Según un estudio del CSIC que los hombres tomen dos cervezas al día y las mujeres una responde a un consumo moderado saludable. Sin embargo, los expertos desaconsejan la ingesta de alcohol en una dieta sana
19 ago 2021 . Actualizado a las 16:25 h.Una caña de celebración o una caña para ahogar penas, la cerveza nos acompaña siendo una de las bebidas más demandadas en los bares, pero, ¿hacemos bien en consumirla? Según un estudio publicado recientemente por el CSIC el consumo moderado puede traer beneficios, sin embargo, no debemos olvidar que el alcohol y la salud no se suelen llevar bien. Los expertos de este informe destacan que el consumo de esta bebida de lúpulo «en el contexto de la hora de las comidas es costumbre en los países mediterráneos» y forma parte de dicha dieta, igual que el vino o la sidra. El documento explica que «la evidencia científica disponible respalda los beneficios para la salud del consumo moderado en adultos», siendo las cantidades adecuadas dos cervezas diarias para los hombres y una para las mujeres. Entre los beneficios de esta costumbre se encontrarían reducir el riesgo de tener enfermedades cardiovasculares y el de diabetes, y un aumento de la densidad de masa ósea en los hombres.
Además, señala que su consumo no está relacionado con la obesidad abdominal, por lo que la barriga cervecera tendría otro culpable... Estos beneficios se observarían «cuando el consumo es moderado y responsable, por parte de adultos sanos, en el marco de una alimentación sana y equilibrada», explican.
Sin embargo, la nutricionista Carolina Mosquera advierte: «Que un alimento tenga determinados beneficios no lo convierte en saludable. La recomendación de alcohol para una dieta sana es cero, la única que aconsejaría sería la cerveza sin alcohol». Por su parte, la nutricionista Lidia Folgar concuerda y señala: «Si queremos atribuir algún tipo de beneficio a un producto lo vamos a encontrar. La cerveza tiene sustancias beneficiosas, pero las podemos encontrar también en otros alimentos que no contienen alcohol».
Lidia destaca que a la hora de valorar un alimento hay que hacerlo en su conjunto, y todo tiene su lado positivo y negativo. Por ejemplo, si nos fijamos en las calorías «entre un refresco azucarado y una cerveza, la cerveza sería una mejor opción», explica Carolina. Aunque, como destaca la nutricionista, hay que tener esto en cuenta: «El efecto de las calorías en forma de líquido sobre la saciedad es nulo, pasamos ese límite sin darnos cuenta, y ahí es cuando engordamos».
Cuando tomamos la decisión de qué pedir en el bar hay que pensar en todo. Después, cada uno que pida lo que quiera y listos para brindar.