El Gobierno ya admite que incumplirá el plazo de aprobación de los Presupuestos

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID | LA VOZ

ACTUALIDAD

Kiko Huesca | EFE

PSOE y Podemos registran una proposición de ley para eliminar por vía exprés el poder de veto del Senado

24 ago 2018 . Actualizado a las 23:20 h.

El Gobierno asume que tendrá muy complicado sacar los Presupuestos dentro de los plazos establecidos. Consciente de que la senda de déficit que propone se convertiría en papel mojado en el mismo instante en el que el PP pasase el rodillo en el Senado, en donde disfruta de una holgada mayoría absoluta, la prioridad del Ejecutivo no es otra que anular la facultad de veto de la que dispone la Cámara Alta. Este viernes empezó a mover ficha, y aunque en un primer momento la intención era modificar este aspecto de la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera por la vía rápida, mediante decreto ley, finalmente buscará hacerlo a través de una proposición de ley registrada conjuntamente con Podemos. Se trata de un camino mucho más largo, pero no por ello libre de obstáculos.

Este cambio de idea se debe fundamentalmente a dos motivos: en primer lugar, por el consejo del departamento jurídico, que advirtió de la dificultad del proceso por una cuestión de rangos de leyes, pero las airadas críticas con las que cargaron contra Pedro Sánchez desde la oposición en los últimos días, acusándolo de querer acabar con uno de los pilares de la democracia española a golpe de decretazo y amenazándolo con recurrir al Tribunal Constitucional, también han tenido cierto efecto.

Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno, confirmó tras el Consejo de Ministros que el nuevo proyecto de los socialistas para los Presupuestos se guardará en un cajón hasta que logren poner fin a esa capacidad de veto del Senado, admitiendo así la dificultad para cumplir con los plazos establecidos: «Es evidente, llegaremos muy ajustadamente, o no», reconoció. De todos modos, esta más que posible demora no pareció preocuparle demasiado a la número dos del Ejecutivo, que volvió a insistir en que «lo importante es que este Gobierno quiere» aprobar las nuevas cuentas: «Merecen la pena los trámites previos, incluido que no lleguemos a algún plazo puntual concreto», reiteró.

En manos de PP y C's

La senda de déficit propuesta por los socialistas, medio punto por encima de la prevista por el Gobierno de Rajoy, supone la posibilidad de gastar 6.000 millones de euros más en el 2019, un dinero que el Gobierno considera «fundamental» para la revitalización del Estado de bienestar. De ahí a que no existan demasiadas prisas en la Moncloa.

De todos modos, con la intención de agilizar al máximo este proceso, el PSOE y sus socios de Podemos solicitaron en su registro en el Congreso el trámite rápido de lectura única para su proposición de ley, pero aquí llegará el primero de sus problemas, ya que es la Mesa de la Cámara la que decide, y el PP y Ciudadanos cuentan con la mayoría. Además, este dominio de la Mesa también podrían utilizarlo para dilatar otros muchos pasos que conlleva cualquier proceso parlamentario. En caso de que finalmente llegase a votarse esta modificación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria para dejar al Senado sin la capacidad de veto, el PSOE requeriría de una mayoría simple en la Cámara. Nacionalistas e independentistas vascos y catalanes ya han mostrado su predisposición a votar a favor para acabar con esta facultad del Senado, introducida por Rajoy en el 2012 y que Calvo calificó de «excepcional e inentendible».

PP y C's aprobaron con el PSOE en el 2016 la reforma de la ley en veinte días

La proposición de ley para privar al Senado de su capacidad de veto no será la primera reforma urgente de la Ley de Estabilidad Presupuestaria. PP, PSOE y C’s se pusieron de acuerdo en octubre del 2016 para cambiar la norma en apenas veinte días y habilitar así a un Gobierno en funciones a modificar los objetivos de déficit. Aquella también fue tramitada por la vía de urgencia y en lectura única, y fue aprobada en apenas veinte días. La diferencia con este caso es que la mayoría del PP y C’s en la Mesa pueden provocar que se dilate el proceso.