Un padre denuncia que Emtusa dejó en tierra a su hijo de 10 años

J. C. G. GIJÓN

GIJÓN

Un autobús de Emtusa
Un autobús de Emtusa

Un fallo en la lectura de una tarjeta que, según la reclamación, se pudo comprobar después que funcionaba originó la decisión «irresponsable» del conductor: «El niño no llevaba dinero, con lo que no le permitió subir»

22 nov 2017 . Actualizado a las 14:13 h.

El padre de un niño gijonés de 10 años ha presentado una reclamación ante el departamento municipal de Reclamaciones y Sugerencias por entender que el conductor de uno de los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMTUSA) incurrió en una «irresponsabilidad inadmisible» al impedir el acceso al vehículo al menor por «un fallo de lectura» en la tarjeta de transporte que -según se afirma en la queja- se comprobó posteriormente que tenía fondos y funcionaba. Los hechos se produjeron el pasado día 20 de noviembre cuando el pequeño, alumno del colegio Piles, pretendía tomar como todos los días la línea 1 en la parada del hotel Begoña y la tarjeta no fue reconocida por el lector. «El niño no llevaba dinero para pagar un billete, con lo que el conductor no le permitió subir», relata la reclamación, que reprocha al empleado municipal no haber considerado las «consecuencias que su decisión podía acarrear».

El pequeño tuvo que volver a su casa, donde su padre -que por lo general ya no se encuentra en el domicilio a esa hora- estaba excepcionalmente, al cuidado de la hermana menor que por lo general viaja junto al escolar todos los días en el autobús. «Es de una irresponsabilidad inadmisible en un empleado público y en cualquier buen ciudadano. El conductor no se interesó en ningún momento sobre la situación en la que dejaba al niño o si tenía a quién acudir a esa hora. Ni siquiera preguntó a otros viajeros si le podían ayudar prestándole dinero. Aunque hubiera bastado con insistir con la tarjeta, tal y como pudimos comprobar minutos más tarde en otra línea», argumenta el padre del menor, que pudo hacerse cargo de él y acompañarlo de vuelta para coger otro autobús en el que «bastó con insistir con la tarjeta» para comprobar que funcionaba.

El reclamante dice no perseguir «recompensa económica ni restitución ninguna»: «Sí exijo, como ciudadano usurio del servicio, que sus empleados actúen ante las incidencias con la responsabilidad que se exige a cualquier otro profesional», afirma el padre del menor, que apela al reglamento de viajeros de EMTUSA para argumentar que «el viajero tiene derecho "A ser transportado con el solo requisito de portar un título de transporte válido"», circunstancia que insiste en que se daba en este caso. Recuerda además que el niño, «como menor de 13 años, tiene derecho a viajar gratis, y que por tanto no cabe la más mínima sospecha de fraude o mala intención por su parte» y que al viajero «nada más se le puede exigir, ni puede prever una incidencia técnica con los sistemas», al margen de portar su título de transporte. Entiende asimismo que «el conductor, como representante de EMTUSA, no puede desentenderse de ninguna incidencia relacionada con el servicio, y menos de aquellas que tengan que ver los sistemas de la compañía (la Tarjeta de Transporte lo es) y que reviertan en los derechos del usuario».

«Afortunadamente todo acabó bien para el niño, pero me gustaría que EMTUSA recapacitara sobre las actitudes y acciones de sus conductores ante cualqueir tipo de incidencia, más aún en las relacionadas con los fallos en los sistemas propios de la compañía, y en especial en aquellas relacionadas con las personas más débiles (niños, ancianos, discapacitados o enfermos)», concluye la reclamación, que el ciuidadano también preveía poner en conocimiento del concejal responsable de EMTUSA, Esteban Aparicio, a través de su correo electrónico.