La recaudación del impuesto al diésel financiará un PIVE solo para coches eléctricos

m. s. d. vigo / la voz

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CESAR TOIMIL

El Gobierno rechaza la política de incentivos para coches diésel o gasolina y favorece con bonificaciones la compra de eléctricos e híbridos

17 oct 2018 . Actualizado a las 07:39 h.

Gobierno, industria y concesionarios están de acuerdo en que los coches que más contaminan son los que tienen más de diez años. Coinciden también en que hace falta poner en marcha un nuevo plan de ayudas, en la línea del extinguido PIVE, para achatarrar la flota más tóxica. Pero el Ejecutivo de Pedro Sánchez se desmarca de la política de incentivos para coches diésel o gasolina, aunque sean de última generación, y apuesta por favorecer con bonificaciones solo la compra de eléctricos e híbridos.

Las cuentas tampoco dan para más, y el cálculo que el Gobierno tiene en mente es financiar el nuevo plan de ayudas con parte de los 670 millones que prevé ingresar con la subida del impuesto sobre el gasoil.

«Se dedicará un 30 % de la recaudación de la fiscalidad verde a las ayudas para cambiar de coche y retirar del mercado los vehículos que más contaminan», afirman en Hacienda, sin añadir nada más por ahora a lo que hace un par de días avanzaba la responsable del ministerio, María Jesús Montero.

De ser así, este nuevo plan de achatarramiento, que no entraría en vigor antes del 2020, dispondría de un presupuesto de 200 millones de euros, que previamente habrán salido de los bolsillos de los conductores de coches diésel (alrededor de 18 millones en toda España).

Ayudas de ida y vuelta

Hasta ahora, el gasoil es más barato que la gasolina porque paga menos impuestos. Cuando se equipare el gravamen, los conductores de coches diésel soportarán una carga fiscal de 40,07 céntimos por litro, 10 céntimos más que ahora (incremento estimado). Lo que, a la hora de pagar, situaría el litro de este carburante (el más utilizado por vehículos de transporte) en 1,389 euros -tomando como referencia el precio actual--, más caro incluso que la gasolina de 95.

Como consecuencia, al conductor de un coche diésel de gama media y con un tanque de 60 litros de capacidad llenar el depósito le costaría con la nueva tasa 83,74 euros, un 8 % más. Parte de ese sobrecoste financiará el plan del Gobierno para incentivar la compra de vehículos eléctricos o híbridos.