Sánchez pide la dimisión de Cosidó por dañar el crédito general de la justicia

La Voz REDACCIÓN

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Ricardo Rubio | Europa Press

El presidente del Gobierno acusa al portavoz del PP en el Senado de «haber dañado el crédito general de la justicia» con su wasap

21 nov 2018 . Actualizado a las 07:56 h.

Arrecia la tormenta desatada por el mensaje interno de Ignacio Cosidó, portavoz del PP en el Senado, sobre el pacto para renovar el Consejo General del Poder Judicial. 

La renuncia del magistrado Manuel Marchena a presidir ese organismo y el Supremo ha disparado la tensión política y ha provocado la ruptura del acuerdo entre los dos principales partidos. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha acusado a Cosidó de «haber dañado el crédito general de la justicia» con su wasap y le ha pedido que renuncie al cargo, según informa Efe.

La intervención del líder socialista tuvo lugar en la sesión de control que tuvo lugar en el Senado. «Hoy ha renunciado alguien, pero no ha sido precisamente quien esperan los españoles que renuncie, que es usted, señor Cosidó».

El político del PP había descartado esta mañana presentar su dimisión tras conocerse la decisión de Marchena. Y ciñó cualquier posible paso atrás a la pérdida del respaldo del líder de los populares, Pablo Casado

Fue en la mañana del lunes cuando se filtró que Cosidó había celebrado en un mensaje interno de WhatsApp el pacto con el Gobierno para renovar el Consejo General del Poder Judicial-porque permitiría al PP controlar «desde detrás» al Tribunal Supremo.

La supuesta buena operación política para los populares se ha frustrado. Desde Génova culpan al PSOE y por la que anuncian que suspenden el acuerdo con el Gobierno para renovar el órgano judicial.

La decisión de Marchena llegó en plena tormenta política por el wasap del que también fuera director de la Policía. Ignacio Cosidó explicó en el chat de los 146 senadores populares que con Manuel Marchena como presidente del Tribunal Supremo y del gobierno de los jueces, el PP se asegura el control «desde detrás» de la Sala de lo Penal y también estará «presidiendo la Sala del 61». La primera juzga a los miembros del Gobierno, diputados y senadores por su aforamiento, y la segunda, entre otros asuntos, aborda las ilegalizaciones de los partidos.

Marchena, si no se hubiese autodescartado, encabezararía la Sala del 61 por ser presidente del Tribunal Supremo. Desde esa condición también supervisaría los trabajos de Sala de lo Penal, y, sobre todo, el juicio a los líderes del desafío independentista en Cataluña, según informa Colpisa.

Cosidó explicó en su mensaje en el chat que el punto de partida de la negociación con el PSOE era un reparto con el PP de diez vocales por cada partido, y para los socialistas, el presidente. Pero, prosigue el portavoz del PP, se llegó al acuerdo de nueve más el presidente para los populares, y once para el PSOE. Con Marchena, subraya Cosidó, las votaciones en el Consejo General del Poder Judicial no serán «de 11-10» sino de «21-0».

El portavoz conservador pretendía aplacar el malestar en las filas del PP por el resultado de la negociación del Poder Judicial, que para muchos en el partido opositor benefició a los socialistas. No se sabe si lo consiguió, pero lo que sí logró fue una catarata de críticas y peticiones de dimisión de asociaciones judiciales y de los partidos, con la excepción del PSOE, la contraparte del PP en la negociación. Ningún dirigente socialista comentó el mensaje, solo lo hizo el secretario de Organización del PSC. Aseguró que su partido «censura» que se hable de control de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo.

Cosidó salió al paso como pudo y dijo que se habían «malinterpretado» sus comentarios aunque reconoció que su lenguaje «coloquial» no fue «afortunado». Dio igual. Ciudadanos, Podemos, ERC, PDECat, la Asociación de Juezas y Jueces para la Democracia, la Asociación Francisco de Vitoria, la Asociación Foro Independiente Judicial, la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales, entre otros, exigieron explicaciones o bien su dimisión y renuncie al escaño en el Senado. El PP evitó salir en su defensa y su secretario general, Teodoro García-Egea, se remitió a los argumentos dados por el propio Cosidó.