La directora del centro replica a las críticas del hijo del artista recalcando su interés en «un pintor de referencia» y su presencia en las colecciones municipales y recordando la importancia de «colaboraciones, donaciones y legados»
09 nov 2018 . Actualizado a las 19:59 h.«Las declaraciones efectuadas por Gonzalo Suárez Pomeda, en el transcurso de la presentación de un depósito al Museo de Bellas Artes de Asturias, sobre el tratamiento dado por parte del Museo Casa Natal de Jovellanos, de Gijón, a la figura de su padre, el artista Aurelio Suárez, y al reconocimiento de su obra, no se corresponden con el trabajo y la atención dada por esta institución a la personalidad y a la obra de este artista». La directora del Museo Jovellanos, Lucía Peláez, ha rechazado hoy en estos términos las críticas dirigidas contra ella y el centro que dirige el pasado jueves por el hijo del pintor gijonés, en las que los acusaba de relegar y despreciar la obra de su padre y amenazaba con llevársela «fuera d Asturias». «El Museo Casa Natal de Jovellanos ni desprecia, ni arrincona la obra de Aurelio Suárez. Muy al contario; para el Museo este artista gijonés es, como no puede ser de otra manera, un pintor de referencia en el contexto artístico asturiano y por esta razón en la exposición permanente del Museo se presentan un mínimo de tres obras de las seis que forman parte de la colección», replica Peláez en un comunicado.
«Si hay otros autores que cuentan con una representación más amplia en la colección, se debe en gran medida a donaciones y legados de los propios artistas o de sus herederos, como es el caso de Antonio Suárez, Rubio Camín, Orlando Pelayo, Amador, Juan Botas o José María Navacués, por citar algunos», replica la directora del Museo Jovellanos, que también recueda que el 'Archivo de Artistas' del centro «está abierto a cualquier colaboración que contribuya a una investigación rigurosa, y a la promoción y difusión de la obra de Aurelio Suárez, al que califica como «una de las figuras más significativas de la vanguardia asturiana», incluyendo «la colaboración de los propios autores y de sus herederos».
Falta de espacio
La directora de la pinacoteca municipal gijonesa precisa también que «las condiciones del Museo y la falta de espacio hacen necesario desmontar parte de la exposición permanente para hacer exposiciones temporales; este año dedicadas a Alejandro Mieres, a Bernardo Sanjurjo y a las fotografías de Ruth Anderson de la Hispanic Society of America. Explica asimismo que «es indispensable dinamizar la exposición con diferentes propuestas que se van solapando, en las que siempre buscamos integrar a todos aquellos creadores que trabajaron en Gijón y en Asturias, que tuvieron un papel relevante en la configuración del panorama artístico asturiano y que se vinculan a los nuevos lenguajes que se imponen en el contexto nacional e internacional».
Asimismo recuerda que el museo desarrolla un programa de adquisiciones de obra que en 2002 incorporó cuatro obras de Aurelio Suárez, que complementaban a las dos que ya formaban parte de la colección. En la actualidad, el Museo Jovellanos cuenta con seis obras de Aurelio Suárez: Vigilancia perpetua (1944), Taurómata (1949), La hora del yantar (1953), Uno cada una (1956), Mientras toco tuestan (1956), Saturación de Sironisos (1957). Peláez admite, no obstante, que «sería deseable enriquecer la visión de este interesante artista en el museo de su ciudad natal, con la incorporación de nuevas obras, especialmente bocetos y gouaches pero los recursos disponibles marcan inevitablemente las posibilidades de abordar todo lo deseable».
Archivos de Artistas
La directora del Museo Casa Natal de Jovellanos destaca también el peso de Aurelio en el proyecto 'Archivos de Artistas', «iniciado por el Museo en 2001 en respuesta a la necesidad de crear estudios individualizados, recuperando la documentación que cada artista genera como resultado de su actividad creadora». De hecho -señala Lucía Peláez- dicho proyecto arrancó «con dos becas de investigación, inventario y catalogación de obras de artistas asturianos, que se dedicaron en exclusiva a la obra de Aurelio Suárez». «El resultado de estos trabajos fue la catalogación de 1.335 obras, entre bocetos, gouaches y óleos, pertenecientes a 175 colecciones, públicas y privadas», además de becar un trabajo de investigación defendido en la Universidad de Oviedo bajo el título Aurelio Suárez (1910-2003). Trayectoria expositiva. De dicha beca provino también «el proyecto de exposición y catálogo Aurelio Suárez. Mundo Onírico, en colaboración con uno de los mayores coleccionistas del artista y Ediciones Trea». El fondo documental vinculado a Aurelio Suárez tiene más de 400 registros hemerográficos, además de 200 impresos y monografías, precisa el comunicado.