Una estafa de 2,5 millones de kilómetros

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Un agente examina uno de los vehículos de segunda mano con el cuentakilómetros trucado
Un agente examina uno de los vehículos de segunda mano con el cuentakilómetros trucado Guardia CivilMinisterio del Interior

La Guardia Civil investiga a un vecino de Gijón por vender vehículos de ocasión con los cuentakilómetros trucados. «Afeitaba» un promedio de 70.000 kilómetros por coche

25 jun 2019 . Actualizado a las 16:09 h.

La Guardia Civil ha interrogado, en calidad de investigado, a un vecino de GIjón de 40 años de edad por un supuesto delito de estafa continuada en la venta de vehículos de ocasión. La investigación comenzó a raíz de la detección en el mes de febrero de la venta de un vehículo en Gijón y cuyo cuentakilómetros estaba rebajado sustancialmente. Esta venta fue detectada en Palencia, lugar de residencia del comprador del turismo. Fruto de las investigaciones realizadas por el GIAT de Asturias, se logró localizar el vendedor del coche, cuyas iniciales son R.F.P., el cual se publicitaba a través de la Web como compraventa de vehículos de ocasión, llegando a detectarse un total de hasta 73 ventas, de las cuales al menos en 17 de ellas se pudo comprobar que se habían hecho con el cuentakilómetros modificado. Las diligencias han sido entregadas en el Juzgado de Instrucción número 3 de Gijón.

Tras adquirir los vehículos en otra Comunidad Autónoma con la inspección técnica periódica (ITV) pasada, esta persona solicitaba un duplicado de tarjeta ITV aquí en Asturias por extravío de la anterior. Posteriormente, los sometía a una nueva inspección técnica en el Principado con el cuentaquilómetros ya rebajado, evitando de esta manera el cruce de datos de los kilómetros registrados por el vehículo entre las ITV, ya que en las fechas que se hicieron estas revisiones no existía registro intercomunitario de ITVs en cuanto a los kilómetros recorridos por los vehículos. El promedio de kilómetros reducido por coche se estima en 70.000, llegando en algunos casos hasta 780.000, superando entre todos los casos detectados los dos millones y medio de kilómetros reducidos.

Una vez que los vehículos llegaban al concesionario, y empleando una técnica conocida como 'afeitado', se procedía a la manipulación de los odómetros, rebajando sustancialmente el número de kilómetros reales del vehículo, hasta una cifra que, atendiendo al estado de conservación y mantenimiento de cada uno de ellos, no levantara sospecha alguna y los hacía mucho más atractivos a posibles compradores, aumentando además el precio de venta. El propietario no conocía el kilometraje real del vehículo, impidiéndole esta circunstancia realizar el mantenimiento adecuado del mismo ni sustituir los componentes que el fabricante recomienda reemplazar, habiendo además pagado un precio bastante más elevado por un producto mucho más rodado y susceptible de sufrir averías y reparaciones que se producen cuando el vehículo cuenta con un kilometraje superior.