Tráfico quiere reducir desde enero la velocidad máxima en carretera a 90

José Manuel Pan
josé manuel pan REDACCIÓN / LA VOZ

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PEPA LOSADA

Tiene sobre la mesa el proyecto que cambiará los límites fijados en los años ochenta

28 oct 2018 . Actualizado a las 18:04 h.

Tráfico ya tiene sobre la mesa el borrador del proyecto para ejecutar la reducción de la velocidad máxima de 100 a 90 kilómetros por hora en las carreteras convencionales. Es un texto que recoge las modificaciones que habría que hacer al Reglamento General de Circulación (RGC) para poder aplicar la medida lo antes posible. En la DGT trabajan con la perspectiva del próximo mes de enero para la puesta en marcha de la nueva limitación genérica de velocidad en las carreteras convencionales, las que no son autovías ni autopistas. Para ponerla en marcha a primeros del próximo año es necesario utilizar la fórmula del real decreto, que es lo que en principio está previsto, aunque tal y como está el panorama político actual la decisión podría retrasarse.

La reducción de la velocidad máxima en las carreteras convencionales es una de las medidas estrella del actual equipo directivo de la DGT, que encabeza Pere Navarro, y tiene el total respaldo del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, como así lo anunció esta semana en un encuentro con víctimas de accidentes. Se trata de una medida que lleva varios años en la mesa de los directores generales de Tráfico. Ya en la época de María Seguí se tuvo en consideración esa reducción de la velocidad máxima, aunque acompañada de una polémica propuesta de aumento a 130 en las autopistas y autovías. Gregorio Serrano, antecesor de Pere Navarro, la había incluido en la reforma del Reglamento General de Circulación que preparaba justo antes de la moción de censura de Pedro Sánchez.

La propuesta con la que trabaja la actual DGT modificaría solo uno de los artículos del RGC, el 48, que es el que establece las «velocidades máximas en vías fuera de poblado». De la redacción actual de ese artículo, que data de los años ochenta, se quiere alejar su «prolija casuística» clasificando los límites en tres bloques. En la nueva reglamentación se elimina la diferenciación de limitaciones genéricas de velocidad entre 90 y 100 km/h y se deja en una limitación general de 90 km/h, que solo contará con una excepción, la de los tramos de vías convencionales con una mediana física que separe los dos sentidos de circulación. En esos casos, el titular de la vía podría mantener la limitación de 100. En el futuro cuadro de velocidades máximas se suprimen las referencias a la existencia de arcenes de al menos 1,5 metros, que es lo que establece en la actualidad la diferencia entre los límites de 100 o 90. 

Como en el resto de Europa

Tráfico argumenta que la reducción de velocidad busca frenar la siniestralidad y recuerda que la mayoría de los países europeos han reducido a 90 la velocidad máxima en las carreteras sin separación física de sentidos.

Camiones camuflados para vigilar el uso del móvil al volante

La Dirección General de Tráfico ha activado un aumento de la vigilancia, tanto por parte de los agentes de la Guardia Civil como por los helicópteros de la DGT

j. m. pan/ l. penide

Las distracciones al volante se han convertido en la primera causa de accidentes mortales en las carreteras españolas, y la mayoría están provocadas por el uso del teléfono móvil. La Dirección General de Tráfico ha activado las alertas al constatar esa realidad y ha ordenado, como primera medida, un aumento de la vigilancia, tanto por parte de los agentes de la Guardia Civil como por los helicópteros de la DGT, que han reforzado los controles para evitar las distracciones causadas por el uso del móvil. Esa vigilancia se hará también con camiones y furgonetas, que estarán camuflados como los coches patrulla que ya utiliza la Guardia Civil para observar ese tipo de conductas antirreglamentarias.

La idea es que sean los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil los que prueben esos vehículos en las carreteras españolas para comprobar su eficacia en el control de ese tipo de infracciones que son difíciles de ver en carretera. La altura de camiones y furgonetas permitiría observar mejor si los conductores están manipulando los teléfonos móviles mientras están al volante. Al detectar la infracción, los agentes del camión darían aviso a patrullas de apoyo para interceptar a los conductores.

La previsión de los responsables de Tráfico es que las primeras pruebas de vigilancia con los camiones y furgonetas camuflados se realicen en carreteras de Galicia y de Castilla y León, según la revista de motor AutoBild, que menciona una orden interna en la que se indica que con el uso de estos vehículos se pretende «incrementar la eficacia de la detección de infracciones relativas principalmente al uso del cinturón de seguridad, al uso del teléfono móvil y otras distracciones por parte de los conductores».

Por tanto, además del control del uso de los teléfonos móviles por parte de los conductores, desde los camiones y furgonetas los guardias civiles también vigilarían si los ocupantes de un coche llevan abrochados los cinturones de seguridad otras distracciones, como por ejemplo la manipulación en marcha de navegadores y otros equipos de los vehículos. Aunque según las fuentes consultadas, el plan se encuentra en una fase inicial, lo cierto es que las pruebas de vigilancia con camiones podrían comenzar antes de que acabe este año y si son positivas empezar a denunciar las infracciones que detecten en las carreteras.

Más puntos de sanción

La utilización del teléfono móvil al volante y la falta de uso del cinturón de seguridad son dos de las infracciones más cometidas en las carreteras. Por eso el propio director general de Tráfico, Pere Navarro, ya anunció que está previsto un endurecimiento del castigo para esos dos casos. Está previsto que usar el teléfono móvil mientras se conduce implique la retirada de 4 o de 6 puntos, en vez de los 3 que se pierden ahora. Y también se aumentará un punto en el caso de la infracción por no usar el cinturón de seguridad.