La falta de mantenimiento y el peso, causas probables del desplome en Vigo
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Los ingenieros reclaman más implicación política en la revisión de infraestructuras
17 ago 2018 . Actualizado a las 20:10 h.El desplome del muelle en el que se llevaba a cabo en Vigo el concierto de clausura de O Marisquiño ha dejado dos conclusiones claras entre los profesionales de la ingeniería: no se puede escatimar en el mantenimiento de las infraestructuras y la vigilancia de su correcto estado tiene que convertirse en una práctica constante, más aún cuando se asientan en ambientes adversos, como el marino, y están abiertas al uso público.
Además de esas conclusiones prácticas, llegar a determinar el motivo del colapso de la estructura que causó heridas a 467 personas constituye el eje central de las investigaciones judiciales ya iniciadas, pero también se ha convertido en materia de debate entre ingenieros y expertos en materiales de construcción. Cuatro ingenieros consultados por La Voz apuntan a la falta de mantenimiento y a los desperfectos que por esa dejación ha ido acumulando la infraestructura desde los años noventa como la causa principal del suceso, cuyo desencadenante final consideran pudo haber sido la concentración de público en su parte superior, que en gran número saltaba además al ritmo de la música segundos antes del desplome del muelle.
«El efecto de las cargas dinámicas [en movimiento] es muy importante, multiplica el peso que soporta la infraestructura y si los apoyos de las vigas no están en buen estado, estas corren el riesgo de desplazarse por el sobrepeso y llega el derrumbe», explica el ingeniero de Caminos Carlos Nardiz. El que fuera decano del Colegio profesional del sector en Galicia incide en que la conservación es todavía más necesaria en ambientes salinos, pues el riesgo de desprendimiento del hormigón es alto, y por tanto es posible que se dé una exposición al aire y al agua de la armazón de acero interior en soportes, vigas y pilas.
Las imágenes de cómo ha quedado el muelle «confirman una corrosión importante» en la estructura del paseo, a juicio de Jesús Rodríguez Santiago, profesor titular de Estructuras en la Universidad Politécnica de Madrid. Añade que en el caso de Vigo se han sumado varias causas para provocar el desplome: «Fuerte deterioro de la estructura, antigua además, y una alta presencia de corrosión que reduce la capacidad de resistencia del conjunto», explica, sintetizando en «corrosión más carga» como la fórmula fatal del desastre ocurrido.
Carlos Clerins, ingeniero que fabricó el puente de Rande original, sospecha que las vibraciones que el público asistente causó con su presencia y saltos pudieron acabar por desestabilizar una infraestructura que, advierte, sufría «un notable descuido». Clerins, que alude como otras posibilidades a cálculos de construcción errados, o un diseño no acorde con el uso recibido, considera «cuando menos de actitud cuestionable» que en un cuarto de siglo el muelle no hubiese sido inspeccionado.
Manuel Herrador, ingeniero y profesor de Hormigón Estructural en la Universidade de A Coruña, estima también que el efecto dinámico del movimiento del público y sus saltos pudieron añadir un peso a la estructura que sus menguadas condiciones no pudieron soportar. «Un pantalán no es un local de conciertos. Hay que analizar las estructuras siempre que se someten a un cambio de uso», comenta.
Herrador dirige sus críticas también hacia la falta de conciencia de algunas administraciones a la hora de destinar fondos y equipos al mantenimiento de las estructuras: «Es fundamental». Tesis en la que abunda Nardiz, que reclama «más conciencia política, aunque a los políticos les resulte más rentable a su imagen la inauguración de obras nuevas», añade, para concluir que en el caso de Vigo hubo dos administraciones que dieron permisos sin cuestionar el estado del espacio.
«Es un fallo garrafal que esa estructura no hubiese pasado inspecciones periódicas para llevar a cabo los arreglos necesarios o dejarla fuera de uso. Es un fallo gravísimo», clama Rodríguez Santiago.
Portos requiere a los organizadores de fiestas que extremen la seguridad
El terrible accidente ocurrido en el puerto de Vigo durante la celebración del festival de O Marisquiño ha tenido consecuencias en muchos ámbitos, también en Portos de Galicia, que ha requerido a todos los organizadores de cualquier tipo de fiesta que se celebre en sus instalaciones para que se extremen las medidas de seguridad. La realidad evidencia que es necesaria la máxima exigencia en estas cuestiones.
Los puertos suelen ser lugares propicios para actividades lúdicas durante la celebración de festejos, especialmente este mes de agosto. No son pocos los puertos que han recibido el requerimiento del organismo autonómico. De momento, Portos de Galicia se ha dirigido a los de Cambados, Meira, Poio, Vilagarcía, A Guarda, Ribeira, Boiro, Pontedeume, Rianxo, A Pobra, O Freixo, Muros, y Ponteceso, donde está prevista la celebración de fiestas en las próximas semanas. En todos ellos, se reforzarán las inspecciones.
El PP acusa a Abel Caballero de falta de transparencia al no aportar los informes de seguridad
La portavoz del PP en el Ayuntamiento de Vigo, Elena Muñoz, acusó ayer a Abel Caballero de «esquivar sus responsabilidades» y de estar «escondido» ante las consecuencias del siniestro que el pasado domingo causó heridas a casi medio millar de personas. «Está ocultando información tras cuatro días sin aportar los informes de seguridad», añadió la dirigente popular, que viene reclamando al regidor desde el lunes que muestre los documentos que tenga el Ayuntamiento sobre las inspecciones y exigencias que se plantearon a los organizadores de O Marisquiño para autorizarles la celebración del festival de deportes urbanos.
Muñoz advierte que su partido incluso se plantea personarse en la causa abierta en los juzgados vigueses, o convertirse en denunciante, «para que los vigueses sepan qué sucedió».
La portavoz popular alude a las comunicaciones que el Puerto le habría dirigido en los últimos años al Ayuntamiento advirtiéndole del mal estado exterior del paseo que se derrumbó el domingo, para rechazar que el alcalde desconociese esa situación.