La nave Aquarius alcanza las islas Baleares en su séptimo día de navegación

Agencias ROMA

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Inmigrantes en el Aquarius
Inmigrantes en el Aquarius

La embarcación, con 106 inmigrantes a bordo, y las otras dos de la Marina italiana que la escoltan y que se reparten el resto de los 560 inmigrantes rescatados en el Mediterráneo navegan con un mar «finalmente» en calma

16 jun 2018 . Actualizado a las 11:52 h.

El barco Aquarius de la ONG SOS Méditerránee pasó hoy frente a la isla española de Mallorca en su séptimo día de navegación tras el rescate de 630 inmigrantes en el mar, que serán desembarcados en Valencia tras la negativa de Italia y Malta.

La embarcación, con 106 inmigrantes a bordo, y las otras dos de la Marina italiana que la escoltan y que se reparten el resto de los 560 inmigrantes rescatados en el Mediterráneo navegan con un mar «finalmente» en calma, tal y como indicó el cooperante Alessandro Porro a Efe.

En la mañana del sábado se ubicaban al norte de la isla balear de Mallorca y una nave militar española les ha dado «la bienvenida» a aguas de España, el país que acogerá a los inmigrantes náufragos después de que ni Italia ni Malta les ofrecieran un puerto seguro. La llegada al puerto valenciano está prevista para el domingo sobre las 12.00, según ha informado a Europa Press el presidente de Médicos Sin Fronteras en España, David Noguera.

La ONG ha explicado que muchas de estas personas han sufrido mareos y la enfermedad del mar por las altas olas y el mal tiempo, lo que hizo a la nave desviarse y bordear la isla italiana de Sicilia para refugiarse. Según Noguera, las personas que viajan en el barco «están estables» a pesar de que «un viaje tan largo y en condiciones duras no ayuda». Así, ha explicado que esta ha sido una travesía «demasiado larga» y ha insistido en recordar que su opción preferida «siempre ha sido desembarcarlos en el puerto más cercano». Además, las condiciones meteorológicas, con viento y olas fuertes, «no han ayudado» y han provocado «muchos episodios de mareos y de vómitos».

El barco se dirige hacia Valencia y en su travesía han pasado por Sicilia y Cerdeña, islas de Italia, y por Córcega, de Francia, sin tener asignado en ellas un puerto. Porro explicó que los inmigrantes, cada vez que avistan una costa, preguntan «¿esta es nuestra tierra?». En el buque viajan personas de colectivos especialmente vulnerables como son niños y mujeres embarazadas y personas que han sufrido quemaduras incluso de segundo grado por la mezcla de agua y combustible.

En la jornada del viernes salió el sol y, según explicaron los equipos de Médicos Sin Fronteras a bordo del Aquarius, la situación mejoró, los adultos conversaban tranquilamente en la cubierta y los 10 niños se entretenían jugando.

En los últimos días se les ha visto a través de las redes sociales incluso bailar, algo que Porro consideró «normal». «La vida a bordo que hemos mostrado es la que hemos visto en los últimos dos años. Cierto, ahora todo es desesperado, sin final, pero al menos ahora Europa sabe lo que ocurre en la frontera mediterránea», opinó. 

Noguera ha explicado que la labor de MSF terminará cuando lleguen a Valencia, que quedarán a cargo de las autoridades y de Cruz Roja. El dispositivo de recepción de los migrantes que se ha establecido en el Puerto contará con unas 70 u 80 personas, que ofrecerán a los migrantes una primera atención sanitaria, psicosocial y bienes básicos. ara ello, contarán con la colaboración de unos 400 intérpretes con el objetivo de que cada migrante tenga un traductor fijo y que no cambie durante todo el proceso. Asimismo, habrá otros 200 o 300 voluntarios más especialistas en temas de acogida de toda España que acompañarán a los migrantes el tiempo que sea necesario en su lugares de acogida.

Italia vuelve a prohibir el acceso a otros dos barcos

Esta misma mañana, el ministro italiano del Interior Matteo Salvini ha vuelto el acceso a los puertos italianos a dos navíos de una ONG que navegaba frente a las costas libias «a la espera de su cargamento de seres humanos», según ha declarado él mismo en su perfil de Facebook e informa Afp.

«Que estos señores sepan que Italia ya no quiere ser cómplice del negocio de la inmigración clandestina, y deberán buscar otros puertos (no italianos) hacia donde dirigirse. Como ministro y como padre, lo hago por el bien de todos», añadió Salvini.