«La negociación va a ser prácticamente imposible con los partidos muy a la derecha»

J. C. Gea GIJÓN

GIJÓN

José Carlos Fernández Sarasola
José Carlos Fernández Sarasola

José Carlos Fernández Sarasola, que repite como cabeza de lista de Ciudadanos en Gijón, define las líneas del «cambio» que defederá su formación para sacar a la ciudad de «cuatro años de parálisis absoluta»

23 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Telefónica tendrá que esperar. José Carlos Fernández Sarasola, el concejal con el que Ciudadanos entró por primera vez en la Corporación municipal gijonesa en 2015, lo tenía todo dispuesto para pedir su reingreso en la compañía si su partido decidía que había llegado el momento del relevo al frente de la candidatura para el 26-M. No será así. El ingeniero industrial gijonés repetirá al frente de la lista en un claro reconocimiento a su labor -no tan solitaria como podría pensarse- en el despacho de su grupo municipal, en el que habrá que hacer sitio según pronostican todas las encuestas y tendencias. Esta semana, su nombre era refrendado por los órganos locales junto a los de Rubén Pérez Carcedo y Ana Isabel Menéndez, en la segunda y tercera posición de la lista, respectivamente.

-Se puso a disposición de su partido, y su partido ha vuelto a contar con usted. ¿Contento?

-Sí, ante todo, contento de que el partido vuelva a contar conmigo. Es una satisfacción personal. He dicho desde el principio que aquí estoy de manera voluntaria, nadie me obligó; si no hubiera así, yo soy un trabajador en excedencia que hubiera vuelto a Telefónica, de donde salí, ni mayor problema. Esto es un ciclo en la vida; una actividad que me gusta. Así que estoy contento. Tengo la sensación de que hemos hecho un trabajo bueno, teniendo en cuenta que teníamos un solo concejal. Pero hemos estado ahí luchando desde el principio, y el equipo que se ha formado en torno al grupo municipal ha ayudado mucho a que esto avance, aparte de los propios afiliados. Sin ellos, sin alguien detrás en la afiliación, en un grupo municipal donde solo trabajábamos tres personas, si esa gente que te aporta cosas se hubiera hecho complicado.

-Su designación se presenta como una apuesta por la continuidad. Eso significa que su gestión ha superado con creces el aprobado. ¿Coincide con su autoevaluación?

-Se ha intentado hacer muchas cosas. Desde que llegamos tenemos claro que estamos aquí para hacer cosas por los ciudadanos de Gijón desde nuestro modesto punto de vista y el de nuestro grupo muncipal. Hemos presentado unas 90 iniciativas a lo largo de estos cuatro años. ¿El balance? No sé si decir pobre, pero sí de dejadez por parte del Gobierno local, porque ha habido muchas cosas que hemos presentado, a las que han dicho que les parecía estupendo y que después de cuatro años siguen en el punto de partida: no salió nada. Es algo que te entristece. Haber trabajado propuestas nosotros mismos o en acuerdos con otros grupos y no haber conseguido nada. Bueno, el mayor reto político en este aspecto es haberlo presentado, haber intentado cosas. Ha habido algunas importantes como la ordenanza de transparencia, que ha abierto el Ayuntamiento a la ciudadanía: lo que cobra un concejal, lo que cobra un directivo, lo que hacemos en el Ayuntamiento día a día… todo eso está a la vista, y es bueno que se haya impulsado desde aquí. Otras cosas te entristecen mucho.

-¿Por ejemplo?

-Cosas que incluso son de ley, como la ordenanza de accesibilidad. Llevamos dos años dándole vueltas y no se ha movido del sitio. Temas de empleo, de innovación… Han quedado en buenas palabras y no han pasado de ahí. Es una parte que no es que lleves mal, pero sí que apena.

-¿Forma parte esa decepción del aprendizaje de la política real, de la realidad de las instituciones, cuando se llega directamente desde la calle a ellas? 

-Una gente cosa es lo que la gente, los ciudadanos, podemos ver, y otra la realidad del funcionamiento de la institución. Es verdad que son instituciones muy regladas en las que hay una serie de pasos y de hitos que hay que cumplir y eso puede complicar muchísimo las cosas. Pero depende de muchos parámetros: la cuestión económica, en la que no siempre es fácil hacer los encajes…

-Y menos en un ayuntamiento en la situación del de Gijón

-Claro, en un Ayuntamiento intervenido todos los encajes se complican más. Pero en muchos casos ha sido falta de voluntad política por parte del Gobierno de Foro. Lo normal es que si se está acuerdo con la idea que propones, se busque la manera de llevarla a cabo; pero que luego no se haga nada… La verdad, queda bastante mal. Si no estás de acuerdo, si piensas que no se puede llevar a cabo por lo que sea, di que no. Aparte de que tienen mecanismos de administración para saber si se puede o no llevar a cabo algo, para eso está Intervención o Secretaría. Pero ves que votan que sí, que todo es maravilloso, y que luego no se hace nada. Temas de juventud, por ejemplo, que se lleva a comisión, durmiendo el sueño de los justos.

-Razón de más para aspirar a una mayor capacidad ejecutiva, ¿no?

-Hombre, esa es la intención: tener más concejales y, si llega la posibilidad, tener gobierno, y todas estas ideas que no no han fructificado, que puedan salir adelante y que la ciudadanía las vea. Solo las ha visto en papel, no funcionando. Al final, ¿qué se ha hecho desde el Gobierno en estos cuatro años? El Plan General de Ordenación. ¿Algo más? El PGO. ¿Y un poquito más? El PGO. Pues mal vamos. Es verdad que el Gobierno lo impulsó, pero ha sido un acuerdo debido a la generosidad de todos los grupos, que estábamos de acuerdo en que no podíamos tener una ciudad con un desfase de veinte años en materia de urbanismo. Pero, ¿qué más proyectos se han sacado adelante? Ninguno. Seguimos teniendo el Plan de Vías. En el de movilidad, terrible: atropellados, valga decirlo así, por la ley que ha sacado el Principado, y todo el trabajo que se pudo sacar adelante, parado y sin saber muy bien cómo se va a acabar. Una pena, porque es el trabajo de ochenta entidades que han puesto encima de la mesa. Poner de acuerdo a tantas voces tan distintas es muy difícil y, una vez que se ha conseguido, no sacarlo adelante, me parece que es un fracaso enorme de este Gobierno.

-Por seguir con la terminología escolar: si al final esa capacidad ejecutiva llega a ser la máxima en esta administración, la alcaldía, ¿cuáles serán sus primeros deberes?

-Estamos todavía elaborando el programa, pero es evidente que hay una serie de necesidades que hay que abordar en Gijón cuanto antes. Primero, hace falta generar empleo. Y una de las fuentes de generación de empleo es la inversión municipal. Hemos visto que estos años la inversión se ha ido al garete, ha desaparecido, y para rematar la faena, la poca que hay no se ejecuta. Estamos hablando de ejecuciones del 40 por ciento. Y esa es la parte que el Ayuntamiento puede utilizar para generar empleo en la ciudad, actividad, hacer que se mueva. Vamos a empujar por ese lado sí o sí.

-¿De qué manera?

-Hemos puesto sobre la mesa ideas sobre compra pública innovadora. Tenemos un Parque Científico y Tecnológico con 4.000 personas trabajando, con empresas pequeñas que necesitan un impulso; no que tú las subvenciones mucho, sino que Gijón les compre un producto que necesita. Todos estos se han quedado en el alero. Estamos hablando de unas ayudas sociales que son necesarias, pero que si no van acompañadas de un itinerario laboral y si no generamos empleo, no arreglan nada. Otros temas urgentes: la playa, un emblema de Gijón que no podemos tener como la tenemos. Habrá que estudiarlo, ver qué pasa, tomar medidas y evitar que se repita lo que pasó este año con las famosas manchas marrones. Los pozos de tormenta no bastan. Hay también temas de seguridad, más percibida que real, porque Gijón es una ciudad muy segura, pero hay que evitar los pequeños brotes, sabiendo que son puntuales y dónde son. Muchos frentes abiertos. Y habrá que reconducir todo el sistema económico para volver a la senda perdida de la buena gestión de manera coherente. Encima, un Ayuntamiento con capacidad económica, que puede invertir y hacer un montón de cosas.

-No se duda que va a estar más acompañado. Se acabó la 'soledad del concejal de fondo'. ¿Qué perfiles tienen sus compañeros de lista?

-Hablamos de los tres primeros, a falta de lo que queda por decidir en Junta Directiva y Comité Autonómico, que estará cerrado esperemos que el martes. De número dos va Rubén Pérez Castedo, que es asesor económico del grupo municipal y pilar importantísimo de todo lo que hemos hecho estos cuatro años. Sin él poco se podría haber hecho. Además, es una persona que ya estuvo con Nacho Prendes en el Principado, que conoce bien la administración desde dentro aparte de su experiencia en FADE. Ha estado también en un par de consejos de administración, así que es un pilar fundamental. Luego va Ana Isabel Menéndez, que trabaja en LABoral Centro de Arte, está de consejera en Divertia y es una persona con las ideas muy claras de lo que tiene que ser la cultura, una de las grandes olvidadas en Gijón, o el turismo. Son perfiles importantes. El resto serán perfiles que completen una lista lo más coherente posible y, sobre todo que sea un reflejo de lo que es Gijón: autónomos, pequeños empresarios, gente más y menos joven… Una lista en la que se encuentren todos los perfiles de la ciudad y del partido.

-Que tiene una afiliación creciente.

-Sí, bastates más afiliados, y sobre todo mucha gente simpatizante. No siempre es fácil dar el paso para afiliarse a un partido, a veces es algo complicado, pero vamos creciendo poco a poco. Y supongo que, aparte de eso, es gente que, como yo antes, está en la sociedad civil y que nunca entró en política, que tiene aquí su primera afilicación. Pero es gente con una terrible gana de trabajar. Cada vez que se monta un grupo de trabajo se apunta mucha gente, colabora mucha gente. Es algo que se agradece desde la soledad del grupo municipal: que la gente aporte y tenga ganas de trabajar.

-Desde una visión muy pragmática, muy directa de lo político. ¿Hasta qué punto también desideologizada?

-Está claro que hay unas líneas políticas generales, que son las que marca el partido, pero cuando entras en el nivel local, en el de la ciudadanía, esas líneas pueden desdibujarse. Cuando hablas de arreglar las avenidas de Manuel Llaneza o Pablo Iglesias, ahí no caben grandes ideologías. Hay que arreglarlas, ponerse de acuerdo con los vecinos, hablar con los grupos, mirar proyectos… Otros temas posiblemente sean más ideológicos, pero hay que ser pragmáticos en general, pensar en los ciudadanos y en la ciudad.

 -Lo que está claro es que, al menos a posteriori, habrá que tener en cuenta las posiciones ideológicas a la hora de los pactos. Sobre todo, han deslindado ustedes su territorio hacia la derecha.

-Esas líneas se han marcado desde Madrid y desde todos los sitios, respecto a los partidos muy a la derecha. Chocan frontalmente con lo que pensamos, y esas negociaciones van a ser prácticamente imposibles.

-Pero también se han manejado criterios distintos a escalas distintas. En cuanto al PSOE por ejemplo. ¿Ahí si se podrá hablar en Gijón?

-Se nos ha preguntado por activa y por pasiva. Está claro que la 'línea roja' que ha puesto el partido en Madrid es a Pedro Sánchez y a la política que está llevando respecto a temas nacionalistas e independentistas: a Pedro Sánchez. No se ha dicho que sea con el PSOE. Llegado el momento, habrá que hablar con todos. Hemos demostrado estos cuatro años que hemos hablado con todos y llegado a acuerdos con todos. Yo creo que lo que le falta a la política actual es capacidad de negociar, de sentarse y ser no sé si decir generosos y llegar a acuerdos. No me cabe en la cabeza que la gente no sea capaz de eso. Habrá momentos en que no en ciertos asuntos quizá extremos, pero en un 80 por ciento de las cosas hay capacidad de negociar y llegar a acuerdos. Pero en muchos casos no se ha querido ni se ha intentado.

-¿Cuál será el mensaje clave, la marca de Ciudadanos en la campaña local, su idea-fuerza?

-El cambio. Han sido cuatro años de parálisis absoluta en el Gobierno municipal y hay que reactivar Gijón, ponerla en marcha. Ha sido una ciudad dinámica, moderna, avanzada, en todos los ámbitos: tecnológico, cultural, turístico… Y ahora mismo tenemos una ciudad apagada, parada. Hay que volver a tener la ciudad que ha sido, importante, con peso en el panorama nacional, con capacidad de liderazgo en muchas cosas. El proyecto de Área Metropolitana está ahí, creo que Oviedo se equivoca con localismos que no tienen ningún sentido, y ahora mismo hay que unirse. No estamos en Asturias o en España: estamos en Europa y casi en el mundo, mercados globales, enormes, movimientos gigantescos… Si no nos unimos estamos condenados al fracaso, y más con los problemas demográficos e industriales que tenemos, con el panorama de las electrointensivas, la minería… O nos unimos, o lo tenemos muy mal. El Parque Científico y Tecnológico es un ejemplo claro del camino que hay que seguir para que Gijón sea de nuevo cabeza.