Un calvario judicial aguarda al líder del PP

T. N. REDACCIÓN / LA VOZ

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Quien suceda a Rajoy deberá afrontar a lo largo de los próximos años una treintena de causas pendientes, incluida la de los papeles de Bárcenas sobre la caja B y el pago de sobresueldos

11 jun 2018 . Actualizado a las 00:00 h.

Una sentencia fue la espoleta que hizo estallar la bomba que ha acabado con la carrera política de Mariano Rajoy. Nueve años han pasado desde que arrancó el caso Gürtel, 3.407 días desde la detención de los cabecillas de la trama por orden del juez Baltasar Garzón hasta que quien es probablemente el político de más larga y completa trayectoria institucional arrojó definitivamente la toalla cuatro días después de haberse convertido en el primer presidente español obligado a abandonar el cargo al prosperar una moción de censura. Si alguien con la demostrada capacidad de resistencia de Rajoy ha acabado sucumbiendo y aplastado por la ola de corrupción que arrastra al PP, nada bueno cabe augurar a quien lo suceda el próximo mes al frente del partido.

Alberto Núñez Feijoo, Dolores de Cospedal o Soraya Sáenz de Santamaría, cualquiera de los tres que sea el elegido o la elegida, se tendrá que enfrentar en los próximos años a un auténtico viacrucis judicial que amenaza con arruinar, como ha hecho con la de Rajoy, la carrera política de quien lo suceda, por mucha voluntad que ponga en el empeño y aunque acceda al cargo con la más resistente armadura. Y es que, pese al estrépito de la sentencia de la Gürtel, se trata solo del comienzo, la punta del iceberg de lo que aún queda por delante. Que es casi todo. Del algo más de medio centenar de causas judiciales abiertas contra dirigentes y cargos del PP por asuntos de corrupción, aún quedan por resolver, pendientes de vista oral, una treintena. Que, además, pueden ser las más dañinas para el partido. En la sentencia de la Gürtel se considera probado que entre el PP y el grupo de Correa se creó «un auténtico y eficaz sistema de corrupción institucional a través de mecanismos de manipulación de la contratación pública central, autonómica y local». Pues bien, eso es lo que se examinará en esa treintena de causas en trámite, que auguran un calvario para el PP y para su próximo líder que se prolongará fácilmente durante el próximo lustro. 

caso gürtel

Siete piezas pendientes. La sentencia que ha acabado provocando la dimisión de Rajoy es solo una de las diez piezas en las que ha sido troceada la trama de corrupción institucional promovida por Francisco Correa y su grupo de empresas, que contrataba con Administraciones del PP a cambio de donativos para el partido y comisiones que se llevaban algunos de sus dirigentes y cargos públicos. Las tres causas falladas hasta el momento -Fitur, la de los trajes de Francisco Camps y la de la primera etapa de Gürtel, de 1999 al 2005- son poca cosa comparadas con las que quedan: la segunda etapa de la trama, del 2005 al 2009, así como las piezas por la visita del papa, Orange Market, Ayuntamiento de Jerez y Aena. Pero si algunas tienen carga explosiva suficiente para hacer saltar por los aires el PP, son las dos relacionadas con Luis Bárcenas

los papeles de bárcenas

Caja B y sobresueldos. Es, sin ninguna duda, la causa más peligrosa para el PP. En el caso de los papeles de Bárcenas se investiga el pago de la reforma de la sede central del PP con dinero negro. En la vista oral de la causa, que es probable que acabe coincidiendo con la precampaña de las elecciones municipales y autonómicas del próximo año, se sentará en el banquillo, como protagonista absoluto, Luis Bárcenas. El extesorero, que ha dado muestras sobradas de que está dispuesto a tirar de la manta si se oscurece su situación penitenciaria y la de su esposa, como es el caso, puede acabar desvelando quién está realmente tras los nombres de su contabilidad paralela manuscrita y el sistemático cobro de sobresueldos en dinero negro. Demasiados nombres de altos dirigentes del PP en la picota como para que haya tranquilidad en el partido, esté quien esté a su frente. Además, sigue abierta otra causa relacionada con Bárcenas, la de la destrucción de su ordenador. Los 35 borrados de sus dos discos duros es probable que sirvieran para eliminar todo rastro de algunas pruebas comprometedoras, pero la decisión, aunque solo se sentará en el banquillo la tesorera Carmen Navarro, deja muy tocada a la secretaria general, Dolores de Cospedal. Las causas relacionadas con Bárcenas son una bomba de relojería que puede explotarle en las manos a quien sea el nuevo líder del PP en el momento más inesperado.

caso púnica

La financiación del PP de Madrid. No tiene la misma dimensión ni afecta directamente a la cúpula del PP nacional, pero la repercusión mediática de los escándalos que salpican a los populares en la Comunidad de Madrid, todos vivos y pendientes de juicio, puede ser la puntilla que acabe arrastrando por el fango la imagen y la ya hundida reputación del partido. En total son 16 piezas judiciales en las que están imputados medio centenar de dirigentes, empresarios y funcionarios implicados en una trama de corrupción que garantizaba adjudicaciones de servicios públicos en Administraciones autonómicas y locales a cambio de comisiones para los intermediarios y ayudas a la financiación del PP. El muñidor de esta red fue Francisco Granados, que fue mano derecha de Esperanza Aguirre y secretario general del PP de Madrid. 

caso LEZO

Corrupción a nivel internacional. Aunque posterior en el cronograma judicial, se empezó a gestar en realidad antes de los hechos que dieron lugar a la operación Púnica. Saqueadas ya las cuentas locales y autonómicas, algunos dirigentes populares debieron de pensar que era el momento de ir a buscar el dinero en el extranjero. Y a ello se dedicó, según las investigaciones policiales, quien posteriormente llegaría a ser presidente de la Comunidad de Madrid en sustitución de Esperanza Aguirre, Ignacio González. Todo giraba en torno a la joya de la corona de las empresas públicas madrileñas, el Canal de Isabel II. González, entonces presidente de la empresa de gestión del agua, puso en marcha una operación de expansión por Iberoamérica. El modus operandi era el pago de sobreprecios y comisiones en la adquisición de empresas. Para muestra, un botón: por la brasileña Emissao se pagaron 21,5 millones de euros en el 2013 y al año siguiente su valor se había reducido a solo 5,1 millones. El caso ha salpicado a otro expresidente madrileño, Alberto Ruiz Gallardón, que el pasado jueves declaró como investigado en la Audiencia Nacional y defendió la legalidad de la adquisición de Inassa, la empresa colombiana que sirvió de trampolín para intentar expandirse por el resto del subcontinente. 

las tarjetas «black»

El dinero de Rato. Aunque no es un caso que implique directamente al PP, el protagonista principal es una persona que durante muchos años fue el símbolo de la buena gestión de los populares. El exministro Rodrigo Rato ha sido condenado a cuatro años y medio de prisión por fraude al beneficiarse de las tarjetas de crédito opacas a Hacienda de Caja Madrid y Bankia, las denominadas tarjetas black. Además de esta sentencia, que aún no es firme, quien llegó a ser vicepresidente del Gobierno con Aznar y compitió con Rajoy por la sucesión tiene pendiente también otro juicio importante: el de la salida a bolsa de Bankia en el 2011, una operación que posteriormente habría de ser la causa principal del rescate bancario español por parte de las autoridades europeas. 

OTROS MINISTROS

La herencia Aznar. Los Gobiernos de Aznar han sido una cantera de ministros investigados y condenados. Y así como Rajoy ha acabado pagando por escándalos que nacieron en época de su predecesor, quien le suceda a él se va a encontrar con las causas abiertas a otros reconocidos exdirigentes como Jaume Matas, que ya ha sido condenado a penas de cárcel en varias piezas del caso Palma Arena y que está pendiente de que se confirme la del caso Nóos. El último exministro en ser detenido ha sido Eduardo Zaplana, en prisión provisional por cohecho y blanqueo de capitales.