Cien «Miraes» que valen todos los latidos de un año de Asturias

J. C. G. GIJÓN

GIJÓN

La Asociación Profesional de Fotoperiodistas Asturianos inaugura en el Barjola su exposición anual, dedicada a Tini Areces, con un centenar de imágenes que concentran una visión periodística de los últimos doce meses en el Principado

15 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Se agarran a los ojos en caliente y capturan en un solo vistazo la esencia de un relato informativo. Pero el ritmo endiablado de la actualidad y el constante desfile de esos fogonazos visuales las sustituye al instante. Solo unos meses después, contempladas de nuevo y más en frío, revelan su verdadera fuerza. Y no pocas veces, sobreviven incluso al relato que transmitían y se convierten en iconos o emblemas de un tiempo. Es la paradójica naturaleza del trabajo de los fotorreporteros que, una vez más, en Asturias, repasan en una exposición la potente imaginería que han cosechado en los últimos doce meses de trabajo. Miraes 2019, la décimocuarta muestra fotográfica organizada por la Asociación Profesional de Fotoperiodistas Asturianos que reúne un centenar de imágenes de fotorreporteros de todos los medios autonómicos, con tres nombres a la cabeza. Dos de ellos, los premiados de este año -Arnaldo García, ganador del XIV Memorial Ramón González, y Eloy Alonso, galardonado con el V Memorial Joaquín Bilbao-, y el otro el de uno de los protagonistas, tristemente esta vez, de la actualidad de los últimos meses: el expresidente del Principado, exalcalde de Gijón y exsenador socialista Vicente Álvarez Areces, a quien APFA ha dedicado esta edición de su muestra anual.

«Fue pieza clave para la puesta en valor de nuestro trabajo. El apoyo desde el primer momento y la inauguración de nuestra primera exposición en Oviedo, cuando era presidente del Principado, en el año 2005, marca un antes y un después del fotoperiodismo en Asturias», explica en la introducción al catálogo Fernando Robles, presidente de la asociación, que atribuye al fallecido político gijonés una vida dedicada a aquello que los fotorreporteros asturianos reclaman como la esencia de su trabajo: «la transformación de la sociedad».

No hay fotografías del multitudinario duelo por Tini Areces en la selección de este año, pero sí una completa crónica de hechos que quedan no solo para la crónica periodística, sino también para la historia asturiana, como el cierre de las últimas minas de carbón. También manifestaciones de cambios profundos en la sociedad española, como las imágenes de las movilizaciones feministas contra La Manada o en la huelga del 8M. Y otras que evidencian también tendencias de fondo en la sociedad y la economía asturianas, como el relato en torno a Alcoa. Y junto a ellas, un mosaico de sucesos estremecedores -el accidente del Alsa en Avilés, el crimen machista que acabó con Paz Fernández, el espectacular incendio en Desguaces Riestra-, acontecimientos políticos y visitas reales, acontecimientos culturales y festivos, hitos deportivos o, simplemente, imágenes aisladas del discurrir de los días en las ciudades asturianas.

De entre todas ellas, dos han sido destacadas por un jurado compuesto por Jesús F. Salvadores, José Manuel López, Joaquín Gómez Sastre y José Ramón Navarro Tudela: una deslumbrante, casi tridimensional foto de Enrique Bunbury dándolo todo en su concierto gijonés del pasdo año, firmada por Arnaldo García y ganadora del Memorial Ramón González, y el rostro de un minero leonés del pozo La Escondida que lo dice absolutamente todo sobre el fin de una época en las cuencas del carbón asturleonesas, obra de Eloy Alonso y galardonada con el Memorial Joaquín Bilbao.