Francia celebra el fin de la Gran Guerra

Alexandra F. Coego PARÍS

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Sebastian Gollnow | DPA

Cien años después, Macron recorre los escenarios más sangrientos

05 nov 2018 . Actualizado a las 10:18 h.

El próximo 11 de noviembre se cumplirán 100 años del armisticio que puso fin a los combates de la Primera Guerra Mundial. En conmemoración del centenario, Emmanuel Macron se lanzó ayer a la carretera para recorrer la frontera norte del país, desde Alsacia hasta Norte-Paso-de-Calais, por los escenarios de algunas de las batallas más crudas de la Gran Guerra. Con este desplazamiento, el presidente quiere celebrar la «recuperación» del norte, el cual se encuentra actualmente sumido en una fuerte desindustrialización.

El viaje comenzó ayer en la catedral de Estrasburgo, la única gran urbe prevista en la gira, centrada principalmente en las zonas rurales, las cuales fueron las más castigadas del país. Macron asistió a un «concierto de amistad» acompañado del presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier. El recorrido finalizará el próximo sábado también en compañía alemana, la de la canciller Angela Merkel. Ambos jefes de Estado se reunirán en el claro del bosque de Compiègne, al norte de París, donde se firmó el Armisticio de 1918 y el de 1940 entre el Tercer Reich y el gobierno del Mariscal Pétain.

En los meses previos al desplazamiento, el Elíseo insistió en el carácter «altamente simbólico» de la involucración alemana en los actos conmemorativos de este año, los cuales no incluirán un desfile de las fuerzas armadas para evitar dar la imagen de una celebración de una victoria militar. Según explicó el presidente al diario Ouest France, el programa del centenario representa un gesto de «reconciliación definitiva». Además del acto conjunto en Compiègne, la canciller alemana también estará presente en París el 11 de noviembre para pronunciar un discurso de apertura en el «Foro de la Paz», un evento organizado por el Gobierno francés.

El evento, al cual asistirán Donald Trump, Vladimir Putin y Benjamin Netanyahu, entre otros, se centrará en los nacionalismos. En su entrevista con Ouest France, el presidente galo alertó contra esta «lepra» que amenaza con «desmembrar una Europa dividida por los miedos», una situación que según el mandatario se asemeja peligrosamente al período de entreguerras. Con el recorrido, el presidente galo se adentra en los bastiones de la extrema derecha francesa y da pistoletazo de salida a una campaña para seducir a los representantes políticos locales de cara a las elecciones al Parlamento Europeo, previstas para mayo del 2019.

Además de los cementerios con cruces blancas hasta a donde alcanza la vista y el terreno aún irregular donde se encontraban las trincheras, las regiones de Los Altos de Francia y el Gran Este también están salpicadas de fábricas abandonadas y obras faraónicas congeladas. En las últimas décadas, ambas llevan sufriendo una fuerte desindustrialización, con despidos masivos y cierres. Para reforzar su compromiso con la industria del norte, el convoy del presidente hará varias paradas en puntos clave: este lunes estará presente en Pont-à-Mousson, sede de la farmacéutica Novasep, y el próximo jueves parará en Maubeuge, en la fábrica de Renault-Nissan. Aunque sin parada confirmada, también pasará cerca de la acería Ascoval, la cual el Ejecutivo pretende salvar de un cierre inminente durante el próximo mes.