El temporal deja a Venecia bajo el agua

María Signo ROMA / CORRESPONSAL

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MIGUEL MEDINA | afp

Las fuertes lluvias y vientos que azotaron Italia causaron 12 muertos y cuantiosos daños materiales

31 oct 2018 . Actualizado a las 07:59 h.

Después de dos días de fuertes lluvias y vientos que arrasaron Italia de norte a sur, ayer tocó hacer inventario tras un trágico balance de doce personas fallecidas a causa de la caída de árboles o por la furia del agua, y numerosos daños materiales. Una de las imágenes que dejó el temporal fue una Venecia totalmente inundada. El lunes, la marea llegó a subir hasta los 156 centímetros sobre el nivel del mar, el cuarto más alto de la historia, lo que provocó la conocida como agua alta, inundando sus calles y la plaza de San Marcos, que tuvo que ser desalojada de visitantes. Ayer el nivel se mantenía en 140 centímetros, ocasionando graves daños en los mármoles y mosaicos de la basílica de San Marcos. «En un solo día la basílica ha envejecido veinte años», denunció Carlo Tesserin, procurador del ente encargado del templo.

Obras de Miró, dañadas

El agua de la laguna veneciana dañó dos obras de Joan Miró valoradas en medio millón de euros cada una. Son dos tapices que forman parte de una exposición que estaba previsto se inaugurara el 1 de noviembre en el palacio Zaguri. Aunque aún se encontraban embaladas, las obras se mojaron por el agua que se desbordó por las tuberías. Los tapices fueron enviados a un taller especializado de Asti para restaurar los colores dañados.

Una de las regiones más afectadas fue Liguria. Mientras en Génova se cerró el aeropuerto, en Rapallo las fuertes olas destrozaron los yates del puerto deportivo, entre los que se encontraba el de Berlusconi. Otras localidades, como Portofino, quedaron aisladas a causa de los desprendimientos de tierras que bloquearon las carreteras. La fuerte marejada se hizo sentir a lo largo de toda la costa del mar Tirreno, donde no faltaron pequeños tornados como el sufrido en Terracina, al sur de Roma, que levantó de cuajo todos los pinos de la calle principal, provocando la muerte de un comerciante y varios heridos.

También en Roma la fuerza del viento, que llegó a alcanzar los 100 km/h, causó la caída de muchos árboles, carteles y cornisas. Tras un lunes en el que se pidió a la población que se quedara en casa mientras se suspendían las clases en los colegios y en la universidad, ayer fue el día de hacer transitables las numerosas calles que quedaron cortadas a causa de los troncos y las ramas caídas. Los bomberos y equipos del Ayuntamiento tuvieron que actuar en más de 400 incidencias.

A la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi le han llovido las críticas por el abandono en el que están los jardines y las zonas verdes. La asociación civil Tutti per Roma. Roma per tutti, que ya el sábado protestó en las calles contra Raggi, la acusa de falta de mantenimiento y de poda de los árboles en los dos últimos años.