¡Estas no son horas de llamar, jefe!

Lucía Vidal

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Lucía VidalÁlex López-Benito

La multinacional sueca Ikea, la compañía de seguros AXA o el banco Santander aplican en sus convenios colectivos el derecho a la desconexión digital. Regulado en Francia, en ciernes en España, contestar llamadas y mensajes fuera de nuestra jornada laboral puede tener los días contados

15 oct 2018 . Actualizado a las 17:38 h.

Según una encuesta realizada por Infojobs, el 51% de los españoles responde llamadas o mensajes fuera de su jornada laboral. El 36% siente la obligación de responder, un 34% alega que su puesto lo requiere, y un 14% dice tener la necesidad de estar conectado. Un porcentaje que la consultoría Ipsos eleva al 65% de españoles que reconocen trabajar más allá de lo que marca su horario laboral.

A mayor responsabilidad en el cargo que se ejerce, más se contesta y menos desconectado se está en periodos de vacaciones. «Asumen -dice el experto en Derecho Laboral Ignacio Albo- que les va en el sueldo». Los más afectados por este «enganche» son los empleados de profesiones liberales, pero también directivos. Salvo los empleados que se dedican a trabajos en cadena, «pocos se libran del machaque a base de wasaps y mails», asegura Albo.

A partir de diciembre, una ley regulará el derecho de los trabajadores a no contestar llamadas o responder mensajes fuera del horario laboral, entre otros aspectos. Según el borrador de la nueva normativa, «a fin de garantizar el respeto de su tiempo de descanso y vacaciones, así como su intimidad personal y familiar». En definitiva, reforzar la privacidad, ese bien cada vez más escaso.

Las compañías deberán elaborar una política de uso responsable de los dispositivos -móviles, tablets, ordenadores portátiles-, que generan lo que se conoce como «fatiga informática». La futura Ley Orgánica de Protección de Datos permitirá a la empresa acceder a los contenidos de los medios digitales que faciliten a sus trabajadores -caso de teléfonos corporativos- pero solo a efectos de controlar que se cumplan las obligaciones laborales y de garantizar el correcto estado de esos dispositivos. En cualquier caso, la norma no implica la obligación de apagar el teléfono del trabajo al cabo de las ocho horas reglamentarias, o cerrar el servidor para el envío de correos. Simplemente, abre la puerta a una regulación consensuada entre empresa y trabajadores, y en función de las necesidades productivas

La vecina Francia fue pionera en la regulación de este fenómeno, hace ya dos años. Alemania está en camino. Sin embargo, para el presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, José Luis Casero, «son gestos de cara a la galería, sin consecuencias jurídicas». 

Empresas que ya aplican la desconexión digital

AXA fue pionera en nuestro país. También incluyen la desconexión digital en sus convenios colectivos el Santander o Ikea. El operador de telecomunicaciones Orange ha llegado a un acuerdo con sus empleados para que establezcan unos tiempos en los que no utilicen mensajería electrónica. Por ejemplo, durante las reuniones, con el fin de facilitar la concentración. El fabricante de neumáticos Michelin ha instaurado un control de las conexiones a distancia, para directivos que trabajan con carácter itinerante. 

Ley El Khomri

La regulación de los dispositivos tecnológicos fuera del horario laboral tiene su origen en la ministra de Trabajo francesa, Myriam El Khomri, que defendía que «si las tecnologías de la información y la comunicación están mal controladas, pueden tener un impacto en la salud de los asalariados». La ley, que tomó su apellido, generó un duro enfrentamiento en la calle, entre los sindicatos partidarios y detractores, pero también en el Parlamento, entre el Gobierno y parte de la izquierda. La polémica tenía que ver, no con el derecho a la desconexión, sino porque introducía más flexibilidad laboral y un cambio en las reglas de la negociación colectiva, al dar primacía a los acuerdos dentro de la empresa sobre los convenios sectoriales.