Los «brexiters» alientan un motín inminente contra May

íñigo gurruchaga LONDRES / COLPISA

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OLIVIER HOSLET | efe

Solo les faltan cuatro firmas para forzar la elección de nuevo líder

15 oct 2018 . Actualizado a las 08:01 h.

El exministro del brexit, David Davis, apeló ayer a los ministros del Gobierno británico para que «ejerzan su autoridad colectiva» y rechacen mañana, martes, los planes de Theresa May. A esa incitación se añade que 44 diputados conservadores habrían enviado ya su carta al comité de su grupo parlamentario que, con cuatro cartas más, estaría obligado a convocar elecciones para el liderazgo del partido.

El amotinamiento de los brexiters se alienta porque creen que el sorpresivo viaje realizado ayer por el ministro negociador, Domina Raab, a Bruselas para entrevistarse con Michel Barnier es el preludio del anuncio de que el Reino Unido ha llegado a un acuerdo con el negociador de la Comisión Europea sobre los términos de la retirada británica de la UE, una posibilidad que, según Davis, pone la «Constitución en juego».

Antes de viajar a la capital administrativa de la UE esta semana, May presentará el acuerdo, si se alcanza, a su gabinete. El estilo de la primera ministra, basado en preservar la información dentro de un círculo muy reducido de colaboradores para evitar sabotajes internos, se ha acentuado en las últimas semanas por lo que son muy pocos los que conocen las nuevas concesiones que ha ofrecido a Barnier.

Hace quince días se filtró a la prensa que, tras el rechazo de su plan de Chequers, May y sus colaboradores aceptaron que la única manera de evitar un aumento notable de controles fronterizos en Irlanda del Norte es la extensión de la fase de transición de dos años, en la que el Reino Unido permanecería en la unión aduanera. La noticia causó una rebelión del Partido Democrático Unionista (DUP) porque la provincia norirlandesa se mantendría en el mercado único y aumentarían los controles de mercancías entre Gran Bretaña y su región. Tal estatus en Irlanda del Norte reavivaría la demanda de independencia en Escocia, según los líderes conservadores allí, que han advertido sobre su dimisión.

Plazo limitado

La extensión de la unión aduanera al conjunto del Reino Unido había sido rechazada por Bruselas, pero sería más aceptable si el conjunto del país adopta también las regulaciones del mercado único. Los brexiters exigen que la extensión tenga un plazo limitado, definido en el acuerdo, y que la decisión sobre su final sea exclusivamente del Parlamento británico.

Raab se ha sumado a esa exigencia y uno de sus colegas ministeriales, el responsable de Sanidad, Matt Hancock, ha afirmado que «hay diversas maneras de asegurar que algo está limitado en el tiempo», como, por ejemplo, describir las condiciones para «el punto en el que esos arreglos terminan». Otros ministros callan mientras son alentados a la rebelión.

Según Davis, la industria alemana ya expresó «pánico» hace una semana por un brexit que reduzca sus exportaciones a Reino Unido. E Irlanda perdería más que nadie sin un acuerdo comercial generoso para el comercio británico-europeo. En esa especulativa partida de póker, Davis cree que este es el momento en el que la UE tiene que ceder.

Según AFP, la nueva ronda entre Barnier y Raab concluyó sin acuerdo por las dificultades para encajar la solución a la frontera entre las Irlandas. «A pesar de los esfuerzos, algunos asuntos clave siguen abiertos, incluida la solución de último recurso para la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte para evitar una frontera dura», informó Barnier.