Dolores Delgado, sobre las grabaciones que la relacionan con Villarejo: «Soy una doble víctima»
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La ministra comparece este miércoles en la Comisión de Justicia del Congreso para explicar su relación con el comisario jubilado tras la filtración de los audios de una comida del 2009
10 oct 2018 . Actualizado a las 21:00 h.Dolores Delgado ha comparecido este miércoles en la Comisión de Justicia del Congreso para explicar su relación con José Manuel Villarejo después de que este martes la Cámara Baja exigiese su «inmediata dimisión». No solo sí conocía al comisario jubilado, sino que se reunió con él en distintas ocasiones en lo que, además, parece un ambiente distendido. Así se entiende en las grabaciones filtradas que desataron la última tormenta sobre el Gobierno de Pedro Sánchez y por las que ahora los diputados le piden explicaciones. «Se trata de la difusión de unos audios obtenidos de manera ilegal hace nueve años y que la Audiencia Nacional está investigando en este momento -ha explicado esta tarde Delgado-. Es una grabación cuyo objetivo es condicionar la acción del Ejecutivo del que formo parte. Los autores no lo han conseguido ni lo van a conseguir. Señorías, me atacan a mí por ser ministra. Y la derecha, la extrema derecha, y la extrema extrema derecha, me atacan para evitar que este Gobierno siga trabajando por la convivencia».
«Ni las cloacas, ni la derecha, ni la extrema derecha me van a amedrentar»
El de ser una «víctima por partida doble» es el argumento tras el que la cuestionada ministra se ha parapetado ante la comisión: víctima de «un miembro de las cloacas del Estado» que ha pretendido «desastibilizar al Gobierno» para lograr su impunidad en el caso Tándem, por el que se encuentra en prisión provisional desde noviembre del año pasado, y víctima también de la oposición política conservadora, que está «usando» estas escuchas para «paralizar» el avance de la agenda del Gobierno. «De la derecha, de la extrema derecha y de la extrema extrema derecha -ha insistido-, cuyo objetivo es paralizar la actuación de un Gobierno progresista».
«Se atreven a usar contra mí las actividades que ellos mismos fomentaron y aplaudieron -ha cargado con dureza Delgado contra el PP-. Y este Gobierno no se va a dejar chantajear, no va a aceptar amenazas ni de las cloacas, ni de aquellos que le siguen el juego, un juego sucio, llevándolo a la política y haciendo de esta un lodazal». Ha recordado al respecto que Villarejo actuó bajo la dirección del entonces ministro del Interior Jorge Fernández Díaz, quien llegó a destacar sus «relevantes servicios» y quien le permitió compatibilizar su trabajo policial con su actividad como investigador privado y como gestor de empresas de todo tipo. También ha precisado que su último responsable directo como director general de la Policía es hoy el portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, y que Villarejo fue director adjunto del entonces comisario principal Eugenio Pino, a quien el exministro de Justicia, Rafael Catalá, le concedió una medalla en atención a sus méritos.
«No he mentido. No soy amiga de Villarejo»
Ni piensa dejarse amedrentar la ministra, ni reconoce haber mentido: «No he mentido. No he tenido relación profesional alguna con el señor Villarejo, como ha quedado acreditado por la propia Fiscalía. Y subrayo: no soy amiga del señor Villarejo. Acudí a una comida con altos mandos policiales sobre materia terrorista, con cargos con los que trabajaba habitualmente en esta materia, no así con el señor Villarejo, acudí acompañada, invitada, por un miembro de la audiencia Nacional. No voy a entrar en el contenido de esas grabaciones que son ilícitas, como no entraría a valorar de otras grabaciones ilícitas que afectaran a otras personas».
Sí ha recordado, para reforzar la idea del chantaje, que el propio Villarejo avisó de que si no le dejaban en libertad antes de Navidad haría uso de los «20 terabytes» de archivos que tiene para lanzar una «traca final». «Es una extorsión al Gobierno», ha considerado Delgado, quien negó rotundamente, cuando salieron las primeras informaciones que la relacionaban con el policía ya jubilado, toda relación con él, tachando de «radicalmente falso» que hubiesen mantenido una cita. Se retractó días más tarde, reconociendo haber coincidido en alguna ocasión, versiones diferentes de su relación que este miércoles le han afeado varios portavoces de la oposición.
«No creo que sea un chantaje y si lo es, es que está reconociendo que hay algo para chantajear», le ha respondido María Jesús Moro, del PP, mientras que el vicepresidente de la Cámara Baja y portavoz de Justicia de Ciudadanos, Ignacio Prendes, ha ironizado con que Delgado es una «especia de Eliot Ness del Estado español», recalcando que en este asunto no se está cuestionando su carrera profesional como fiscal, sino las «responsabilidades políticas».
La titular de Justicia ha comparecido en el Congreso un día después de que esta misma Cámara aprobase una moción, que partió del PP y prosperó con el respaldo de C's y la abstención de IU, para pedirle al presidente del Gobierno su «cese de forma inmediata». Al igual que la reprobación en el Senado, esta moción no tiene carácter vinculante.