejecutivo, el grupo socialista tendrá la tarea de situar a alguien de peso en el Congreso, en una época, además, de máxima debilidad.

En principio, en el partido asumen que ni la vicesecretaria general, Adriana Lastra, ni el secretario de Organización, José Luis Abalos, entrarán en el Gobierno. Los dos suenan para situarse al frente del grupo parlamentario en sustitución de Robles. Ábalos, de hecho, lo hizo de forma provisional durante el primer mes de mandato de Sánchez en el partido en el 2017. 

El exlendakari y secretario de Política Federal del PSOE, Patxi López, al que en su «gobierno en la sombra» Pedro Sánchez le había reservado la cartera de Administraciones Públicas, entra ahora en las apuestas como ministro de Interior. 

La cartera de Economía suma muchos novios. Uno de los más citados es el actual secretario de Política Económica y Empleo, Manuel Escudero, mano derecha en el ámbito económico de Pedro Sánchez y uno de los artífices del proyecto con el que ganó hace años las primarias y el 39 Congreso del PSOE. Otro nombre con experiencia, y que tranquilizaría a los mercados, es el de Jordi Sevilla, exministro de Administraciones Públicas y asesor del programa económico del PSOE. Sin embargo, un enigmático tuit ya ha sembrado dudas sobre la posibilidad de que ya haya rechazado la oferta.

Más allá de Escudero y Jordi Sevilla, David Vegara, exsecretario de Estado de Economía con Zapatero, o la coruñesa Nadia Calviño (directora de Presupuestos del Ejecutivo de la Unión Europea), también se cuelan en las quinielas para Economía.

Carmen Calvo, exministra de Cultura con Zapatero, y actual secretaria de Igualdad del PSOE, suma fuerzas para ser vicepresidenta y para encargarse del posible Ministerio de Igualdad. 

Fuentes socialistas sitúan a la diputada del PSC Meritxell Batet al frente de Administraciones Públicas, con un papel protagonista para abordar la crisis catalana; a la presidenta del PSOE, Teresa Ribera, que fue secretaria de Estado de Cambio Climático con Zapatero suena con fuerza como ministra de Cambio Climático, Medio Ambiente y Energía, sobre todo una vez que miembros de la dirección del PSOE descartan la opción de Cristina Narbona, exministra de Medio Ambiente y actual presidenta del partido. A la exministra de Vivienda y secretaria de Ordenación Territorial y Políticas públicas de Vivienda, Beatriz Corredor, muchos la sitúan en Fomento.

Para la cartera de Sanidad, el nombre que más citan los socialistas es el de la consejera valenciana del ramo, Carmen Montón.

El valenciano Andrés Prelló, secretario de Justicia y Nuevos Derechos; la diputada por Palencia y secretaria ejecutiva de Educación y Universidades, María Luz Martínez Seijo; la diputada gallega y secretaria de Políticas Migratorias y PSOE en el Exterior, Pilar Cancela; el secretario de Cultura y Movimientos Sociales, el leonés Ibán García del Blanco, y el secretario de Relaciones Institucionales y Administraciones Públicas de la ejecutiva, el sevillano, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, completan las casillas de una quiniela que se desvelará por completo el miércoles.