El PP quiere acortar los plazos para elegir líder por la vía exprés

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo BAreño MADRID / LA VOZ

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BENITO ORDOÑEZ

El partido empieza a dar por hecho que Núñez Feijoo será el candidato único en el cónclave de julio

08 jun 2018 . Actualizado a las 07:32 h.

El PP quiere culminar el proceso de sustitución de Mariano Rajoy por la vía exprés y con el mínimo daño posible para el partido. La junta directiva nacional fijará este lunes la fecha del congreso extraordinario, al acortar el plazo de un mes y medio desde la convocatoria para su celebración que fijan los estatutos, acogiéndose a la excepcionalidad de las circunstancias. La comisión organizadora tendrá que reducir también casi todos los tiempos del proceso para acelerarlo al máximo. Los quince días de los que los afiliados disponen para poder inscribirse y votar podrían reducirse a una semana. Y lo mismo podría ocurrir con el plazo de siete a quince días para presentar las precandidaturas y con la campaña de 21 días prevista en caso de que haya varios aspirantes a la presidencia.

El deseo generalizado de que no se presente más de un candidato para evitar un enfrentamiento interno que debilite al partido, y la necesidad de contar cuanto antes con un nuevo líder para dar respuesta al recién estrenado Gobierno de Pedro Sánchez e impedir que se consolide, podrían facilitar que la renovación se produjera por la vía rápida. El método más adecuado para reforzar la imagen de unidad que busca el partido sería que tanto la secretaria general, María Dolores de Cospedal, como la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, las únicas con opciones reales de plantar cara a Núñez Feijoo, renunciaran a intentarlo. Sobre la primera, sus posibilidades se consideran muy escasas. Y, aunque Sáenz de Santamaría parece estar midiendo sus apoyos, se estima que finalmente tampoco dará el paso. Cosa distinta es que la ex número dos del Gobierno y Cospedal mantengan todavía su particular pulso político para tratar de entrar en el equipo que pueda formar Feijoo si se hace con la presidencia, en el que, dada su incompatibilidad, será difícil que ambas convivan.

El portavoz en el Congreso, Rafael Hernando, confirmó ayer que la formación trabaja para lograr que haya «un acuerdo suficiente en torno a una persona» que permita al PP «presentar a la sociedad española un proceso de unidad y una alternativa» al nuevo Gobierno de Pedro Sánchez. «En eso estamos», indicó. Aunque en teoría cualquier afiliado que reúna 100 avales puede optar a ser presidente del PP, si a partir del lunes se constata que no hay aspirantes de peso para enfrentarse a Feijoo, todas las incógnitas sobre la renovación del liderazgo del partido quedarían resueltas por la vía de que el líder gallego se convirtiera finalmente en el candidato único al congreso. Algo que convertiría el cónclave en un mero formulismo para aclamar a su nuevo líder.