Romario no será gobernador, pero Bebeto renueva escaño

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

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Paulo Alonso

El exdelantero del Deportivo cumplirá ocho años en el Parlamento

09 oct 2018 . Actualizado a las 07:51 h.

El domingo no solo se escogía al presidente de la república, sino que también se votaba a los senadores, diputados federales, gobernadores estatales y diputados estatales. En todos los diferentes niveles, el cambio político se transformó en un claro voto de castigo contra el PT, que benefició, casi exclusivamente, a aliados de Bolsonaro.

Linajes históricos de la política brasileña, como los hijos del congresista Eduardo Cunha y del exgobernador de Río Gustavo Cabral, o los descendientes del exgobernador de Brasilia Joaquim Roriz, fueron incapaces de alcanzar o renovar escaños que parecían hereditarios. Las elecciones tampoco fueron propicias para famosos como el exfutbolista Romario, que no pudo alcanzar el gobierno del estado de Río, mientras que su excompañero en el Mundial 94, Bebeto, sí renovó su escaño como diputado estatal.

La mítica pareja de delanteros se presentaba por Podemos, una formación nueva de cariz más conservador que su homónimo español. Bebeto cumplirá así 8 años en el Parlamento carioca, mientras que Romario ve frustrada su gran aspiración política de gobernar uno de los estados más importantes del país tras haber sido ya diputado federal y senador.

Otros dos exfutbolistas como Marcelinho Carioca y Luizão (de breve paso por el Deportivo) como fracasos más notorios. La mejor parada fue la nueva senadora por Brasilia Leila do Vôlei, que como su propio nombre indica es exjugadora de voleibol.

Pocos casos más paradigmáticos que el de Dilma Rousseff, que aspiraba a ser senadora por el estado de Minas Gerais y se quedó en cuarto lugar contra todo pronóstico. La ola de rechazo a Dilma se llevó por delante al gobernador del estado, Fernando Pimentel, que no quería en su campaña a Rousseff por miedo a lo que acabó sucediendo.

Otro peso pesado del PT, como Eduardo Suplicy, no pudo lograr su escaño por São Paulo. El tirón del ultraconservador quedó claro con los espectaculares resultados de sus hijos: Flavio arrasó como senador por Río de Janeiro y Eduardo se convirtió en el diputado federal más votado de la historia (dos millones de papeletas) por el estado de São Paulo. Janaína Paschoal fue la más apoyada en todo el país.