El PSOE gijonés espera una «tensa» asamblea para abrir la «era Barbón»

J. C. G. GIJÓN

GIJÓN

Militantes durante la presentación de la precandidatura de Adrián Barbón en la Casa del Pueblo de Gijón
Militantes durante la presentación de la precandidatura de Adrián Barbón en la Casa del Pueblo de Gijón

El cónclave en el que se elegirá los representantes para el congreso del día 29 será la primera prueba de fuego para el discurso de unidad y conciliación tras las primarias

20 sep 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El discurso de unidad y conciliación que es el oficial desde la victoria, el pasado domingo, de Adrián Barbón en las primarias de la FSA-PSOE encara una importante prueba de fuego este jueves en Gijón, como en el resto de agrupaciones asturianas. La gijonesa no solo es la plaza con más afiliados del socialismo asturiano sino también aquella en la que ha dolido más la derrota de José María Pérez, presidente de la gestora local del PSOE y portavoz de su grupo municipal. De ahí que muchos de sus más de 1.300 afiliados dén por sentado que, pase lo que pase en la asamblea en la que elegirán sus compromisarios para el Congreso del que saldrá la nueva ejecutiva regional, hay un adjetivo que se puede poner de antemano: será una asamblea «tensa». Hay además un factor simbólico añadido. Cerrando un ciclo y abriendo otro, el escenario será el mismo en el que ambos contendientes presentaron sus precandidaturas y en el que la imagen de Adrián Barbón tomando la calle con un megáfono y rodeado de militantes le permitió gritar aquel «No camino solo» que prefiguró el resultado de las primarias.

Mientras se trabaja a contrarreloj en la confección de las respectivas listas, esa impresión se tiene por igual en el entorno del candidato vencedor -que recibió 490 de los 901 votos emitidos el domingo- como en el del presidente de la gestora local y portavoz del grupo municipal, José María Pérez; aunque el ángulo desde el que se contempla esa situación es muy distinto.

Desde las filas de los afines a Barbón se insiste en que los resultados han sido meridianamente elocuentes, que la militancia ha expresado una «voluntad explícita» de cambio y en que «no se va a ir contra nadie». En torno a un centenar de militantes se reunieron ya el lunes en la Casa del Pueblo para perfilar el listado que tendrá que representar, conforme a lo pactado entre las dos candidaturas, al 60 por ciento de la afiliación local. El hecho de que ese reparto ya haya sido acordado contribuirá a allanar la situación y a «sedar ánimos». Así se expresa uno de los asistentes a una reunión en la que -asegura- el ambiente fue de satisfacción, casi de celebración, pero no de revancha.

«Siempre puede haber sentimientos personales de alguna gente aislada a la que le gustaría hacer cirugía pero, sinceramente, no vi ganas de pasar facturas sino más bien un clima de logro y de esperanza», comenta un destacado militante, para quien el momento está «completamente claro»: «Ya no puede quedar duda de quién lidera el partido, ahora toca reunir consensos. De otro modo, nos equivocaríamos, sobre todo ante la sociedad», razona.

Desde la otra parte, la tensión vuelve a darse por supuesta, pero la situación se observa desde unos sentimientos y unas expectativas diferentes. Es significativo, de entrada, que se deslice en más de un militante una expresión que delata el punto de partida emocional de quienes apoyaron a José María Pérez después del pasado domingo; después -dicen- de «perder Gijón». Queda a cambio, sobre todo entre quienes más implicados estuvieron en la campaña de Josechu, la satisfacción de «haber hecho lo que se debía» y de un resultado que a pesar de todo consideran «no insignificante».

Desde ahí, miran con cautela, cuando no escepticismo, lo que pueda suceder el jueves. «Será una primera prueba. Ahora veremos si cumplen lo que dijeron en campaña o si pasan el rodillo como en el ultimo Comité Federal», apunta una militante. También descreen de la «novedad» de lo que representa la corriente ganadora en las primarias. Y no ayuda a templar ánimos la convivencia en una misma Casa del Pueblo de una parte de la familia que casi convalece y de otra que, según esta misma afiliada, «está de boda». Hay quien se siente además incómodo ante los movimientos de una parte de la militancia que, en el revuelo de la victoria, «está empezando a apuntarse a caballo ganador».

Y, finalmente, añade electricidad a la atmósfera el precedente de la asamblea de los socialistas ovetenses en la que la AMSO plasmó formalmente su abrumador rechazo hacia la gestión de la ejecutiva presidida por Javier Fernández. Un repudio que, de repetirse el jueves, resonaría con mucha más fuerza en la misma agrupación en la que están afiliados Fernández y quien se ha considerado su candidato en las primarias.