Deshielo diplomático y nulo avance político

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

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En la fuente de Machado. Sánchez enseñó a Torra la fuente de la Moncloa donde Antonio Machado se reunía en secreto con Pilar de Valderrama Guiomar, la musa que inspiró al poeta andaluz. El presidente del Gobierno le había hablado de ese lugar al líder catalán y éste mostró interés por conocerlo
En la fuente de Machado. Sánchez enseñó a Torra la fuente de la Moncloa donde Antonio Machado se reunía en secreto con Pilar de Valderrama Guiomar, la musa que inspiró al poeta andaluz. El presidente del Gobierno le había hablado de ese lugar al líder catalán y éste mostró interés por conocerlo FERNANDO CALVO

Sánchez ofrece «ahondar» en el autogobierno de Cataluña y reactiva la comisión bilateral con la Generalitat, pero Torra insiste en que no hay más vía que el derecho de autodeterminación

10 jul 2018 . Actualizado a las 13:20 h.

Cordialidad, deshielo, diplomacia de gestos, pero nulo avance en lo esencial. Tras reunirse durante dos horas y media en la Moncloa con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el jefe del Ejecutivo catalán, Joaquim Torra, no se mueve de su discurso e insiste en que no renuncia a «ninguna vía» para alcanzar la independencia de Cataluña, incluyendo por tanto la unilateralidad, y en que «cualquier solución al problema catalán pasa por reconocer el derecho de autodeterminación». Sánchez, a su vez, trasladó a Torra que «no hay posibilidad del derecho de autodeterminación porque eso no existe en un país democrático», según explicó al término de la reunión la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo. Pese a todo, ambas partes consideraron positivo el encuentro, cuyo fruto más tangible fue la puesta en marcha de la comisión bilateral Estado-Generalitat, inactiva desde el año 2011, así como las que afectan a infraestructuras, Hacienda y transferencias de competencias.  

Con el lazo amarillo

El Gobierno puso especial énfasis en destacar la apertura del diálogo con la Generalitat para distanciarse de la etapa de Mariano Rajoy. «A otros Gobiernos les han hecho dos referendos y nosotros en un mes y dos días hemos recibido al presidente de la Generalitat dos horas y media; este es el sitio en el que queremos estar», señaló Calvo, quien explicó que, aunque este Ejecutivo tampoco aceptará una consulta, «hay margen para ahondar en la autonomía» y el autogobierno.

Torra acudió a la Moncloa con el lazo amarillo en la solapa e insistió ante Sánchez en «la existencia de presos políticos en España», en referencia a los líderes independentistas encarcelados por un presunto delito de rebelión, algo que consideró «indecente», aunque tras el encuentro, en una rueda de prensa en la sede de la Generalitat en Madrid, admitió que eso no había sido «objeto de negociación». Afirmó que «el pueblo de Cataluña se autodeterminó el 1 de octubre y declaró la independencia el 26 de octubre». «El catalanismo solo exige que los catalanes puedan decidir libremente y democráticamente su futuro y, si puede ser, que no les peguen por ello», añadió. En lo que sí hubo acuerdo, según el presidente de la Generalitat, es en que se trata de «un problema político que hay que resolver políticamente». Algo que ratificó el propio Sánchez con un mensaje en español y en catalán publicado en Twitter: «Una crisis política requiere de una solución política. Esta reunión es un punto de arranque constructivo para la normalización de las relaciones».

De momento, Sánchez se comprometió este lunes ante Torra a levantar todos los recursos ante el Tribunal Constitucional presentados por el anterior Gobierno contra las leyes autonómicas aprobadas en Cataluña que tienen que ver con asuntos como la sanidad universal, la pobreza energética o el cambio climático.  

«De Gobierno a Gobierno»

Las versiones del encuentro ofrecidas por el Gobierno y por el propio Torra difieren, porque mientras este último aseguró que el elemento «central» de la reunión fue el derecho de autodeterminación, la vicepresidenta del Ejecutivo aseguró que la prioridad no fue el referendo, sino los temas sociales y los derechos «perdidos durante el Gobierno de la derecha». «Hemos hablado de todo y hemos establecido una relación bilateral de Gobierno a Gobierno que tendrá continuación en Barcelona», señaló el presidente catalán, poniendo al mismo nivel su presidencia autonómica y la del Gobierno central. «Hemos abierto un hilo de esperanza, esperemos que en futuras reuniones el hilo se vaya concretando», añadió.

Sánchez no concretó a Torra cuál es la «solución política» que plantea. «Me ha hablado de plurinacionalidad, que España es un país de naciones, pero no me ha acabado de concretar cuál es la solución que da a nuestra exigencia al derecho a la autodeterminación», señaló el dirigente catalán. Pese a todo, se esforzó en destacar un cambio de tono de Sánchez respecto al de Rajoy. «He visto a un presidente del Gobierno que me ha escuchado y que ha tomado notas. Y eso me ha gustado», llegó a asegurar.

En lo que afecta a acuerdos institucionales, la comisión bilateral Estado-Generalitat estará presidida por la ministra de Política Territorial, Meritxell Batet, mientras que por el lado catalán los interlocutores serán el vicepresidente Pere Aragonés, el consejero de Acción Exterior y Asuntos Institucionales, Ernest Maragall, y la consejera de Presidencia, Elsa Artadi. El Gobierno confirmó que Sánchez se reunirá de nuevo con Torra en Barcelona, como había propuesto previamente el presidente de la Generalitat, pero insistió en que el jefe del Ejecutivo acudirá a Cataluña en numerosas ocasiones, dando a entender que no necesita que el líder catalán le invite para asistir a actos en esa comunidad. En agosto, el presidente del Gobierno participará en Barcelona en el homenaje a las víctimas del atentado yihadista de agosto del año pasado al que, sin embargo, según aseguró Torra, no será invitado el rey Felipe VI.