Juan Diego y la solidaridad con Alcoa hicieron saltar chispas en la gala del FICX 56

J. C. G. GIJÓN

GIJÓN

El actor sevillano puso en pie al público al recoger su Premio 'Nacho Martínez' y los presentadores enviaron un mensaje de solidaridad a los trabajadores de la planta avilesina ante un Jovellanos abarrotado

17 nov 2018 . Actualizado a las 01:02 h.

La torre del alta tensión que este año es el emblema del Festival Internacional de Cine de Gijón y que también ha presidido desde un lateral la gala de inauguración del certamen se cargó de energía gracias a Juan Diego. El actor sevillano, que recibió al final de la ceremonia escenificada en el teatro Jovellanos el Premio Nacional de Cinematografía 'Nacho Martínez' protagonizó casi en exclusiva los momentos más electrizantes y emotivos de una apertura más bien deslavazada y un tanto fría en la que la calidez de un Diego cercano y muy acatarrado, la buena disposición del público que abarrotó la gala y formó grandes colas para disfutar de la proyección inaugural y la solidaridad enviada desde el escenario y el patio de butacas a los trabajadores de Alcoa fueron lo mejor. Sobre las tablas, el actor Santi Alverú y la presentadora Arantxa Nieto intentaron transmitir la electricidad de una torre que evocó -e invocó- el espíritu de David Lynch, que incluso 'protagonizó' en modo apócrifo uno de los gags de la velada, previa parodia dedicada al agente Cooper de Twin FICX, rebautizada para el caso.

Pero sin duda, lo que queda para el recuerdo de esta apertura es el porte menudo y expresivo de un Juan Diego que, ya con su Premio 'Nacho Martínez' en las manos y con una voz que era «algo parecido a lo de El Padrino» se encaró con el público en tono casi de confidencia, inclinado sobre el atril del 56FICX: «Quiero encontrar mi registro más cálido para responder a vuestro cariño», dijo, recordando su participación «en los 50-60» en un Festival de Cine para la infancia al que acudió con Fantasía 3, de Eloy de la Iglesia, o sus numerosas visitas a Gijón para actuar en el Jovellanos o «visitar amigos». Recordó también su amistad con Nacho Martínez,  «alguien con quien compartí sueños y bohemia», y cuyo galardón le hace sentir «muy, muy, muy honrado». «Gracias Xixón, gracias amigos», se despidió el actor, con el público ovacionándolo puesto en  pie.

La otra ovación de la noche salió del ámbito de lo cinematográfico para dirigirse hacia los trabajadores de Alcoa, para cuya situación Arantxa Nieto pidió «inmediata solución». Después de eso, desfilaron por el escenario, entre otros, la cineasta Eli Cortiñas, a la que el FICX le dedica una sección; la subdirectora del Festival de San Sebastián, Maialen Beloki, la realizadora asturiana y jurado del premio CIMA Carmen Menéndez y el ganador y las dos menciones especiales del Premio de Guión Julio Alejandro-SGAE, que este año ha galardonado con sus 25.000 euros el proyecto A. M., P. M, del cubano Amílcar Salatti, además del Jurado Internacional.

Pero, antes de todos ellos, la declaración más estrictamente cinematográfica de la noche correspondió a los dos directores que han recibido en la gala el Premio de Honor del FICX: la italiana Tizza Covi y el austriaco Rainer Frimmel. La primera agradeció en castellano al FICX haber sido el festival que premió también en su 47 edición su segundo largo, La Pivellina, mientras que Frimmel declaró sobre su trabajo: «No cambiaremos el mundo con el cine, pero al menos mostramos que un mundo con humanismo y solidaridad es un mundo mejor».

El final de la gala dejó paso al cine. El estreno en España de La favorita, el largo a concurso del británico Yorgos Lanthimos con Emma Stone, Rachel Weisz y Olivia Colman, se proyectó ante el público después de haber dejado muy buen sabor de boca en el pase de prensa, tanto por su brillantez formal como por el extraordinario duelo a tres de las actrices, con especiales elogios para Colman.