Los aplausos forzados de Sáenz de Santamaría a sus sucesoras: «Si tengo que hacerlo yo, empiezan mal»

la voz / agencias

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La exvicepresidenta arranca las ovaciones a Carmen Calvo y Maritxell Batet tras entregarles las carteras de Vicepresidencia y Administraciones Públicas

07 jun 2018 . Actualizado a las 16:17 h.

Este jueves ha sido uno de los más duros para Soraya Sáenz de Santamaría desde que el Gobierno del Partido Popular fue cesado tras la moción de censura. La exvicepresidenta tuvo que entregar hoy las dos carteras que controlaba a sus dos sucesoras, Carmen Calvo y Maritxell Batet. En ambas ocasiones, la dirigente popular tuvo que ser la encargada de iniciar los aplausos a las nuevas ministras. «Si tengo que aplaudir yo, ¡empiezan ustedes mal!», dijo con sorna ante los asistentes.

Tras el protocolario intercambiado la cartera con Soraya Sáenz de Santamaría, Carmen Calvo ha prometido trabajo «constante» con «rigor, pasión y pundonor» como nueva vicepresidenta y ministra de Igualdad. Calvo ha asegurado que será la «jueza de la autoexigencia» para estar a la altura de lo que merece España. Ha dicho tener en «altísima» estima personal e intelectual a Sáenz de Santamaría, por lo que le ha deseado lo mejor en el futuro. Al final del acto, viendo que el público se mantenía en silencio, Santamaría ha iniciado los aplausos añadiendo su «mal empezamos».

La escena se repitió con Meritxell Batet, que releva a Sáenz de Santamaría en Administraciones Públicas, ahora Política Territorial. Batet, se ha fijado este jueves como uno de sus objetivos principales recuperar el diálogo con Cataluña y lograr que la sociedad española «viva la diversidad» territorial del país «como una riqueza y un tesoro».

Al acto celebrado en el palacio del Marqués de Villamejor asistieron también el líder del PSC, Miquel Iceta, el excomisario europeo Joaquín Almunia y los exministros socialistas Francisco Caamaño y Jordi Sevilla, entre otros.

«No nos podemos conformar y pensar en España como una yuxtaposición de territorios» porque hablar de territorios es hablar de «personas, respeto y convivencia», ha subrayado Batet, convencida de que los poderes públicos han de «garantizar y potenciar en la medida de lo posible esa convivencia».