El tanga no es consentimiento

Marta Otero Torres
marta otero REDACCIÓN / LA VOZ

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Ruth Coppinger, miembro de la alianza electoral Solidarity-People Before Profit en Irlanda, sostiene un tanga durante una protesta en apoyo a las víctimas de violencia sexual
Ruth Coppinger, miembro de la alianza electoral Solidarity-People Before Profit en Irlanda, sostiene un tanga durante una protesta en apoyo a las víctimas de violencia sexual DPA | Niall Carson

Una campaña en Twitter protesta por la absolución de una violación en Irlanda porque la víctima llevaba esta prenda

16 nov 2018 . Actualizado a las 08:26 h.

Los tangas de encaje invadieron ayer la red social Twitter bajo el hasthtag #ThisIsNotConsent (No es consentimiento), para protestar por una polémica sentencia dictada por la corte irlandesa de Cork, en la que un hombre de 27 años fue absuelto de una violación a una adolescente de 17 años porque esta llevaba un tanga de encaje, entre otros argumentos.

El tema saltó a las redes después de que la política irlandesa Ruth Coppinger protestara por este mismo tema en el Parlamento de su país, sacándose un tanga azul de la manga. «Podría parecer embarazoso mostrar un par de tangas aquí -explicó-, ¿pero cómo creen ustedes que se siente una mujer o una víctima de una violación en la situación incongruente de que su ropa interior se muestre en el juzgado?».

En los últimos dos días, centenares de personas se manifestaron en diferentes ciudades irlandesas para denunciar que la abogada defensora, Elisabeth O’Connell, sugiriera que el hecho de que la víctima llevara un tanga de encaje podría dejar ver que consintió la relación. La letrada aseguró que la prenda podría dar a entender que la joven sentía atracción por su defendido y estaba abierta a encontrarse con alguien y estar con él. «Miren la forma en que iba vestida. Llevaba un tanga de encaje», aseguró.

Indignación en el país

El caso ha esparcido la indignación por el país, en especial en las ciudades de Dublín, Cork y Limerick, donde se produjeron las protestas más numerosas. Coppinger lideró la protesta en Dublín sujetando una pancarta con el texto: «Acabemos con la culpabilización de las víctimas en los juzgados».

El jurado, formado por ocho hombres y cuatro mujeres, absolvió al hombre de forma unánime, después de una deliberación de 90 minutos.

La representante del Dublín Rape Crisis Center, Noeline Blackwell, aseguró que este tipo de estrategias ante los casos de violación no les sorprenden. «El tema de cómo alguien va vestida, lo que ha bebido o por qué no ha chillado si estaba en peligro lo vemos con muchísima frecuencia». Blackwell aseguró que este tipo de estereotipos sobre violación vuelven una y otra vez «porque la defensa en estos casos es decir que el sexo fue consentido. Por eso, cualquier cosa que el abogado pueda presentar para sugerir que hubo consenso se usará».

Por su parte, el ministro de Justicia irlandés reconoció que está abierto a realizar cambios en la ley, pero primero consultará a un equipo de expertos en el tema. Añadió, no obstante, que cree que el problema se debe más bien al procedimiento de este caso en concreto.