El Ayuntamiento y el Incar dan por zanjada la «crisis del carbón»

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El municipio y el instituto dependiente del CSIC firmarán un acuerdo para regular una colaboración continua en la investigación de las manchas del mineral en la playa de San Lorenzo

18 dic 2018 . Actualizado a las 14:03 h.

El ayuntamiento de Gijón y el Instituto Nacional del Carbón (Incar) hacen formalmente las paces y reanudan la vía de la «colaboración continua» en la investigación sobre las manchas de carbón en la playa de San Lorenzo. Una rueda de prensa conjunta de la alcaldesa Carmen Moriyón y el director del Incar, Fernando Rubiera, ha servido este mediodía para dar por zanjado el malestar entre el equipo de gobierno de Foro y el organismo dependiente del CSIC a raíz de la investigación de un grupo de sus cientificos en la que se apuntaba a los movimientos del mineral depositado en El Musel -y no exclusivamente al transportado por el 'Castillo de Salas'- como fuente de las periódicas emergencias del carbón en el arenal gijonés. Moriyón -que ha apuntado según Europa Press a la cooperación con la Autoridad Portuaria- exigió en el último pleno «respeto institucional» y que no se «juegue con la playa».

Cambiando de tono y limando asperezas, la alcaldesa dicho estar «muy deseosa» de resolver esta cuestión e iniciar la colaboración con el Incar. Eso sí, ha insistido, como en otras ocasiones, que este carbón no representa ningún peligro medioambiental porque es un material inerte, pero todos están de acuerdo sobre la imagen negativa que puede representar para la playa. A este respecto, ha apuntado que el objetivo es ver cuánto mineral puede provenir del buque hundido frente a la costa gijonesa en 1986, y cuánto de operaciones de los buques. De ahí que ha visto importante encontrar «entre todos» la respuesta, «hasta donde sea posible», ha apostillado.

A partir de ahora, según la alcaldesa, las dos instituciones definirán un acuerdo que va a regular la citada colaboración. Ha incidido en que, en su corta experiencia en cargo público, en las crisis entre instituciones, a veces es cuando se avanza, a lo que ha aclarado que por «crisis» entiende que cada uno hizo una defensa de lo que entendía que eran sus intereses. «En modo alguno vamos a recriminar al Incar nada», ha apuntado, para precisar que el Ayuntamiento, en su defensa de la playa, igual pidió «algo puntual» como era comparar con el 'Castillo de Salas', del que no había muestra de carbón. La solución, a su juicio, es sentarse a hablar las cosas y a hacer un planteamiento de futuro. Ha remarcado, unido a ello, que el Incar defendía sus investigaciones y el Ayuntamiento «quería la playa bien».

«Aquí no queremos ocultar nada», ha dejado claro. Moriyón ha remarcado que todo lo que se pueda avanzar, se hará, por lo que el catedrático Germán Flor y su hijo, el profesor Germán Flor Rodríguez, continuarán con sus investigaciones sobre la evolución de la playa. Ha apuntado que se marcan como objetivo el monitorizar San Lorenzo.

Y respecto al carbón que llega a la playa, ha incidido en que de los análisis que hizo un técnico de Ensidesa tras el hundimiento del buque tampoco se puede determinar nada concluyente. En el caso de si en la operativa de carga a descarga pudiera haber caída de carbón al agua, ha recalcado que la Autoridad Portuaria puede aportar la dinámica de corrientes para ver si lo que acarrean puede llegar a la playa.

Rubiera, por su lado, ha mostrado su disposición a colaborar con el Ayuntamiento y ha explicado que hay dos proyectos en marcha; uno se engloba en el otro. Por un lado, se estudia el efecto del uso del carbón por la industria sobre litoral asturiano, y el segundo sobre el origen carbón que llega ocasionalmente a la playa Ha apuntado, asimismo, que los estudios ya se han ido adelantando pero la única forma de actuar es mediante el análisis que se está realizando. Según él, es más difícil determinar cuánto carbón pueda pertenecer a de cada uno, es decir, al 'Castillo de Salas' o la operativa del puerto.

Eso sí, ha incidido en que lo que no se puede es hacer un análisis una vez y luego un año después. El Ayuntamiento, a este respecto, informará al Incar para recoger muestras. Rubiera ha aprovechado para decir que sería mejor que el convenio a firmar pueda plasmar una aportación económica, de cara a costear los análisis y estudios a realizar. Asimismo, ha visto «interesante» conocer las clases de carbón que se mueven en El Musel. Ha insistido, además, en que la muestra del 'Castillo de Salas' que se les entregó no pueden determinar su origen realmente, por lo que no se puede aventurar «ninguna conclusión».