Los dos niños, de muy corta edad, quedaron encerrados en presencia de su madre por una cadena de infortunios que tuvo final feliz gracias a un mecánico y un agente de la Policía Local
17 oct 2018 . Actualizado a las 18:04 h.El rescate de dos niños de corta edad atrapados en el interior de un turismo estacionado en el barrio gijonés de El Llano ha mantenido en vilo a los vecinos del entorno de la avenida de Schulz en su entronque con la calle Electra. La mala suerte ha provocado que los dos pequeños hayan quedado encerrados durante al menos una hora en el interior del vehículo, de donde finalmente han podido ser rescatados gracias a la pericia de un mecánico y un Policía Local, que han conseguido extraerlos después de romper la luna del lado del copiloto.
Todo sucedió cuando la madre, después de estacionar el coche, se dirigió a la trasera para coger el carrito de uno de los niños. La mala suerte hizo que el portón trasero se desplazase involuntariamente, con las llaves en el interior y atrapando el mando a distancia de manera que activó los cierres de seguridad cuando los niños aún se encontraban en el vehículo. En ese momento, en torno a las tres y media de la tarde, el sol daba en el vehículo caldeando su interior, dadas las altas temperaturas -poco menos de 20 grados- para esta época del año.
El aviso de la madre motivó el desplazamiento de un mecánico que estuvo manipulando con gran destreza, a decir de uno de los muchos testigos que congregó el suceso. Finalmente, después de un buen rato, no quedó más alternativa que romper una de las lunas, algo que se pretendia evitar para no causar más alarma a los pequeños o exponerles a posibles impactos o cortaduras de los fragmentos de vidrio. Los fuertes golpes no solo asustaron a los niños, sino que causaron aún más alarma entre los vecinos -algunos de los cuales pensaron que se trataba de detonaciones- llenando de curiosos las ventanas y balcones de la zona. Mientras tanto, un policía de paisano y algunos viandantes contribuían a hacer que la madre y otra pequeña que viajaba en el coche mantuvieran la calma.
El mecánico se desplazó al interior del vehículo a través de la ventanilla rota. En ese momento, se personó en el lugar un motorista de la Policía Local que se sumó al rescate en el momento en el que se sacaba al segundo niño, el mayor de los dos. El instante fue vivido con gran emoción e intensidad por todos los presentes; naturalmente, más que nadie por la madre, que ya no pudo contener las lágrimas al cabo de un rato de angustia que acabó felizmente con sus pequeños en brazos.